(Hoy es 7 de octubre. Faltan 20 días para las elecciones nacionales)
Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.
Ya en las últimas tres semanas previas a las elecciones, se registran dos tendencias simultáneas y en cierta medida contradictorias. Por un lado, recrudece y se polariza la contienda por la presidencia de la República (que, según indican todos los datos disponibles, continuará durante noviembre entre Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou): por otro, se diversifican los mensajes, a medida que se despliegan todas las campañas de sectores partidarios para ingresar al Parlamento; las que se desarrollan a favor y en contra de la reforma constitucional que se someterá a plebiscito el último domingo de este mes; y también las que apuntan a sectores sociales específicos, vinculando reivindicaciones sectoriales con propuestas partidarias.
En este último rubro está, como es tradicional desde hace décadas, la presencia de numerosos dirigentes sindicales en listas, muy mayoritariamente en las del Frente Amplio (FA). Un relevamiento realizado por la diaria indica que diez de los 18 integrantes del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT son también candidatos del oficialismo (la mitad de ellos en la lista 1001), aunque también queda de manifiesto que esto implica más un apoyo simbólico que una verdadera posibilidad de que esos sindicalistas vayan a ocupar bancas en el Parlamento, debido a sus respectivas ubicaciones en las listas.
Paralelamente, los militantes de la Articulación Nacional No a la Reforma, que se movilizan contra la iniciativa impulsada por el senador nacionalista Jorge Larrañaga, exponen sus críticas a ese proyecto, en forma paralela a la campaña por el Sí desarrollada por el propio Larrañaga. Cabe señalar que, si bien ninguno de los candidatos a la presidencia de la República respalda esa reforma, los integrantes del grupo opositor a ella entrevistados por la diaria opinan que tanto el FA como los partidos Nacional y Colorado proponen políticas de seguridad con un énfasis punitivista que ellos no comparten. Y podemos dar por descontado que, si hubieran mencionado también a Cabildo Abierto (CA), su diagnóstico no habría sido distinto.
Y ya que hablamos del partido liderado por Guido Manini Ríos, en estos días su campaña no puede -y quizá no quiere- desvincularse de las controversias acerca de su condición de indagado, por lo que hizo (o más bien por lo que no hizo), cuando era comandante en jefe del Ejército, en relación con las declaraciones de José Gavazzo y Jorge Silveira ante un tribunal de honor de esa fuerza. La defensa de Manini presentó recursos de inconstitucionalidad que postergaron su citación a declarar, y Eduardo Lutz, uno de sus abogados comentó que si el proceso se reactiva, el líder de CA ya tendrá fueros como legislador, pero ahora el candidato asegura que está dispuesto a renunciar a ellos para “enfrentar a la Justicia como corresponde”. De paso, insiste en presentar todo el proceso como una ofensiva para perjudicar su desempeño electoral, impulsada desde el Poder Ejecutivo mediante un fiscal “mandatado”.
Hasta mañana.