Terminaba el turno de la tarde cuando dos personas con armas de fuego entraron a robar en la escuela 353 Henry Dunant, ubicada en avenida José Belloni y camino Carlos A. López, en Manga. En ese momento estaban maestras y un niño de seis años, que era el único alumno que aún no habían ido a buscar.
Alfonso Larraya, secretario general de la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu), narró que alrededor de las 17.30 del lunes, dos personas llegaron a la escuela y las maestras pensaron que podían ser familiares del niño. Sin embargo, explicó que “las metieron adentro de la escuela, les pidieron la llave del auto y dinero; encañonaron a las maestras y al niño y por suerte el abuelo [que iba a buscarlo] llegó unos minutos después”.
Para Larraya, la situación “fue un episodio extremadamente grave, y lo que lo hace más grave es que fue dentro de la escuela”. En ese marco, Ademu tenía una reunión este martes para tratar el tema, pero la postergaron para el jueves, día en que tienen reunión de Secretariado y, además, la FUM-TEP tendrá una instancia bipartita con la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP).
Mediante ese canal, Ademu llevará el caso en particular, pero también otros episodios de violencia que, según Larraya, son cada vez más cotidianos y que no tienen necesariamente que ver con la escuela en sí, sino que se enmarcan en los barrios, las zonas y las comunidades.
Para dialogar al respecto, conocer qué acciones se están tomando desde el Estado y dar a conocer de “primera mano aquellos elementos que preocupan y que pueden generar un desborde”, como la situación en la escuela de Manga, Larraya comentó que a mediados de abril solicitaron entrevista con el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio del Interior (MI), pero no han tenido respuesta.
Entienden, por otro lado, que la situación es “más compleja” y “difícil” de abordar porque no se trata de “un problema punitivo”, de “seguridad pública”, de establecer “más patrullajes y cámaras”.
La mirada desde Primaria
Según la directora interina de la DGEIP, Olga de las Heras, lo ocurrido en la escuela de Manga era “imprevisible”: “¿Qué estrategias podemos tener de prevención?”, se preguntó en diálogo con la diaria. Describió, asimismo, que en la mañana del martes se comunicó con quienes llevan adelante la escuela, y que también se hizo presente el inspector de zona y el departamental.
Por otro lado, señaló que una de las medidas que toma Primaria frente a estos casos es “darle apoyo a las maestras”, y en la Escuela 353 no fue la excepción: “Se estuvo presente allí trabajando este tema desde el punto de vista psicosocial, con asistentes y psicólogos, para ver de qué manera preservar la salud mental de los niños y los maestros”, afirmó.
La información que tuvo De las Heras, hasta el momento, es que este martes estuvo “tranquilo”, aunque subrayó que “es un barrio complicado”. Uno de los puntos que se dialogó con los padres de los alumnos es “el cumplimiento” del horario al momento de ir a buscarlos, aunque admiten que “a veces hay imprevistos”.
Este miércoles, en el Consejo Directivo Central (Codicen) tendrán sesión y Primaria expondrá el tema. Según De las Heras, Robert Silva, presidente del Codicen, “fue el primero que se interesó en cómo estaba” la situación. La directora interina también se comunicó con el encargado de Seguridad del Codicen para que realizara un seguimiento de los trámites de la denuncia que hicieron las maestras en la seccional policial.
Por otro lado, De las Heras admitió que las violencias en los ámbitos escolares son un asunto que “está golpeando fuerte” a Primaria, pero que no dan “vuelta la cara”. Afirmó que realizan “mucho trabajo con la comunidad, se hacen reuniones con los padres, para darles un poco de seguridad”.
Asimismo, subrayó que “la escuela es un ámbito educativo esencialmente de resguardo de los niños y necesitamos también mayor protección, pero corresponde a otra organización por fuera de nosotros”. En esa línea, contó que han agregado vigilancia nocturna, pero que hay situaciones que “trascienden el ámbito escolar”, que se están viviendo en “todos los subsistemas” y corresponde a un “mayor nivel jerárquico”. En esa línea, dijo que han mantenido reuniones con el MI y que se han agregado patrulleros.
Por último, también manifestó que se está realizando un relevamiento de todas las escuelas para ver cuáles tienen la necesidad de alarmas, cámaras, guardias, entre otros. “Pero cosas como las de Manga superan todo lo que tú puedes hacer, aun con un guardia físico tienes tus limitaciones, es la vida humana, y a veces el ser humano se manifiesta de formas impensadas”, concluyó.