“En mi familia no contratamos negros porque no son trabajadores, mucho menos los negros brasileros de origen africano, esos son más vagos aún. El brasilero cruza gringo, ese sí es trabajador. Al peón hay que explotarlo de igual manera que al pobre, y si no le gusta, hay que dejarlos morir de hambre”.

Con esas expresiones como ejemplo, un grupo de estudiantes de tercero de Bachillerato Agrario del Polo Educativo Tecnológico de Rivera denunció mediante una carta dirigida a la directora del centro, Gabriela Gómez, que dos docentes “en más de una ocasión” manifestaron “comentarios racistas, clasistas, machistas y xenofóbicos” en las clases.

La carta a la que accedió la diaria tiene fecha del 10 de mayo, pero fue recientemente que los estudiantes recurrieron a la Asociación de Estudiantes de la Universidad Tecnológica del Uruguay (Autec) para contarles la situación. Según dijo a la diaria Alán Fontane, presidente de la asociación, decidieron emitir este jueves un comunicado para aportar a que la situación se resuelva y porque los estudiantes recurrieron a ellos ante el desamparo porque, en concreto, con la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) sólo comparten el predio donde están los centros educativos.

“Condenamos y cuestionamos las situaciones de violencia psicológica y emocional que están experimentando algunos alumnos del Polo Educativo Tecnológico de Rivera. Las autoridades del Polo Tecnológico de Rivera en especial y de la Educación en general deben tomar medidas urgentes para abordar y solucionar esta serie de hechos vergonzosos para la educación pública de nuestro país y, en especial, para el departamento de Rivera”, sentenciaron.

El Secretariado Ejecutivo de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu) también se pronunció este jueves mediante un comunicado en el que repudió y denunció los hechos, y exigió a la Dirección General de Educación Técnico Profesional que “se tomen todas las medidas necesarias para erradicar esas prácticas de los Centros Educativos de nuestra Institución”. Asimismo, el comunicado señala que el sindicato “no avala ni avalará expresiones de ese tipo de ningún funcionario”, por lo que, en consecuencia de que uno de los docentes involucrados es afiliado, se derivó el caso a la Comisión Fiscal “para que esta evalúe su sanción”.

En la carta los estudiantes también manifestaron sentirse “humillados”, ya que gran parte de quienes conforman el grupo de clase son “negros y pobres”, y otros son brasileros, quienes también se sintieron “discriminados”.

Además de las expresiones repudiadas, el grupo de alumnos aseguró que ninguno de los dos docentes denunciados “quiere dictar clases los días de lluvia y cuando está nublado”, que “entran 45 minutos después del horario”, que los “dejan sin recreos” y que “hay días” que salen antes.

Por otro lado, de acuerdo a los actos que catalogaron como “machistas”, narraron que en sus clases prácticas los docentes “siempre llaman a los varones para hacer los trabajos”, mientras que “a las mujeres de la clase las destratan por ser mujeres”.

En ese contexto, los estudiantes cerraron la misiva con la negación de “compartir la asignatura” con ambos docentes y junto a la solicitud de “ser escuchados y que se tomen medidas a la brevedad respecto a estos actos tan repudiables”.

Investigación en proceso

“UTU ha tomado todas las medidas correspondientes y legales, y estamos preocupados por la situación, queremos que esto se vea cuanto antes para poder seguir”, aseguró a la diaria el director general de UTU, Juan Pereyra. Puntualizó que el anhelo de llegar a una resolución responde a que “los alumnos puedan estar con tranquilidad” y que los docentes, en caso de que no sean culpables, dejen de “pasar por situaciones que a veces no son las mejores, porque muchas veces en este tipo de denuncias sucede que, una vez que está, se toma internamente como un castigo hacia la persona denunciada, aunque no sea culpable”.

Pereyra explicó que la denuncia, firmada por ocho estudiantes, llegó a la dirección general a mediados de mayo y que una vez arribada, la trasladó a las “altas autoridades de Rivera: el director del campus, el inspector regional, el inspector agrario y la directora escolar, que se hicieran cargo del caso”.

Durante la investigación se entrevistó a los estudiantes, a los funcionarios “correspondientes” y también a “otros posibles testigos”. Del procedimiento se desprendieron “versiones contradictorias”: según Pereyra, se detectaron “algunas irregularidades”, en las que los alumnos expresan lo mencionado en la carta, mientras que los docentes implicados aseguran que no hicieron tales comentarios.

En tanto, lo investigado regionalmente se derivó a la división Jurídica de UTU y, de acuerdo con el director general, “está en la etapa de iniciar la investigación administrativa sobre los hechos que han sido denunciados”. Mientras tanto, Pereyra explicó que debido a “la posición docente-alumno”, en la que “hay un 'tema de desventaja'”, también se tomó como medida que las clases dictadas por los docentes cuenten con una “compañía, para evitar cualquier tipo de problema”. Usualmente, dijo, la compañía es la directora del centro educativo.

Fontane, sin embargo, aseguró que los estudiantes no han tenido ningún tipo de amparo, sino que continúan expuestos a los docentes y que, de hecho, debido a la falta de medidas, “los padres de los gurises empezaron a solicitar que no se vinculen más con la denuncia”.

Pereyra, por otro lado, afirmó que la acción tomada no significa que el mensaje es “que los docentes son responsables”, sino que se trata de dar “una señal de protección hacia la parte que está 'más débil'”. Consultado sobre cuánto puede demorar la investigación en la división Jurídica, Pereyra respondió que “generalmente tiene su demora, porque lógicamente hay mucho trabajo en esa sección y no tenemos todos los profesionales que necesitaríamos”, pero aseguró que frente a este caso pidió y volverá a reiterar “que se haga lo más urgente posible”.

Inconcluso

“Si se comprueban los hechos, Afutu está totalmente a favor de los estudiantes y en contra de estos hechos, repudiamos estas situaciones”, esgrimió a la diaria Carlos Pivani, representante regional de Afutu Rivera.

Si bien el sindicato no recibió la denuncia por parte del estudiantado, al enterarse de la situación se comunicó con Afutu Montevideo y con la directora del centro, que le explicó que ya había hablado tanto con los estudiantes como con los docentes y la Dirección General.

En ese marco, resaltó que desde el sindicato están afines a reunirse con los estudiantes “para tratar el tema y ver cómo se soluciona la situación”, y también para brindarles su apoyo. Es que según Pivani, “la preocupación es que se aclaren los hechos”, y “sin duda hay que defender siempre el tema de los trabajadores de la educación” pero “siempre debe estar por delante la ética”. A su vez, dijo que están dispuestos a realizar una reunión bipartita con la dirección del Polo, pero que aún no han tenido respuesta.

Además de la denuncia conocida por todas las partes, el 22 de mayo una de las estudiantes que forma parte del grupo denunciante elevó una nueva denuncia a la Inspección de UTU en la que afirma que Gómez, la directora, ejerció sobre ella “abuso de autoridad y persecución laboral” luego de que los estudiantes se pronunciaron.

Según explicó, Gómez le dijo “a los gritos y de manera grosera” que “como becaria no podía haberme involucrado en este reclamo”. En ese contexto, afianzó que la directora la amenazó con quitarle la beca, afirmando que “era ella quien evaluaba mi rendimiento laboral para poder continuar siendo becaria” y que por “lo que había hecho correspondía un sumario”.

Sobre esta denuncia, sin embargo, Pereyra señaló que escuchó “una versión” pero no tiene “ningún tipo de confirmación”, ya que no recibió la denuncia. Aun así, aclaró que eso “no quiere decir que no haya ocurrido o no haya llegado la denuncia”, y dijo que también puede caber la posibilidad de que esté en la órbita de Jurídica, pero que no lo sabe porque, una vez que las investigaciones ingresan a la división, esta trata de “no intervenir” porque es un órgano que funciona de manera “independiente”.