Este lunes, dirigentes de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) recibieron en su sede a las autoridades designadas para hacerse cargo de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) en el próximo gobierno: Manuel Oroño, quien será el director del organismo, y Sandra Peña, la próxima subdirectora. La idea de la reunión fue tener un primer intercambio acerca de distintos temas que son prioritarios para ambas partes.

Emiliano Mandacen, secretario general de Fenapes, valoró en diálogo con la prensa que el hecho de que el primer intercambio entre autoridades designadas y la federación haya sido en la sede del sindicato es una “señal simbólica importante”. Además, dijo que los planteos del sindicato se basan en documentos y planteos ya realizados, como las bases acordadas en conjunto con la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay. En resumen, el dirigente afirmó que se apunta a que mejoren las condiciones de estudio para los adolescentes y las condiciones de trabajo para los docentes.

Uno de los temas que estuvieron sobre la mesa fue el planteo de Fenapes sobre la necesidad de que el próximo gobierno “repare el daño causado” a algunos docentes que sufrieron persecución por parte de las actuales autoridades, como el exdirector del IAVA Leonardo Ruidíaz y los profesores de San José sancionados por sacarse una foto en el liceo en el marco de la campaña contra la reforma “Vivir sin miedo”, en 2019.

Consultado al respecto por la diaria al salir de la reunión, Oroño manifestó que la intención del próximo gobierno será ampliar la participación y también la libertad de cátedra de los docentes, para lo que será necesario recuperar la confianza de los educadores. Según entendió Oroño, resoluciones como las del IAVA y San José fueron una “persecución clara”, algo que “va a contramano” de la intención del gobierno electo.

Si bien Oroño aseguró que los casos están siendo estudiados por la Organización Internacional del Trabajo y que el gobierno entrante de la educación deberá ver cómo lo aborda, adelantó que una vez que asuma la DGES “corresponde, por lo menos, una revisión y eventualmente una reparación, aunque sea simbólica, para todos los docentes que fueron injustamente perseguidos”.

Fenapes considera prioritario “desburocratizar el trabajo docente”

Consultado al respecto, Mandacen dijo que Fenapes tiene una posición “muy clara y fundamentada” sobre la transformación curricular: para el sindicato, “lejos de ser una transformación, es un profundo retroceso”. “Lo que hizo fue, en algunos aspectos, aumentar el flujo dentro del sistema y debilitar los procesos de aprendizaje de forma estructural”, resumió el dirigente.

Si bien Mandacen habló de la necesidad de “ir trabajando gradualmente para establecer elementos que vayan desarticulando” el proceso, adelantó que en lo inmediato “es fundamental desburocratizar el trabajo docente”, ya que es “algo que se reclama en todos los rincones del país”.

Además, el dirigente sindical sostuvo que se deberán “revisar las apoyaturas” que reciben los estudiantes, ya que la actual administración los ha “debilitado”, entre otras cosas, “porque se aglomeran en una etapa del año en la que muchos estudiantes no tienen boleto”. “Hay que volver a las apoyaturas por asignatura, una reivindicación que este sindicato tiene desde hace más de cinco décadas”, reclamó Mandacen.

Respecto de sus expectativas de relacionamiento con la administración, el secretario general de Fenapes dijo que, si bien mantuvieron diálogo con las actuales autoridades, estas hacían “caso omiso” a los planteos del sindicato. “Los espacios de negociación implican diálogo, no implican la obligación de acordar, pero implican tener buena fe en la negociación y establecer una estructura de negociación que permita avanzar”, agregó, y cuestionó que algunos jerarcas del gobierno de la coalición multicolor tenían un “desconocimiento profundo de lo que se estaba dirigiendo”.

El dirigente de Fenapes también consideró importante “restablecer los colegiados”. Puso como ejemplo de esto la reciente autodesignación de la titular de la DGES como inspectora. Según señaló, algo así no ocurriría en una conducción colectiva con participación de otros actores.

Oroño habló sobre la idea de reorientar becas y de garantizar la alimentación a liceales

Por otra parte, Oroño mencionó que las nuevas autoridades tienen previsto crear distintos mecanismos de participación, lo que incluye diferentes comisiones bipartitas para abordar las condiciones de trabajo de los profesores. En ese plano, marcó la necesidad de atender los planteos de las Asambleas Técnico Docentes y las asociaciones profesionales de profesores, así como de tener un vínculo fluido con la academia y la producción de conocimiento sobre la educación.

Como un aspecto importante para mejorar las condiciones de aprendizaje de los estudiantes, el jerarca designado habló de la necesidad de enfocar las becas para que lleguen a los estudiantes que lo están necesitando. Al respecto, dijo que este también será un instrumento para favorecer la asistencia de los liceales a los centros educativos, una preocupación central de las próximas autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública.

Consultado sobre la posibilidad de extender la alimentación escolar a la educación media, Oroño dijo que esa es una parte de las medidas que serán importantes para favorecer los aprendizajes de los estudiantes y que habrá que estudiar de qué manera es posible instrumentarlo. Al respecto, sostuvo que no necesariamente se deben implementar comedores en los centros educativos y aseguró que será central la coordinación con otros organismos del Estado, como los ministerios de Desarrollo Social y de Salud Pública.

Oroño contó que la transición en secundaria aún no ha comenzado formalmente, más allá de que ha mantenido algunas conversaciones con Cherro, quien se comprometió a instalar las comisiones de transición a la brevedad.