Del 23 al 25 de noviembre, el departamento de Salto fue sede de la segunda Asamblea Nacional Extraordinaria de Docentes de Educación Secundaria. En ese marco, emitieron un informe en el que se expiden sobre los cambios que prevé la transformación educativa de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para el primer año de Educación Media Superior (EMS), por lo que el análisis se enfocó en los programas del Marco Curricular y el Reglamento de Evaluación del Estudiante de ese grado.

En el informe, al que accedió la diaria, la Asamblea Técnico Docente (ATD) de Secundaria se refirió en primera instancia a la escasez de tiempo para poder analizar los documentos propuestos. “También en esta oportunidad los tiempos nos apremian. Esta administración ha hecho cada vez más breves los tiempos de convocatoria y los días para sesionar”, manifestaron.

Es que según explicaron, la última ATD liceal fue una semana antes, por lo que no tuvieron los tiempos necesarios para que las comisiones permanentes puedan procesar los informes. Asimismo, aseguraron que para la ATD liceal “los materiales para analizar estuvieron disponibles menos de 24 horas antes”. “Esta ATD, así como las ATD liceales en todo el país, no vamos a cesar en nuestra lucha por la defensa de la educación pública y sus contenidos, por los conocimientos que constituyen el rico patrimonio cultural de la Humanidad”, sentenciaron.

A su vez, afianzaron que desde el inicio, las asambleas “estuvieron orientadas a la producción de un discurso pedagógico para asesorar a las autoridades de la enseñanza media en la toma de decisiones” y sin embargo, consideraron que “este ámbito de representación, consulta y deliberación viene siendo desdeñado por la Administración”. Para la ATD, “la actual reforma educativa es una muestra en este sentido, aunque la propaganda oficial se esfuerce en presentarla como un proceso democrático que se realiza con las y los docentes”.

Malla curricular y programas

Al igual que en los análisis previos de la reforma educativa, la ATD continuó sosteniendo su “rechazo por su diagnóstico, forma y contenido”, inclusive para la extensión a bachillerato. De acuerdo a los docentes, la reforma pretende “eliminar” la “perspectiva del desarrollo histórico emancipatorio de la educación de las sociedades con el objetivo de que los sujetos formen parte de un engranaje funcional a la sociedad capitalista actual”.

Los comentarios preliminares al respecto de la malla curricular para bachillerato y sus programas parten de esa base. La primera apreciación es que los programas propuestos por la ANEP para primero de EMS “apuntan al cumplimiento de competencias y vaciamiento académico-conceptual, reduciendo los niveles de aprendizaje”.

Uno de los puntos resaltados en el informe es que “el desconocimiento de los contenidos programáticos de segundo y tercero de EMS, no permite observar si existe la continuidad de los contenidos pedagógicos”. Debido, entonces, a que “es imposible adivinar si los contenidos que desaparecen en el primer curso de EMS aparecerán o no en los cursos subsiguientes”, visualizaron con dificultad la posibilidad de analizar las propuestas sin esos insumos.

Aun así, aseguraron que se puede observar que “la mayoría de los programas preliminares de 1° EMS se caracterizan por ser ambiguos, no sólo en torno a la fundamentación, perfil y competencias, sino también a los contenidos que se disponen en relación a un ‘reordenamiento’ que en vez de dar luz a las prácticas educativas, arrojan confusión y desconocimiento”.

Por otro lado, recordaron en el informe que con la reforma educativa se reducen las cargas horarias de las clases en diversas asignaturas, “sin ningún sustento pedagógico”. “Algunas asignaturas que arbitrariamente perdieron horas en la reforma de EBI [Educación Básica Integral] son ‘compensadas’ en bachillerato, de nuevo sin ningún criterio pedagógico más allá del oportuno reclamo de los diferentes colectivos docentes”.

Específicamente, el informe muestra que “la situación de Matemática es cuando menos escandalosa: se pierden dos horas semanales de tiempo pedagógico en quinto y 28 horas en sexto”. Asimismo, agregaron que Física pierde siete horas en quinto y nueve en sexto, que Química pierde cuatro horas en quinto y ocho horas en sexto, que Biología pierde cuatro horas en quinto y cuatro horas en sexto (en cuarto, gana una hora), que Historia pierde dos horas en quinto y dos horas en sexto, que Dibujo pierde dos horas en sexto, que Economía pierde tres horas en sexto y, por último, que Educación Ciudadana pierde una hora en quinto y una hora en sexto.

En ese marco, la ATD se preguntó: “¿Qué pasa con los prácticos de Biología, Física y Química? ¿Y con los profesores adjuntos de Matemática? ¿Podemos encontrar alguna razón pedagógica que justifique esta modificación ‘a la baja’ del tiempo pedagógico en tantas asignaturas?”.

Por último, en referencia a los programas señalaron que “se presentan objetivos o perfiles de egreso que son, o bien demasiado ambiciosos por la incongruencia en la continuidad del desarrollo de contenidos programáticos, o reducidos en contenidos”. En relación, aseguraron que “los contenidos se mezclan de forma inconexa y sin mayor justificación, sin seguir una secuencia lógica que favorezca los aprendizajes, lo cual desconcierta tanto a docentes como estudiantes, e inclusive podría dificultar la navegabilidad pretendida”.

Reglamento de evaluación

El reglamento para primero de EMS, según evaluaron, “se alinea” al Marco Curricular Nacional, centrado en “competencias” y en la “lógica de ingresar y permanecer en un sistema que empobrece aprendizajes, a favor de la mejora de indicadores en detrimento del conocimiento disciplinar”.

“¿Cómo es posible mejorar el proceso educativo flexibilizando cada vez más las condiciones de ‘acreditación’ o aprobación de los diferentes tramos?”, apuntaron. La flexibilización, uno de los principales puntos en cuestión durante el proceso de reforma, es analizada por la ATD como una medida que “pretende mejorar los indicadores estadísticos que miden resultados en un proceso educativo que tiende al vaciamiento de lo conceptual, a la precarización de los conocimientos y a una infantilización del bachillerato”.

Asimismo, aseguraron que “existen incongruencias y contradicciones” entre el Reglamento de Evaluación del EMS y el del EBI, lo que demuestra “una improvisación constante y una incertidumbre al no tener claro, a la fecha, las condiciones finales del pasaje de grado de la EBI, luego de cuatro versiones del mismo documento”.

En resumen, la ATD observó “con preocupación este empecinamiento de las autoridades por la aplicación de esta reforma en EMS sin una previa evaluación de lo que ha sucedido hasta el momento en la EBI”, lo que, según consideraron, “responde a una clara intencionalidad política de promoción personal y de ajuste presupuestal”.