En el último debate televisivo entre Óscar Andrade y Ernesto Talvi, opinando sobre las relaciones entre capital y trabajo, el precandidato colorado afirmó que los trabajadores precisan a los empresarios. Es más, deberían estarles agradecidos. Talvi llegó incluso a invitar a Andrade a que la próxima vez que vea a un empresario lo abrace y le diga: “Gracias por ser como sos”. El motivo es que, según Talvi, los empresarios son los únicos que crean empleo. Un comentario similar formuló el precandidato blanco Luis Lacalle Pou en su última participación en los desayunos de ADM, donde afirmó que los empresarios son los únicos que generan prosperidad.

Para sostener su afirmación sobre los empresarios, Talvi atacó la viabilidad de las empresas gestionadas por sus trabajadores (EGT). En su discurso este ataque tiene un rol central, ya que si las EGT fueran tan viables como las empresas capitalistas (EC), sus argumentos caerían y quedaría en duda si los trabajadores realmente necesitan a los empresarios.

Ahora, ¿qué es lo que realmente sabemos sobre cómo les va a los trabajadores cuando no tienen un patrón? ¿Qué sabemos sobre las EGT en Uruguay? Voy a tratar de dar un panorama de algunas cosas que sí sabemos y que surgen de diferentes trabajos de investigación que hemos desarrollado en el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República (FCEA-Udelar).

En un primer trabajo que publicamos con Gabriel Burdín en 20091 se concluye que el empleo es más estable en las EGT cuando se lo compara con las EC. En tiempos de crisis, los trabajadores de las EGT prefieren ajustarse el cinturón entre todos antes que echar a un compañero de trabajo. Esto obviamente implica que en coyunturas negativas los trabajadores de las EGT experimentan una mayor caída de sus ingresos que en las EC. Por el contrario, en contextos adversos las EC suelen ajustar despidiendo trabajadores y reduciendo menos sus salarios.

En un trabajo posterior de Gabriel Burdín2 se muestra que el planteo de Talvi de que las EGT fracasan más que las EC no es correcto. La proporción de empresas que cierran es alta en ambos grupos. Entre las empresas capitalistas, la mayoría cierra antes de cumplir cinco años. Sin embargo, uno de los resultados de este trabajo es que las EGT sobreviven tanto o más tiempo que las EC.

Los trabajos recién mencionados muestran que las EGT no fracasan más que las EC y que además sus empleos son más estables. Sin embargo, alguien podría dudar de la capacidad de las EGT para generar nuevos empleos. Eso es lo que analiza otro trabajo que hicimos con Guillermo Alves y Gabriel Burdín.3 En él se muestra que la tasa de creación neta del empleo es casi la misma. La capacidad para expandir el empleo es apenas inferior en las EGT.

En otro trabajo, Gabriel Burdín analiza la estructura salarial de las EGT y algunas de sus consecuencias sobre la dinámica del empleo dentro de las EGT.4 Uno de los resultados a los que llega es que en promedio, los trabajadores de las EGT tienen un ingreso levemente mayor que el que tendrían en una EC.

Resumiendo, la evidencia que hay para Uruguay sugiere lo contrario a lo que dijo Talvi. En el caso de las EGT uruguayas, a sus trabajadores parecería que les va mejor cuando no tienen patrón.

Algunas hipótesis pesimistas han propuesto que cuando a las EGT les va bien, se terminan transformando gradualmente en empresas capitalistas al ir contratando cada vez más trabajadores no socios. Si esto fuera correcto, esto pondría en duda la capacidad de las EGT de crecer generando empleo y seguir siendo una EGT. Sin embargo, en otro trabajo recientemente publicado se muestra que las EGT uruguayas más exitosas no tienden a contratar más trabajadores no socios.5

Por último, otro trabajo (todavía no terminado) referido más específicamente a las empresas recuperadas (ER), muestra que las ER sobreviven más que las EC y que las demás EGT. Además, teniendo en cuenta las características de quienes trabajan en estas empresas (trabajadores que se emplearon previamente en una EC que se fundió), los ingresos que obtienen no son menores que los que tendrían en una EC.6

Obviamente, los análisis realizados no permiten afirmar que los resultados encontrados para las 200 y pico de EGT uruguayas (y sus más de 6.000 trabajadores) serían los mismos si todas las empresas de Uruguay fueran gestionadas por sus trabajadores (una economía sin patrones). Sin embargo, sí podemos rechazar la afirmación de Talvi de que las EGT uruguayas han sido un fracaso y que estos emprendimientos no son capaces de generar empleo. Estos trabajos de investigación muestran que, por el contrario, los trabajadores de las EGT sí han logrado tener un empleo sin necesidad de ser empleados de un inversor capitalista. Y que al hacerlo, han generado empleos de mayor calidad (mayor estabilidad del empleo y mayores salarios) que los que hubieran tenido gracias a un empresario.

Por lo antedicho, tal vez sea apresurado salir a abrazar empresarios.

Andrés Dean es economista.


  1. Burdín, Gabriel y Dean, Andrés (2009). “New Evidence on Wages and Employment in Worker Cooperatives Compared with Capitalist Firms”. Journal of Comparative Economics, Elsevier, vol. 37(4), pp. 517-533. 

  2. Burdín, Gabriel (2014). “Are Worker-Managed Firms More Likely to Fail Than Conventional Enterprises? Evidence from Uruguay”, ILR Review, Cornell University, ILR School, vol. 67(1), pp. 202-238. 

  3. Alves, Guillermo, Burdín, Gabriel y Dean, Andrés (2016). “Workplace Democracy and Job Flows”, Journal of Comparative Economics, Elsevier, vol. 44(2), pp. 258-271. 

  4. Burdín, Gabriel (2016). “Equality under Threat by the Talented: Evidence from Worker‐Managed Firms”, Economic Journal, Royal Economic Society, vol. 126(594), pp. 1372-1403. 

  5. Dean, Andrés (2019). “Do Successful Worker-managed Firms Degenerate?”, Journal of Comparative Economics, Elsevier, vol. 47(2), pp. 317-329. 

  6. Dean, Andrés (2019). “Un análisis del desempeño comparado de Empresas Recuperadas, otras Empresas Gestionadas por sus Trabajadores y Empresas Convencionales en Uruguay”, Documentos de Trabajo 19-11, Iecon-Udelar.