Después de una instancia de diálogo entre estudiantes, docentes y la Dirección General de Educación Técnico-Profesional (DGETP), se estableció que este año no regirán algunos de los cambios que se iban a aplicar en la inscripción a cursos de la Escuela de Artes y Artesanías Pedro Figari. En un principio, la DGETP había dispuesto que los adultos sólo podrían inscribirse en el turno nocturno de ese centro educativo y, al mismo tiempo, que no se abrirán propuestas de bachillerato en ese turno.

Según denunciaron desde el núcleo de base de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu) y desde el centro de estudiantes de la escuela Figari, de esa forma y pese a tener decenas de estudiantes en lista de espera, muchas personas adultas no podrían seguir adelante con los cursos que iniciaron en años anteriores. Además, se correría el riesgo de que las actuales propuestas en artes y artesanías de la escuela se perdieran a futuro, ya que por las limitantes no contarían con suficientes inscriptos.

Sin embargo, según dijeron a la diaria tanto desde el centro de estudiantes como desde el núcleo de base de Afutu, a raíz de la exposición pública del caso lograron una reunión con autoridades de la DGETP, que dejaron sin efecto las nuevas disposiciones para este año, más allá de que se están pidiendo constancias de domicilio y trabajo para realizar las inscripciones de las personas adultas en los turnos matutino y vespertino.

No obstante, los docentes sindicalizados emitieron un comunicado en el que, si bien se congratulan por haber logrado la marcha atrás en estos cambios, expresan que desde UTU les plantearon la voluntad de iniciar una reformulación de la educación artística pública. En ese sentido, el núcleo de base expresa que seguirá de cerca el tema y “combatirá todo intento de empobrecimiento” de esa rama de enseñanza.

El director de la DGETP, Juan Pereyra, dijo a la diaria que los planes para la escuela Figari no cambiarán, pero admitió que algunos de los planteos de los estudiantes y docentes del centro eran de recibo y, por lo tanto, fueron atendidos. En ese sentido, agregó que el estilo de su gestión es “recibir a todos” cuando los planteos son “correctos y sin violencia”.

Lo que se viene

Sobre las situaciones que fueron abordadas en la reunión, Pereyra detalló lo que más criticaban los colectivos eran los cambios relativos a la formación profesional de artes y artesanías, que es una propuesta de tres años que “no da ningún tipo de titulación” y, por lo tanto, “no permite la continuidad educativa” de los estudiantes. Por ese motivo, la DGETP se planteó que ese tipo de cursos los hagan personas que ya tengan el bachillerato completo, pero finalmente accedieron a que quienes los habían iniciado en años anteriores puedan continuar estudiando en segundo y tercer año, con el límite mínimo de edad que regía hasta ahora, de 15 años, que es el único requisito para la inscripción. No obstante, quienes se anoten en alguno de los primeros años de la formación profesional en artes y artesanías sí deberán tener bachillerato completo.

En el caso de los bachilleratos, que la DGETP había dispuesto que no se abrieran en el nocturno y que en el matutino y vespertino no pudieran ser cursados por adultos, finalmente se accedió que se abran también en el nocturno, siempre que haya inscriptos. Por lo tanto, en ese turno habrá bachillerato y toda la propuesta de formación profesional en artes y artesanías. Si bien desde UTU se sigue buscando que los adultos se anoten en el turno nocturno de la escuela Figari, en caso de que el estudiante no pueda concurrir en ese horario, podrá pedir hacerlo en otro turno si presenta una constancia laboral o de domicilio, explicó Pereyra.

En suma, el jerarca explicó la reformulación que pretende para la escuela Figari a futuro, y dijo que están pensando en que la formación profesional en artes y artesanías de tres años se transforme “en cursos de capacitación más breves, de seis meses o un año”. De esa manera, se apostará a los estudiantes que van a buscar la formación en alguna de estas áreas puedan ir armando su propio trayecto en función de la oferta de cursos de la escuela en las distintas formaciones. De esa forma, se eliminarán los “cursos de tres años exclusivos en un área que no dan ningún tipo de titulación para la continuidad educativa”, dijo Pereyra.

“Si ofrecemos un curso de tres años que no es de continuidad educativa, que no habilita a nada y permitimos que entren alumnos de 15 años, no estamos cumpliendo con la Ley General de Educación. Nosotros queremos que todos aquellos alumnos que estén en condiciones de hacer ciclo básico o bachillerato lo hagan”, sostuvo el jerarca. Por su parte, señaló que esos cambios no estarán operativos este año y que durante 2023 se trabajará en la elaboración de esta propuesta.