“Yo pienso aquí en lo que podríamos hacer para construir un pequeño país modelo”, dijo José Batlle y Ordóñez en París, en 1908. Con esta cita empieza la primera de las 288 páginas del programa de gobierno del sector Ciudadanos, del precandidato Ernesto Talvi, del Partido Colorado, que terminó de presentar ayer en la sede de Martínez Trueba, finalmente en formato libro. Al inicio de la presentación, Talvi señaló que la diferencia entre los países desarrollados y Uruguay es que los “cuadros políticos profesionales y técnicos” y “la gestión de los asuntos del Estado y de gobierno” están en manos de “las personas capacitadas”. Subrayó que su programa está formulado por 300 “cracks”, que se organizaron en 49 grupos temáticos, durante diez meses, lo que significó 35.000 “horas hombre-mujer de trabajo altamente calificado”.

El precandidato indicó que lo primero que entendieron luego de analizar la situación de país es que “no anda cuando tortura al campo con regulaciones y altos costos” y que “nuestra capacidad de crecer” está en “abrazar el destino de ser un un formidable productor de alimentos y de fibras naturales de altísima calidad, como Nueva Zelanda”. En el programa se señala que “lo primero que hay que reconocer” es que “el problema de la competitividad” que sufren el agro y la agroindustria “tiene su origen fundamentalmente en el déficit fiscal”, porque la reacción inicial del gobierno ante el “desajuste” fue aumentar los impuestos y las tarifas de los servicios públicos, y luego porque, “cuando eso no funcionó”, se “optó por emitir deuda en pesos y a tasas altas”, y por ende, “a inducir el encarecimiento de los costos productivos a través de un encarecimiento del peso uruguayo con respecto al dólar”. El equipo de Talvi propone reducir “en forma paulatina y responsable la proporción de los impuestos no asociados al ingreso o las ganancias”, los denominados “impuestos ciegos”, en la contribución total del agro, que “pasaron de representar entre 30% y 40% de la recaudación total del sector a 60% en 2018”.

Talvi señaló que, en segundo lugar, hay que “terminar con la diplomacia de cóctel”, por lo tanto, propuso reorientar la diplomacia uruguaya como lo hicieron Nueva Zelanda y Chile, hacia una “diplomacia comercial”. “Una gran fuerza de ventas con oficinas comerciales desplegadas en todos los mercados estratégicos para abrir camino a nuestros productos”, explicó. Además, planteó un Mercosur que sea “zona libre de comercio, ágil, moderna y dinámica”, y nos permita “mantener las preferencias que hoy tenemos con Argentina y Brasil, y salir a la conquista de otros mercados”.

Al igual que en el debate televisivo con el precandidato del Frente Amplio Óscar Andrade, en su discurso Talvi puso muchas veces a Chile como ejemplo, como es el caso de la regla fiscal, que, según el programa, “determinará que el gobierno sólo pueda gastar los recursos que normalmente tiene y no los recursos adicionales que circunstancialmente pueda tener”. “El primer paso será establecer un Comité Fiscal independiente compuesto por expertos especializados del sector público, privado y académico, que año a año tendrán la labor de determinar cuáles son los ingresos estructurales con los que la Administración podrá contar previsiblemente en el futuro, tal como se hace en Chile, Bélgica, Holanda y Reino Unido”, se señala en el documento. El precandidato sostuvo que una norma de ese tipo es para afrontar los tiempos de “vacas flacas, como los que tenemos ahora, sin ajustes fiscales, sin atraso cambiario y sin crisis”.

En cuarto lugar, dijo Talvi, hay que entender la necesidad de “incentivar la inversión privada”, a la que “hay que estimular, mimar y aplaudir”. “La empresa privada, en cualquiera de sus formas, sociedad anónima, cooperativa, etcétera, es la única fabricante de empleos, y con los impuestos que paga, financia los empleos del Estado”, señaló. Agregó que se necesita “liberar a la producción de sus ataduras” y promover un Estado que sea “socio” y no un “obstáculo par a la producción nacional”.

El precandidato de Ciudadanos dijo que analizarán “dependencia por dependencia” del Estado para ver “cuánta gente se necesita para hacer bien la tarea”. Aseguró que en “casi todas” las intendencias “hay más del doble del personal que se necesita”. “Vamos a una cultura de evaluación de los programas de gasto público, de una medición del costo y del impacto de los programas del Estado, [para saber] cuánto cuestan de verdad, cuánto se trabaja de verdad y cuántos recursos se usan en comparación con los países que lo hacen bien”, dijo. Agregó que Ciudadanos va por “recuperar la verdad aunque duela”, aplicando “un criterio de evaluación externa, independiente y severo de todos los programas que tenga el Estado”. Por último, dijo que los directorios y las altas gerencias de las empresas del Estado serán integrados por personas “competentes, capacitadas y experientes”, que ingresarán a su labor “por concurso de méritos” y que serán “evaluadas en su gestión”. “Y si no cumplen manejando las empresas de los ciudadanos al servicios de los ciudadanos, adiós, que te cure Lola”, finalizó.