“Las noticias son muy buenas, parece que no hubiera pasado la pandemia por Uruguay”, afirmó la presidenta del Consejo Directivo Central (Codicen), Virginia Cáceres, respecto de los resultados en Uruguay de las pruebas PISA 2022, que se dieron a conocer internacionalmente este martes y muestran cierta estabilidad en los desempeños de las distintas áreas.

En la sala de actos de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se presentaron los principales resultados, con la introducción de Cáceres y de la directora de Políticas Educativas de la ANEP, Adriana Aristimuño. “El desafío más grande que tenemos es qué hacer con esta información que se nos está dando”, manifestó la presidenta del Codicen, y afianzó que, a partir de mañana, asumirá el compromiso de “poner el foco” en ello “para seguir avanzando”.

El informe se centra en los estudiantes de 15 años que en todo el país asistían a 709 centros educativos. Según explicó la coordinadora nacional PISA, Laura Noboa, los liceos públicos concentran el 63% de los estudiantes de 15 años y también las ciudades capitales, pero los resultados no arrojaron “diferencias significativas” entre liceos públicos, privados y escuelas técnicas.

Foto del artículo 'Pruebas PISA: Uruguay es el segundo país sudamericano con mejores desempeños, pero el que presenta una mayor caída en matemática'

Foto: Alessandro Maradei

En ese marco, Uruguay logró avanzar en la cobertura de estudiantes de esa edad y llegó al 91%, aunque con 3.000 estudiantes menos. De acuerdo al reporte ejecutivo, “estos niveles de cobertura se ubican entre los más altos entre los países latinoamericanos participantes de PISA 2022 (83%, en promedio), por debajo de Argentina (97%), en un nivel casi igual al reportado por Chile, Perú y Brasil (93%), y cinco puntos por debajo del promedio de los países de la OCDE (96%)”.

Asimismo, Noboa comentó que el 72,5% de los estudiantes que realizaron la prueba está en el grado esperado para su edad -15 años y tres meses a 16 años y dos meses-, que es cuarto o quinto año. En comparación con lo reportado en 2018, el porcentaje es más alto: fue de 64%.

Aun así, “uno de cada cuatro estudiantes de 15 años cursa en situación de rezago en la educación media”. Por eso es que uno de los primeros resultados manifestados por Noboa es que Uruguay es el octavo país, de los 81 que participaron en la prueba, con mayor tasa de repetición en los estudiantes de 15 años. De acuerdo al reporte ejecutivo, el 24% de los estudiantes de 15 años tiene experiencias previas de repetición, y eso lo deja también en el cuarto lugar de la región, después de Colombia, Guatemala y República Dominicana.

Desempeños

En cada ciclo de las pruebas PISA se pone foco en una de las áreas a estudiar: matemática, lectura o ciencia. En esta ocasión, el énfasis estuvo en matemática. En ese contexto, los estudiantes uruguayos de 15 años de liceos públicos y privados, escuelas técnicas y escuelas rurales de séptimo, octavo y noveno grado, “salvo excepciones”, no presentaron “variaciones significativas según el contenido matemático evaluado (cambios y relaciones, cantidad, espacio y forma e incertidumbre y datos) o el proceso cognitivo específico involucrado”, como la resolución de problemas y el razonamiento matemático.

La evaluación de los “desempeños” en las pruebas PISA pretende “conocer qué son capaces de realizar los estudiantes con lo aprendido, desde el punto de vista de los requerimientos que implican en el plano cognitivo, su capacidad para aplicar los aprendizajes a diferentes situaciones”. Bajo tales consideraciones, con respecto al estudio anterior, realizado en 2018, Uruguay bajó nueve puntos en matemática, aumentó diez puntos en ciencia y en lectura se mantuvo.

En el documento se observó la situación de acuerdo al mediano plazo y al plazo más largo: desde 2012 a 2022 -más allá de los cambios metodológicos que pueden haber tenido lugar-, “PISA sugiere una situación de estabilidad en matemática y una tendencia leve de mejora en las otras dos áreas”. En el otro plazo, que abarca de 2003 a 2022, “PISA indica una caída leve en los desempeños promedio de los jóvenes uruguayos en el área de matemática, conjuntamente con una pauta de estabilidad en lectura y una tendencia leve de mejora en ciencias”.

En concreto, los resultados actuales arrojaron que, en matemática, 57% de los estudiantes alcanzó el nivel bajo, 38% el nivel medio y sólo 6% el alto. Esto significa que “menos de la mitad de los estudiantes uruguayos de 15 años (44%) demuestra las competencias matemáticas mínimas definidas por PISA como base para el desarrollo social y ciudadano”.

Diferencialmente, en las áreas de lectura y ciencias, “casi seis de cada diez estudiantes uruguayos alcanzan los desempeños mínimos (59% en ambos casos)”. En lectura, 41% estuvo en el nivel bajo, 48% en el medio y 11% en el alto. En ciencia, 41% estuvo en el nivel bajo, mientras que 50% en el medio y 10% en el alto.

Según esgrimió Noboa, el desempeño en matemática que alcanzó el país “está relativamente acorde dado el Índice de Desarrollo Humano que tiene” y, por tanto, “Uruguay se desempeña apenas por debajo de lo ‘esperable’ de acuerdo a ese índice”.

Aun así, en el reporte ejecutivo se enfatiza en que “Uruguay se sigue destacando en la región como uno de los países con desempeños promedio más altos, pero mantiene diferencias sustantivas respecto a los países de mayor desarrollo”. Sobre este último punto, la brecha se acrecienta en matemática, “donde Uruguay presenta desempeños comparativamente más bajos”, a pesar de ubicarse en segundo lugar en la región, detrás de Chile.

Como una “asociación moderada”, en el documento señalaron que los países “con mayor nivel de autonomía de los centros [educativos] tienden a obtener resultados algo mejores en la prueba de matemática”. De los 81 países, Uruguay, sin embargo, “es el que obtiene el puntaje más bajo en el índice de autonomía de los centros”. El índice de autonomía se mide por respuestas de los directores, y refieren a “su responsabilidad en aspectos como el nombramiento, contratación, suspensión o despido de profesores, el salario de los docentes”, el “contenido de los cursos”, entre otros aspectos.

Igualmente, a nivel internacional los desempeños promedio en matemática tampoco se caracterizan por haber mejorado: contrariamente, la mayoría presentó una baja, así se compare lo reportado en 2018 con 2022 como 2012 con 2022. En lectura la situación es similar: en 2022, “49% de los países bajaron sus puntajes promedio, 40% se mantuvo estable y sólo el 11% registraron mejoras, una situación a grandes rasgos similar a la que surge de la comparación con el ciclo 2012”. En ciencias, en cambio, 26% de los países lograron mejoras, aunque 45% continuó estable y el 29% empeoró.

No obstante, si se analizan los resultados comparativos en relación a 2018, Latinoamérica presenta visiblemente una menor caída que países con un mayor grado de desarrollo y, en el caso de matemática, salvo Costa Rica, todos presentan una menor caída que el promedio de países de la OCDE. En esta comparativa, Uruguay es el país sudamericano que más puntos bajó en matemática, región en la que Paraguay es el único país que registró una mejora en relación a cuatro años atrás -también en lectura y ciencia-, seguido por Argentina y Brasil, que registraron pequeñas caídas.

Pese a ello, al analizar los resultados de 2022, el país de la región que presenta mejores desempeños de sus estudiantes en todas las áreas es Chile, seguido de Uruguay.

Contexto de pandemia

Debido a la pandemia, los países latinoamericanos que participaron en PISA 2022 perdieron 219 días presenciales entre 2020 y 2021, mientras que si se mira el promedio en los 81 países participantes, la cifra desciende a 124 días. Uruguay se destacó en la región por ser el país con menos días de cierre de los centros educativos: según los directores consultados, el promedio fue de 99 días. En este contexto, en el documento “sugieren una asociación entre moderada y fuerte entre la duración del cierre de los locales escolares y los desempeños en matemática, pero no así respecto a la tendencia (mejora, estabilidad o caída) en los puntajes promedio de los países pre y pospandemia (2018-2022)”.

Por otro lado, el estudio pudo detectar los principales problemas que manifestaron los estudiantes en relación al aprendizaje a distancia, como el “acceso a dispositivos electrónicos, a internet y a materiales escolares; disponibilidad de un espacio tranquilo y de tiempo para realizar las tareas; motivación para estudiar, comprensión de las tareas y acceso a ayuda para realizarlas”. Si bien Uruguay “se ubica entre los 34 países en los que estos problemas fueron más importantes”, en Latinoamérica es uno de los menos afectados por la enseñanza a distancia -después de Costa Rica y de Guatemala-, principalmente por “un mejor acceso a dispositivos y una mejor conectividad”. No obstante, 80% de los estudiantes uruguayos que declararon “haber tenido problemas vinculados a la motivación para estudiar durante la enseñanza remota”, “un valor superior al promedio regional (76 %) y al de todos los países latinoamericanos, a excepción de Jamaica (88 %), Perú (81 %) y Chile (83 %)”.

Inequidades

Una de las puntualizaciones que el equipo técnico hizo en la presentación de los resultados refirió a la brecha que se produce en los desempeños por área si se tiene en cuenta el género: los varones obtuvieron mejores desempeños en matemática, mientras que las mujeres en lectura. Si bien manifestaron que las magnitudes “no son tan importantes”, ya que son entre 10 y 15 puntos en la escala de PISA, se trata de “un factor de inequidad que no parece ser tan alto pero sí persistente”. Según se resalta en el reporte ejecutivo, “en 2022 Uruguay se ubicó entre los 21 países (de los 81 participantes) con brechas de puntaje más altas en matemática entre varones y mujeres”.

En relación a las brechas, también identificaron que “en el quintil inferior del índice de contexto socioeconómico de PISA apenas un estudiante de cada cuatro alcanza el umbral de suficiencia en la prueba de matemática”. En el quintil dos lo logra aproximadamente uno de cada tres, y recién “aumenta progresivamente hasta ubicarse en tres de cada cuatro en el quintil superior, lo que refleja una situación de pronunciada disparidad”.

Por otro lado, 6% de los estudiantes de Uruguay que participaron en la prueba tenían alguna necesidad educativa específica, y están ubicados principalmente en Montevideo, el área metropolitana y en los liceos privados. Según el análisis, esta situación “podría estar reflejando la presencia de mayores barreras para su inclusión en el sector público, aunque no deben descartarse dificultades o procedimientos diferentes para la identificación y registro de estas situaciones en los distintos centros educativos”. Esta población alcanzó en promedio “desempeños significativamente más bajos, con brechas promedio de 26 puntos en la prueba de matemática”.

Las diferencias también se visualizaron en las distintas ofertas educativas: según lo recabado en las pruebas PISA, tuvieron desempeños más bajos los que asisten a UTU, particularmente a la Formación Profesional Básica y la Educación Media Profesional. Por último, identificaron inequidades dependiendo la localización geográfica: las ciudades del interior del país, en especial, las áreas rurales y localidades menores, obtuvieron desempeños promedio más bajos.