Si bien el plan de bachilleratos aprobado finalmente por el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) tuvo en cuenta distintos reclamos de colectivos docentes, como los de Física, Filosofía y Educación Física, también despertó la disconformidad de otros profesores que no se habían pronunciado cuando se difundieron los documentos preliminares del plan.

Ese fue el caso de los profesores de Matemática, que se organizaron para emitir una declaración que fue respaldada por más de 800 docentes de la asignatura, en la que se advierte sobre una disminución horaria “significativa” con relación al actual Plan Reformulación 2006 de Secundaria. Si bien señalan que ello se da en todas las orientaciones de segundo y tercero de bachillerato del nuevo plan, denuncian que donde es “más destacable” es en el trayecto Ciencias y Tecnologías, que viene a sustituir a la actual orientación Físico-Matemática. Según advierten, en dicha orientación la carga horaria semanal de la materia pasará de 12 horas a nueve, a lo que debe sumarse una hora que ya se perdió en noveno grado de la Educación Básica Integrada (EBI) –anteriormente tercer año de liceo–.

El colectivo de profesores se muestra sorprendido por estas disposiciones adoptadas, ya que en los documentos curriculares la propia ANEP ha planteado que la matemática es una de las disciplinas en las que se pondría mayor énfasis en la Transformación Curricular.

En particular, se fundamenta que, en el momento actual, “áreas como la alfabetización digital, el análisis de información y las ciencias aplicadas, que tienen un fuerte componente matemático, cobran especial relevancia”. Además, los profesores señalan que “las tan mencionadas habilidades del siglo XXI están profundamente conectadas con las formas de trabajar propias de la Matemática y con los desarrollos recientes en educación matemática”.

Por su parte, la declaración plantea que la Matemática favorece “el desarrollo de habilidades cognitivas, como la argumentación y el razonamiento lógico”, y “también proporciona una base sólida para que los ciudadanos puedan enfrentar desafíos en campos científico-tecnológicos, sociales, humanísticos y laborales”. De esa manera, los docentes afirman que “el conocimiento científico genera ciudadanos libres, más críticos y responsables”.

La declaración también muestra el resultado de distintas investigaciones, como una que arroja que una hora extra de Matemática por semana impacta en mejores resultados de las pruebas PISA y en particular en estudiantes de sectores socioeconómicos más bajos. “Un incremento de este tiempo pedagógico podría incluso ayudar a reducir la brecha educativa en nuestra sociedad”, se concluye al respecto.

Los profesores se muestran especialmente preocupados porque el documento aprobado por el Codicen no hace mención a la figura del profesor adjunto, al que señalan como “vital en los grupos de bachillerato”. Según afirman, “es un referente más dentro del aula, que permite brindar más atención a los alumnos, colaborando significativamente con la inclusión de los estudiantes que necesitan un abordaje más personalizado”.

Como conclusión, los docentes que firman la carta consideran que no es “oportuno” reducir “en calidad y cantidad el tiempo pedagógico” dedicado a la asignatura y que, por el contrario, habría que aumentarla. La declaración señala que uno de los espacios donde los estudiantes podían acceder a una enseñanza de mejor calidad eran los espacios pedagógicos inclusivos, que, según lamentan, el plan de EBI transformó en horas regulares de clase. Sin embargo, advierten que esos mecanismos están siendo implementados en colegios privados que, de esa manera, logran mejoras en el desempeño de los estudiantes en la asignatura. “En tal sentido, podemos afirmar que la reducción antes mencionada profundizará aún más la ya existente desigualdad entre la educación pública y la educación privada”, cuestionan.

Además de todo lo anterior, los profesores señalan que los cambios curriculares en la asignatura implicarán “una pérdida considerable de puestos de trabajo”. Finalmente, llaman a las autoridades a “revisar y repensar la currícula”, ya que, según entienden, “a corto plazo llevará a peores rendimientos académicos y a un impacto negativo en el conocimiento matemático de aquellos estudiantes que proyectan una carrera terciaria”. En suma, pronostican “un impacto muy negativo en el desarrollo de nuestra sociedad a mediano y largo plazo”.