Hasta hace pocos días, la candidata a la vicepresidencia por el Frente Amplio (FA), Graciela Villar, se presentaba en sus redes sociales como “psicóloga social”. Luego, cambió la descripción de su perfil profesional a “formación en socioanálisis”, según una nota de El Observador publicada esta semana. A raíz de la situación, la propia Villar emitió un comunicado en el que aclaró que nunca tuvo un título universitario, que su formación técnica está “debidamente documentada” y que la modificación de su perfil fue para evitar “especulaciones”.
El título de psicólogo social “no existe” como tal en Uruguay. Así lo expresó a la diaria la decana de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República, María José Bagnato. “No es una titulación que se ofrezca desde la Facultad de Psicología ni desde otro ámbito que esté acreditado oficialmente”, dijo Bagnato. La obtención de la Licenciatura en Psicología habilita al profesional a poner en práctica la psicología social, y no se requiere especialización alguna.
Bagnato señaló que tiempo atrás la formación en psicología social estuvo sujeta a instituciones privadas, que comenzaron a funcionar antes de la dictadura y se extendieron hasta la década del 90, y que es “muy frecuente encontrar personas formadas en esas instituciones que se denominan psicólogos sociales”. De todas formas, aclaró que estas instituciones “no tienen una regulación” de la facultad ni de otra dependencia de la Universidad de la República. A su vez, la decana sostuvo que es “fácil asociar” a un egresado de una escuela de psicología social con un psicólogo social.
“En la época [de la dictadura] cuando se instalaron las instituciones privadas que ofrecían formación en psicología social, las personas se identificaban como psicólogos sociales. Luego esa formación no se oficializó como un ejercicio profesional”, explicó Bagnato. No obstante, puntualizó que “no corresponde hablar” de un psicólogo social como un profesional con formación formal y con un “título para un ejercicio profesional”.