En el marco del denominado mes de la memoria, marcado por la realización de la Marcha del Silencio, la Dirección de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) organizó un conversatorio sobre educación, derechos humanos y pasado reciente. Según explicó el titular de la dirección, Gabriel Quirici, la iniciativa es la primera de varias acciones que llevará adelante el Programa de Derechos Humanos del MEC, que cuando asumieron las actuales autoridades contaba con una funcionaria y será potenciado en la actual administración.
Precisamente, Quirici planteó que la posibilidad de invitar a distintos organismos del Estado y a la sociedad civil a “conversar” sobre la temática apunta a la necesidad de incorporar la perspectiva de derechos humanos a las políticas educativas, pero “sin burocratizar” las acciones que se puedan llevar adelante.
Eliana Mongelar, integrante del equipo de la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia de la República, señaló que desde esa dependencia se apuntará a que todos los organismos del Estado tengan planes de acción en esta área y que estén en coordinación entre sí y con los lineamientos de la secretaría. Además, se promoverán espacios interinstitucionales de trabajo y que la secretaría apunta a salir de la lógica capitalina para que las acciones lleguen a todo el país. En ese sentido, dijo que la titular del organismo, Colette Spinetti, desde que asumió el cargo está recorriendo el país y, de hecho, no pudo asistir al conversatorio porque está en Rivera.
Mongelar sostuvo que la educación es clave para diversos aspectos del ejercicio de los derechos humanos y planteó que las personas deberían tomar contacto con la temática desde la primera infancia.
Por su parte, Alejandra Casablanca, directora de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, que también funciona en la órbita de Presidencia de la República, se refirió a la necesidad de escuchar a los docentes cuando se habla sobre educación. Ellos son quienes trabajan “en el barro” y “poniendo el cuerpo” en los centros educativos, fundamentó.
La jerarca contó que la educación y los derechos humanos serán una de las principales líneas de su gestión en la secretaría y que para eso el trabajo en conjunto con el MEC será clave. De forma más general, sostuvo que generar una política pública de memoria en Uruguay “quedó en el debe” en los últimos gobiernos, incluidos los anteriores del Frente Amplio, y que la actual administración tiene la voluntad de que eso cambie.
Algunas claves para el abordaje de los derechos humanos a nivel curricular y en el aula
Perico Pérez Aguirre falleció en 2001, pero su aporte a la causa de los derechos humanos es una referencia ineludible. Así lo explicitaron las intervenciones de Madelón Aguerre, del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), y de María Celia Robaina, del equipo de educación de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH), que está integrado por dos personas.
Robaina presentó algunas claves para el abordaje de los derechos humanos en el ámbito educativo y sostuvo que es clave que se aborde “el edificio jurídico” que sostiene la temática, lo que no sólo incluye las leyes nacionales, sino también convenciones y declaraciones de organismos internacionales especializados. Uno de los desafíos en esta materia, afirmó, consiste en llevar esas normativas, escritas en una jerga jurídica, a un lenguaje más coloquial. De la misma forma, habló sobre la necesidad de que en los contenidos se incluya el funcionamiento de los organismos internacionales de derechos humanos y de los que operan en Uruguay, como la INDDHH, a los que se puede acudir cuando se entiende que existió una vulneración de derechos.
Robaina hizo referencia también a la necesidad de incluir una dimensión “ética, moral y de construcción de una cultura de derechos humanos” y, a partir de lo que planteaba Pérez Aguirre, de “no quedarse en los documentos escritos”. Al respecto, dijo que es necesario ver cómo operan esos discursos en la práctica, ya que, por ejemplo, aunque esté establecido que todos los ciudadanos son iguales, no todo el mundo trata a los demás como iguales.
Entre algunos temas específicos que el abordaje curricular de los derechos humanos debería incluir, Robaina mencionó la resolución pacífica de conflictos, el involucramiento en problemas de la sociedad, la aceptación de que otras personas puedan pensar de manera diferente y la importancia de lo colectivo. Al respecto, afirmó que “los derechos humanos se conquistan” y que debe quedar claro que eso no se logra de manera individual.
Robaina, quien también es la actual presidenta de la Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria, planteó que esos espacios son ámbitos propicios para la educación y la difusión de esa parte de la historia. En ese sentido, retomando a Pérez Aguirre, sostuvo que “los testimonios son una herramienta imprescindible” para educar desde esta perspectiva, ya que “el grito del que sufre nos hace conmover” y, precisamente, los sitios de memoria son un aporte en ese sentido. Además, planteó la importancia de que la educación aproveche fechas clave, como el 20 de mayo o el 27 de junio, aniversario del último golpe de Estado, para abordar con los estudiantes lo que ocurrió en el pasado reciente.
La funcionaria de la INDDHH dijo que en estos temas el pasado debe dialogar con el presente. Se refirió, por ejemplo, a las violaciones a los derechos humanos que ocurren en las cárceles uruguayas. También señaló que las redes sociales han traído aportes pero también “perjuicios”, sobre todo para los jóvenes. Al respecto, enumeró la contribución de esas plataformas a la instalación de un debate polarizado y con burbujas informativas, lo que repercute negativamente en la calidad del debate público.
Por su parte, Andrés Serralta, el otro integrante del área de educación de la INDDHH, enumeró una serie de acciones que lleva adelante la institución, como una plataforma de cursos y recursos educativos, la realización de un juego de mesa y la publicación del libro Facundo cuenta (contigo).
Aguerre recordó los inicios de Serpaj, hace 40 años, e hizo hincapié en que la necesidad de educar en derechos humanos está presente “desde la génesis” de la organización. De esos primeros tiempos recordó una instancia de formación para docentes a cargo de Pérez Aguirre, que luego desembocó en la realización de un curso a distancia, en épocas en las que no existía internet.
La integrante de la organización planteó que “la paz es fruto de la justicia” y por eso es relevante hablar de esta última cuando se abordan los derechos humanos. Concluyó que se trata de una temática que no puede estar presente “sólo en un semestre”, sino que tiene que ser parte del tránsito de las personas durante todo el sistema educativo.