Días atrás, la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) convocó una conferencia de prensa para anunciar que el próximo 15 y 16 de este mes realizarán un paro nacional. La decisión fue acordada en la asamblea general de delegados y, según manifestaron, se trata de un “paro político”: “Tiene que ver con decirles a los estudiantes y a las familias que se les está vulnerando sistemáticamente su derecho a la educación”, afirmó el vicepresidente de Fenapes, José Olivera. 

En ese sentido, Olivera esbozó varios puntos del conflicto, y uno de ellos es que desde 2020 la educación media superior es el “epicentro” de los “recortes” de presupuesto. El sindicalista aseguró que este año la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) “desarticuló” el liceo IAVA, mientras que en el Bauzá también denunció eliminación de varios grupos, aún cuando está en “una zona de Montevideo donde el hacinamiento en este tramo del sistema educativo era constante”. 

“No hay un argumento pedagógico para esto”, aseguró a la diaria Analía Meharu, vocera del núcleo sindical del centro educativo por la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (Ades) de Montevideo, quien confirmó que, sin previo aviso, les notificaron de la eliminación de los grupos. Asimismo, aseguró que a pesar de que han enviado reiteradas cartas y solicitudes a las autoridades de Secundaria para poder dialogar y negociar, no han tenido respuesta. Por esa razón, el núcleo sindical está analizando qué medidas tomar, y no descartan ocupar el centro educativo la semana que viene. 

El estudiantado también manifestó su descontento con la eliminación de los grupos: “El GEB [Gremio Estudiantil del Liceo Bauzá] está de luto”, esbozaron los estudiantes organizados del centro educativo en su cuenta de Instagram, “de cara a la eliminación de cuarto y el turno intermedio”. “Al Bauzá lo defendemos entre todos”, finalizaron. 

La especificación de la eliminación

Meharu explicó, en primer lugar, que hoy en día el liceo Bauzá tiene 82 grupos distribuidos en tres turnos diurnos: 27 cuartos y 55 grupos de quinto y sexto año. Asimismo, contó que desde “hace meses” han solicitado a las autoridades de Secundaria la planilla de proyección de grupos para 2025, “sabiendo que la Transformación Educativa suponía aumentar las horas de clase y que iba a implicar que iba a haber una redistribución en el liceo”. En ese marco, especificó que a través de Fenapes se solicitaron mesas representativas, “pero nunca una autoridad nos informó de la situación”. 

Así fue que, el último viernes de setiembre, el equipo de soporte técnico de Secundaria se presentó al liceo para notificarles que los cargos de docencia directa van a ser redistribuidos y que se iban a eliminar 27 grupos de cuarto año, según narró. Aún así, especificó que técnicamente no son 27 grupos los que se eliminan: “La pérdida real es de 13 grupos, porque la propuesta de Secundaria es quitar algunos grupos del Bauzá y llevarlos a otros liceos, como el Instituto José Batlle y Ordóñez y al liceo 56, y que del primero vengan algunos grupos de quinto año”. “Igual, 13 grupos son básicamente un liceo de Ciclo Básico: esa es la eliminación”, apuntó. 

En este contexto es que el núcleo sindical se reunió en asamblea rápidamente y llegaron a varias conclusiones, principalmente, la de que “no hay un argumento pedagógico para esto”. “Nosotros nos nutrimos de gurises sobre todo de la zona oeste, pero vienen de todos los barrios, porque el Bauzá tiene una característica de que es bastante céntrico, tiene locomoción”, dijo, y no se mostró afín a la idea de que los estudiantes vayan a un liceo como el 56, que está en el Prado, “cuando muchos ni tienen locomoción”.

Para Meharu, con esta modificación “no se está evaluando la trayectoria de los gurises”. Además, se preguntó “qué va a pasar con los estudiantes de cuarto que quedan en el liceo, porque algunos puede que repitan y otros que recursen, pero al eliminarse los cuartos deberían irse a otro liceo, y nosotros asumiremos de quinto y de sexto”. 

En cuanto a los docentes, explicó que la redistribución “supone que un profesor de cuarto tenga que tomar horas en un liceo y en otro, y eso implica un traslado y el multiempleo”. 

En noviembre del año pasado, la directora general de Educación Secundaria, Jenifer Cherro, habló sobre la reducción en la cantidad de grupos que tuvo también lugar en el liceo Dámaso Antonio Larrañaga: dijo que tiene que ver con que el centro educativo dejaba de tener horas de clase de 35 minutos y que iban a pasar a ser de 45 minutos, como en la mayoría de los liceos, a partir de la Transformación Educativa. En suma, planteó que dicho liceo tendría “dos turnos extendidos y un nocturno en vez de tener cuatro turnos”. Según dijo, este cambio tuvo que ver con que los liceos que tienen horas de 35 minutos “pierden alrededor de dos meses de clase” al año.

“Sin duda tiene que ver con el aumento de la carga horaria, porque pasaremos a tener 45 minutos en vez de 35, pero la eliminación de todo un grado, que es cuarto año, no tiene fundamentos; podría distribuirse entre cuarto, quinto y sexto, pero mantener los tres niveles”, aseguró, en ese marco, la docente del núcleo sindical del Bauzá.

Por estas razones, los docentes organizados del centro educativo analizan tomar algunas medidas, además de hablar con las familias de los estudiantes para notificarles de la resolución de Secundaria. Entre estas medidas, Meharu dijo que no descartan ocupar el liceo Bauzá la semana entrante. Según señaló, “el escenario ideal es sentarnos con las autoridades para hablar sobre la proyección de grupos para el 2025 y ver la posibilidad de mantener los tres ciclos”. 

En otros liceos

Camila Menchaca, presidenta de Ades Montevideo, narró a la diaria que en los últimos años en varios liceos se eliminaron grupos, “porque funcionaban con cuatro turnos y tenían horas de 35 minutos en vez de 45”: “Primero se le sacó al Liceo 10, después se le sacó al Dámaso, cuando se le sacó al Dámaso se le sacó también a Paso Carrasco y algún otro liceo del interior”. 

En ese marco, aseguró que “de los pocos liceos que quedan en este momento funcionando con cuatro turnos son el Bauzá, uno de Ciudad de la Costa y el liceo de Punta del Este”. De acuerdo a Menchaca, como consecuencia de la Transformación Educativa “no entran la cantidad de horas y los talleres en tres turnos diurnos más uno nocturno”. Por esa razón, Secundaria “quita uno de esos tres turnos diurnos y los convierte en liceos de dos turnos en vez de tres diurnos y un nocturno, por tanto, se saca toda una franja de grupos, todo un turno”. 

Tanto en el caso del Liceo 10 como en el Dámaso, parte de los grupos eliminados fueron enviados a otros liceos, mientras que en el IAVA, en el que también “sacaron todos los cuartos, a algunos los mandaron al Liceo 1, que fue muy complicado”. Sobre el IAVA, aseguró que se trata de un “caso diferente”, porque para eliminar el ciclo el fundamento fue que “iban a hacer una obra”, y en suma, el liceo que recibió los grupos “es una casona vieja, no tiene patio, es realmente complejo y ellos están pidiendo que por favor esos grupos vuelvan al IAVA, porque no los pueden sostener”. 

En cuanto al Bauzá, al redistribuir los grupos y “sacar grupos a otros liceos”, para Menchaca se trata de “una pérdida neta muy grande”. Según consideró, ello no tiene “fundamento, más allá de lo que parece casi un capricho: aplicar la Transformación Educativa en quinto y sexto sin saber cómo, porque les hemos preguntado cuestiones al respecto del funcionamiento de los turnos, de los talleres, etcétera, y no tenemos respuestas concretas”. 

La complejidad se acrecienta porque, de acuerdo a la presidenta de Ades Montevideo, “tenés que sacar grupos a los liceos para poder albergarlos en un contexto en donde el pasaje de grado es cada vez más en bloque: los estudiantes, como no pueden repetir de primero a segundo, pasan en bloque, y eso genera que los grupos se van superpoblando progresivamente”. “Ahí hay un problema de concepción, porque un liceo de ciclo básico es un liceo de ciclo básico. No le puedo agregar un quinto a un liceo, porque estamos mezclando chiquilines con edades distintas, con necesidades diferentes”, aseguró. 

En resumen, para Menchaca, las medidas tomadas por Secundaria son “un parche que realmente no soluciona” y lo adjudicó a que las autoridades pretenden decir “que se transformó toda la educación, desde la escuela hasta sexto de liceo, con un plan que realmente no está claro cómo va a funcionar”.