El Centro La Pascua trabaja desde hace años en la zona de La Cruz de Carrasco; allí concurren cerca de 250 niños, niñas y adolescentes y funcionan el CAIF La Cruz de Carrasco, el Club de niños Ombú Pequeño y el Centro juvenil El Ombú. Los proyectos, todos en convenio con el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU), son gestionados por una asociación civil y, si bien es laica, funciona desde hace años en un predio que la Iglesia Católica de Montevideo cedió en comodato hace 31 años.

La Pascua es un centro de referencia para la comunidad de la zona. Por ello, el barrio y distintas organizaciones se vieron conmovidas con la noticia de que el proyecto socioeducativo corre peligro. Este año, la Iglesia Católica de Montevideo comunicó a la asociación civil que gestiona el centro que pretende que en agosto de este año el predio vuelva a estar bajo su control, lo que implicaría que los proyectos deban funcionar en otro local.

Según explicó a la diaria Sergio Sommaruga, integrante del núcleo del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación Privada (Sintep) del centro, en los últimos años se realizaron varias ampliaciones edilicias y adecuaciones de infraestructura para el funcionamiento de los tres programas. Por ejemplo, mencionó que el funcionamiento de un centro Caif, que atiende a niños de cero a tres años, requiere de muchos espacios especialmente diseñados para ello. Por eso, encontrar otro local en la zona en el que las actividades se puedan continuar es una tarea muy difícil, explicó Sommaruga, quien también integra la directiva del Sintep.

Más allá de la atención que los niños y jóvenes reciben en materia de alimentación y acompañamiento educativo, en La Pascua muchas veces las familias son orientadas en aspectos que van desde el armado de un currículum hasta la realización de trámites en el Estado. Además, es un centro de referencia para instituciones educativas cercanas, con las que desde hace años se trabaja articuladamente. Por ello, la noticia de que el centro podría dejar de funcionar caló hondo en el barrio y muchas personas están con “miedo” e “incertidumbre”, dijo el trabajador.

En acuerdo con la asociación civil, la asamblea de trabajadores del centro educativo definió iniciar una campaña de recolección de firmas para difundir la situación y lograr que la Iglesia Católica reconsidere su postura. Según señaló Sommaruga, la campaña irá hasta el 18 de junio, cuando se realizará un festival barrial en apoyo a La Pascua. Una vez que cierre la campaña se realizará una movilización hacia la Arquidiócesis de Montevideo, donde se entregarán los apoyos.

Sommaruga consideró que un cierre de estos programas sería “nefasto” para la zona, que está marcada por la precariedad laboral y el déficit laboral, entre otras vulneraciones de derechos. Además, mencionó que muchos de los niños y adolescentes que concurren realizan su comida principal del día en el centro, por lo que entendió que el cierre de los programas pondría “en jaque” la cobertura de derechos de la niñez y la adolescencia, ya que en otros centros cercanos los cupos están llenos. En ese sentido, señaló que no entiende los motivos para quitarle el lugar el proyecto, teniendo en cuenta que se gestó gracias a una iniciativa de un cura que hace años trabajaba en la parroquia de La Cruz de Carrasco, que se encuentra próxima al predio donde funciona el centro educativo.

la diaria intentó contactar a la Iglesia Católica de Montevideo, pero no obtuvo respuesta.