Desde que se aprobó la ley de urgente consideración (LUC), la certificación universitaria de la formación docente se puso en cuestión, a partir de la promesa de las autoridades de que los egresados de Formación en Educación, a nivel público y privado, podrían acceder a un título que brinde un carácter universitario a la formación.

Luego de tres años de gobierno y varias instancias de discusión pública, este miércoles se abrieron las inscripciones para todos aquellos maestros de educación primaria, de primera infancia y profesores de educación media que quieran realizar la Prueba de Reconocimiento Universitario de la Formación Docente por parte del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).

En la sala de actos de la Torre Ejecutiva, el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, el director nacional de educación, Gonzalo Baroni, la coordinadora del Programa de Formación en Educación, Romina Parodi, y el presidente del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), Javier Lasida, anunciaron que en diciembre de este año se llevará a cabo el primer período de prueba.

Parodi se encargó de explicar los pormenores de la propuesta: señaló que se realizará entre el viernes 15 y el sábado 16 de diciembre, en formato digital y de manera simultánea en todo el país, en los centros educativos que el Consejo de Formación en Educación (CFE) puso a disposición. Habrá dos turnos y no tendrá costo ni límite de cupos.

Por otro lado, quienes se presenten deberán cumplir con ciertos requisitos para ser habilitados a realizar la prueba: además de ser egresados como maestros de educación primaria, de primera infancia y profesores de educación media, si finalizaron la carrera antes de enero de 2023, tendrán que haber ejercido la docencia directa o indirecta desde 2022 hasta la actualidad, en algún centro educativo del país. De lo contrario, aunque sean docentes egresados, deberán volver a ejercer para posteriormente poder acceder al reconocimiento del título a través de la prueba.

Asimismo, Parodi esbozó que si el maestro o profesor egresado cursó y finalizó una trayectoria de maestría o posgrado vinculado a la temática, podrá convalidar el título. Baroni agregó que “siendo instituciones reconocidas, está validado el proceso universitario”, siempre y cuando no se trate de especializaciones, sino maestrías y doctorados que se vinculen directamente “con lo pedagógico o el área del conocimiento del profesorado que está ejerciendo”. Señaló que posteriormente, las autoridades anunciarán un espacio para que los involucrados puedan presentar los documentos correspondientes para ser analizados y finalmente aceptados para convalidar.

Para la realización de la prueba, a su vez, deberán llenar un formulario web, en el que se pide adjuntar la copia del título de grado, la selección de turno, la elección de sede en el departamento, las condiciones de accesibilidad y un consentimiento informado. Hasta el 17 de setiembre el formulario estará disponible, en octubre se comunicarán los habilitados y en noviembre la sede y el turno.

Luego de la realización de la prueba en diciembre, a los 90 días estarán los resultados. Baroni afirmó que para no “señalizar” a los docentes que “no pudieron preparar adecuadamente la prueba” y, por tanto, no la llegaron a aprobar, no publicarán una lista con los nombres de aprobados y no aprobados, sino que les enviarán un correo electrónico con la indicación de “en qué áreas de mejora se puede seguir trabajando”.

En esos casos, ofrecerán cursos de nivelación y la prueba podrán hacerla hasta tres veces. Si en esas tres instancias no se logra la aprobación, brindarán un programa especial, para una mejor preparación que pueda permitir una posterior aprobación. Aunque se otorgue un título universitario, las autoridades aseguraron que los docentes no tendrán que pagar el Fondo de Solidaridad ni la Caja de Profesionales.

Más detalles

La propuesta de la prueba fue elaborada por el Ineed. Lasida esgrimió que se trató de “un desafío” y un “fortalecimiento” para el instituto, porque no habían trabajado antes con la población terciaria y de “carácter vincular”. Por tanto, recibieron el apoyo y asesoramiento durante todo el proceso del Ineed de Colombia, que ha trabajado en la temática.

En ese marco, Lasida explicó que la prueba evaluará cinco componentes: comprensión lectora, producción escrita y organización textual, matemática y estadísticas básicas, habilidades tecnológicas y digitales y habilidades para la educación inclusiva. Sobre esta última área dijo que es la única que tendrá un carácter diagnóstico, por lo que no será tomada como requisito para la aprobación.

Por otro lado, narró que los profesores de educación media tendrán que hacer una prueba más que los maestros, sobre cuatro áreas disciplinares: Humanidades -para profesorados de Historia, Literatura, Derecho, Filosofía y Sociología-, Artística -para Educación Musical, Comunicación Visual y Danza-, Ciencias -para Física, Química, Matemática, Ciencias Biológicas, Ciencias Geográficas, Informática y Astronomía- y Lenguas -para Español, Inglés, Italiano y Portugués-.

De acuerdo a Lasida, la prueba se realizará en línea a través de la plataforma SEA -Sistema de Evaluación de Aprendizajes- de la Administración Nacional de Educación Pública, ya que es con la que los docentes “están familiarizados”. La prueba será en dos partes para todos los docentes, el 15 y 16 de diciembre, y tendrá una duración de tres horas y treinta minutos cada día.

“Esto va a acarrear beneficios enormes a nuestros docentes, va a poder permitir el estudio de posgrado a nivel regional y mundial sin mayores explicaciones”, manifestó Baroni. A su vez, dijo que el acceso al título universitario “jerarquiza la profesión docente con respecto a la Universidad de la República”. Para el director de Educación, la jerarquización, que implica una “igualdad de condiciones”, no sólo se da “en los papeles”, sino a nivel social.

Por otro lado, Baroni explicó que la realización y aprobación de la prueba “va a otorgar beneficios”, pero “no va a impedir que [el docente] continúe con el ejercicio de la profesión docente” si elige no realizarla.

Para el ministro, la efectivización del reconocimiento universitario para la formación docente es un “momento trascendente”: “Lo que estamos empezando a hacer es saldar una deuda histórica que Uruguay tiene con sus docentes, que es el darle el carácter universitario a su formación”.

A su vez, Da Silveira señaló que “contra la sospecha, acá no se trata de regalar papelitos, acá hay una prueba en serio, que son un montón de horas hacerla, pero además hay que acreditar solvencia mínima en las áreas, y si no se acredita esa solvencia, tendrá que intentarlo otra vez”. Para finalizar, el ministro de Educación explicó el porqué de la prueba y su aprobación: “Porque creemos en la excelencia, y estamos radicalmente en desacuerdo con los que dicen que no es importante. Si no la buscamos, lo único que hacemos es perjudicar a los alumnos”.