Desde su sede en Trouville, el senador y precandidato colorado José Amorín Batlle esperaba de buen ánimo su tercer puesto: “Si voto el 20%, me voy triste de acá”, dijo, augurando una votación al menos similar a la de 2014, cuando había obtenido el 26%. Pero los resultados primarios que comenzaron a conocerse sobre la noche de ayer apenas le asignaron un magro 8%. “La verdad es que no imaginaba que [Ernesto] Talvi votara tanto. Proyectaba una votación más pareja, y yo esperaba más votos”, reconoció a la diaria antes de irse a la sede del partido.
“Talvi ya dijo que no quiere decidir la fórmula hoy [por ayer], cuando nosotros pensábamos que se debía resolver entre el primero y el segundo. Él, que fue el que ganó, tuvo la iniciativa, así que habrá que esperar. Estaremos a la expectativa”, dijo, convencido de que “en este negocio” lo que cuenta es “aprender a negociar”. Advirtió, no obstante, que el Partido Colorado debe resolver la fórmula rápido: “Aparentemente, Talvi tiene más de la mitad de los votos; con eso ya es el candidato, y que no tengamos que votarlo en la convención ya es muy importante”, consideró. Para el senador, los resultados confirman las ansias de renovación dentro del partido, más allá de que evaluó como muy bueno el desarrollo de la campaña de Talvi. “Si el resultado es así, [Julio María] Sanguinetti se tiene que matar”, bromeó, al pasar, mientras una treintena de militantes aguardaban expectantes las primeras cifras.