Este 14 diciembre, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) realizó la novena entrega del Premio Nacional Nelson Mandela, que es organizado por la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda otra forma de Discriminación. “De esta manera se busca expandir y reconocer las propuestas y trayectorias que promueven avances calificados para una sociedad más inclusiva, integrada y sin discriminaciones”, dice las bases para que la sociedad civil organizada presente a personas, instituciones y organizaciones públicas o privadas para concursar por el premio.

Uno de los galardonados de este año iba a ser el profesor de Historia Oscar Destouet, director del liceo 12 Congreso de Tres Cruces. Sin embargo, el MEC decidió no otorgarle el premio, luego de haberle solicitado información a la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) de Montevideo sobre un comunicado en el que manifestaban una serie de denuncias sobre el docente, según una misiva a la que pudo acceder la diaria.

Es que en los últimos diez años el docente recibió distintos tipos de denuncias y hace poco más de un mes, una última ante la directora general de Educación Secundaria, Jenifer Cherro, que provocó la apertura de un expediente que todavía no ha arrojado resolución, además de la desafiliación a ADES.

la diaria intentó comunicarse con Gonzalo Baroni, director de Educación del MEC y presidente de la Comisión, pero no tuvo respuesta.

“Repudiamos que se premie a un director desafiliado de Ades-Fenapes [Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria] por un extenso prontuario de más de diez años de denuncias ante el sindicato por maltrato laboral y comentarios sexistas, machistas, homofóbicos y discriminatorios hacia los adultos y los estudiantes de los liceos en los que ha sido subdirector o director, particularmente hacia las mujeres”, decía un comunicado que publicó ADES Montevideo seis días antes de la fecha en que el premio iba a ser entregado.

La última denuncia fue emitida por docentes y funcionarios del liceo 12 y se debió al “uso abusivo e ilegal de la imagen de docentes y alumnos”, según resumió el sindicato. “Atravesamos una situación que afecta nuestra labor profesional como empleados públicos por el uso indebido sin conocimiento ni consentimiento de nuestro nombre e imagen por parte de la dirección liceal”, esgrimieron los docentes y funcionarios en la carta dirigida a Cherro, a la que accedió la diaria, y que tiene fecha del 14 de noviembre.

Según explicaron, la dirección del liceo organizó una actividad denominada “Semana por la convivencia”, en la que participaron docentes, funcionarios y estudiantes. “Sin nuestro conocimiento ni consentimiento ni el de los estudiantes ni sus familias, se nos atribuyó propósitos que tergiversaron el motivo y el carácter de la actividad. Ningún docente ni funcionario del liceo consintió por escrito ni verbalmente el uso de nuestro nombre y/o imagen para estos fines”, señalaron en la carta.

Es que días posteriores a la actividad, el director escribió una nota en el Semanario Hebreo en la que utiliza fotografías del evento, pero “se tergiversa el motivo y el carácter de las jornadas”, afirmaron desde el núcleo sindical de liceo, en una relatoría dirigida a la directiva de ADES a la que accedió la diaria, en la que describen cada una de las denuncias del director.

Allí explicaron que Destouet “atribuye a toda la comunidad educativa del liceo, incluidos docentes y estudiantes, el ‘reclamo de la inmediata liberación de los rehenes secuestrados en la Franja de Gaza’, en una nota titulada ‘Juntos por la paz, gran iniciativa en el liceo12 de Montevideo’”.

La postura del director escrita en la carta fue reproducida, total o similarmente, también en otros portales: en el del Comité Central Israelita del Uruguay, con el título “Estudiantes del liceo 12 piden por la liberación de secuestrados”, y en el portal web de los Centros Shoá de Uruguay, titulada “Estudiantes del liceo 12 de Montevideo piden liberación de ciudadanos israelíes secuestrados”.

En la denuncia presentada por docentes y funcionarios se pone de manifiesto que la dirección del liceo tampoco “comunicó a las familias que haría uso de la imagen de sus hijos e hijas al enviar a los hogares la autorización para asistir a esa actividad. Es por esa razón que un grupo de padres y madres denunció esta situación ante la” Dirección General de Educación Secundaria (DGES).

“Esta situación nos parece de extrema gravedad. Ha lesionado la confianza que docentes, funcionarios, estudiantes y familias depositamos en la dirección liceal al participar en unas jornadas que fueron presentadas con otros propósitos. Esta manipulación no se condice con las potestades de un director ni con los fines de una institución educativa pública”, sentenciaron los docentes y los funcionarios.

La gota que derramó el vaso

Según informaron a la diaria desde el núcleo sindical docente del liceo, Destouet aún continúa como director, a pesar de que luego de que los padres y madres denunciaran la situación, dos inspectores, Catalina Videla y Eduardo Biassini, se presentaron al centro educativo y le hicieron una serie de preguntas. Asimismo, en Secundaria hay dos expedientes en marcha: la denuncia de funcionarios y docentes, y otra de madres y padres del año pasado, por “maltrato”.

La visita de las inspectoras se debió a otro de los detonantes para el enfado docente. De acuerdo a una fuente referente del núcleo sindical, luego del atentado de Hamas de octubre de este año, Destouet colocó una cartelera en el hall principal del liceo con la foto de latinoamericanos secuestrados por la organización terrorista. Lo problemático, dijo, es que “la máxima jerarquía del liceo colocó, en una cartelera que debiera ser de uso pedagógico y colectivo, imágenes que visibilizan y denuncian únicamente una parte muy concreta de un conflicto muy complejo, coincidente con la campaña del comité israelita”.

En ese marco, docentes del liceo le plantearon que no correspondía, ya que era “inadecuada e improcedente” y que por tanto había que sacarla, pero el director se negó. No obstante, la referente aseguró que antes de que las inspectoras arribaran al centro educativo las quitó a primera hora de esa mañana.

Según la referente, en la jornada de la “convivencia”, que catalogó como “la gota que derramó el vaso”, el director pidió que los estudiantes hicieran una paloma de la paz y un cartel con la frase “Todo por la paz”, pero sin explicar los motivos o el tema al que hacía referencia. Las fotos en cuestión, justamente, son con estos carteles. De acuerdo a lo dicho por la referente, en ningún momento se mencionó que la actividad se vinculaba al tema que el director escribió en el portal, ni que había consentimiento para utilizar las fotos.

Luego de que las madres y los padres denunciaron y que las inspectoras fueron al centro educativo, “mandó bajar los artículos”.

En la relatoría se pone de manifiesto que el director estuvo en actuación en el liceo desde 2017 y que, desde entonces, ha habido diversos aspectos que llevaron a la desafiliación: “Uso y abuso de la condición de director afiliado a ADES”, “maltrato, intimidación y prepotencia hacia docentes y funcionarios del liceo”, “abuso de poder con docentes y estudiantes”, “discrecionalidad y amiguismo”, “connivencia con las autoridades de la educación”, y por último, aseguraron que “hay una ausencia de ética sindical, una falta de comportamiento acorde a su condición de afiliado, se conduce con formas y prácticas contrarias a las que promueve el sindicato”.

Sin intención

Consultado por la diaria, Destouet aseguró que aún no fue convocado por la DGES para declarar en el marco de las denuncias en su contra y, consultado sobre la intención de la jornada de convivencia organizada, respondió que “no fue el pronunciamiento a favor de una postura u otra, ni tampoco tergiversar el sentido de una actividad que tiene tradición en muchos centros de enseñanza, sino a favor de la convivencia pacífica, como sustento democrático”.

El director considera que “las instituciones educativas son espacios de discusión de ideas y de fomento permanente del respeto de ideas”, por lo cual ese tipo de eventos sirven para “generar lugares seguros para la expresión”, especialmente “en tiempos convulsionados por guerras, intolerancia ideológica, odios fomentados en espacios en los que no es necesario identificarse”.

Consultado sobre cómo vivió la desafiliación de ADES Montevideo, respondió que los sindicatos “son instrumentos imprescindibles” para que los trabajadores se defiendan de “posibles abusos de las autoridades de turno, para defender un salario digno, y a su vez son ámbitos de propuesta en temas específicos y de índole político nacional que siente que pueda aportar a la sociedad”.

En suma, consideró que el hecho de que haya “puntos de vista diferentes con direcciones sindicales es algo natural y hasta saludable”, y tiene que ver con “la vida democrática”. De todas formas, sobre su situación concreta lamentó que no se lo haya convocado para que dé su versión ni tampoco se le explicaron los motivos de la desafiliación.

Sobre la propuesta de organizaciones sociales para recibir el Premio Nelson Mandela, describió que “se suspendió la entrega ante una nota de un grupo de trabajadores sindicalizados, a quienes se les solicitó la entrega de pruebas ante los graves epítetos formulados”. “Aún no se presentó prueba alguna. Tampoco existen denuncias presentadas ante las autoridades. Será la Comisión Nacional Honoraria de Lucha contra el Racismo, la Xenofobia y toda forma de Discriminación quien lo resolverá”, concluyó.

Al respecto, Destouet se manifestó “dolido” por la presentación de “denuncias anónimas sin presentar pruebas” y aseguró que es un modo de proceder que “nunca fue parte de nuestro sindicalismo ni de recibo en nuestra sociedad”.

“Fui objeto a través de las redes sociales de una campaña de desprestigio cuyos objetivos aún no tengo en claro”, manifestó, y lo vinculó con “los procesos de avance de la nueva derecha en el mundo, penetrando en organizaciones sociales y en el ámbito público con un discurso de todos son igual, todo está mal y todo y a todos hay que destruir”. “Se utilizan falsedades y simbologías de alta sensibilidad social para castigar, pero los objetivos buscados –aún no claros– nada tienen que ver con lo que supuestamente se pretende defender”, indicó.