El ex intendente de Montevideo Daniel Martínez, el senador Luis Lacalle Pou y el economista Ernesto Talvi vencieron en sus respectivas internas y competirán en las elecciones nacionales de octubre por la presidencia de la República.
Quien ganó más holgadamente fue el nacionalista Lacalle Pou, que estiró su diferencia bastante más de lo previsto sobre el empresario Juan Sartori y alcanzó el 53,8% de los votos en su partido, sacándole al segundo, Sartori, 33 puntos porcentuales de diferencia, según datos de la Corte Electoral, escrutado el 99,1% de los votos. La diferencia entre el senador y el empresario fue mayor a la esperada. Por el camino quedaron el senador nacionalista Jorge Larrañaga, que obtuvo 17,4%, y el intendente de Maldonado, Enrique Antía, que alcanzó 7,5% de los votos.
Otro que ganó con una diferencia mucho mayor de la prevista fue Talvi, y nada menos que frente al ex presidente Julio María Sanguinetti, quien sufrió su primera derrota electoral. El economista había logrado superar al otrora mandatario en la mayoría de las encuestas, pero la diferencia entre ambos precandidatos estuvo muy por encima de lo previsto. Talvi logró 53,8% de los votos, mientras Sanguinetti obtuvo 32,8%, sinedo la distancia entre ambos de 21 puntos porcentuales. Como era de esperarse, la precandidatura de José Amorín Batlle quedó marginada a un tercer lugar, por debajo de los otros dos contendientes, con 13,2%, según los resultados parciales de la Cote Electoral.
Martínez terminó siendo el que ganó por menor margen de los tres y el único que no llegó a 50% de los votos. Según los datos de la Corte Electoral, con el escrutinio de 99,1% de los votos, el candidato oficialista obtuvo 42% y se posicionó en primer lugar en la interna oficialista, quedando a 16,5 puntos porcentuales de la ex precandidata oficialista. La competencia entre la ex ministra de Industria, Energía y Minería Carolina Cosse y el dirigente sindical Óscar Andrade fue reñida: Cosse alcanzó el segundo lugar con 25,5% de los votos y Andrade quedó posicionado en el tercer lugar con 23%. A diferencia de lo que pronosticaron las últimas encuestas de intención de voto, Andrade se puso casi a la par de Cosse. En último lugar, como ya se proyectaba, quedó posicionado Mario Bergara con 9,3%.
Respecto de la votación por partidos, se volvió a reiterar la tendencia de 2014. El Partido Nacional fue por un margen bastante considerable el más votado en esta instancia, aunque el porcentaje, según los datos parciales de la Corte Electoral, se redujo de 47,8% a 41,6%. Empero, su distancia con el Frente Amplio se amplió respecto de 2014. El oficialismo pasó de casi 35% a 23,6%. En tanto, la votación del Partido Colorado fue superior, pero porcentualmente subió casi un punto, de 16% a 16,8%. La diferencia, por lo tanto, la marcaron los partidos menores.
Según los datos de la Corte Electoral, Cabildo Abierto dio la sorpresa y superó los 45.000 votos. Con un resultado bastante menor, también competirán en noviembre el Partido de la Gente, Asamblea Popular, el Partido Independiente, el Partido Ecologista Radical Intransigente, el Partido Verde Animalista, el Partido de los Trabajadores y el Partido Digital.
No pasó inadvertida la votación del ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos. A pesar de que Cabildo Abierto no mostraba competencia interna alguna –al menos sólo tenía un precandidato–, logró ubicarse en cuarto lugar, alcanzando 4,4% de los votos, según los datos parciales de la Corte Electoral.
Participación
A contracorriente de lo que había sucedido desde que se reformó el proceso electoral en 1996, la participación en las elecciones internas aumentó por primera vez, luego de cuatro elecciones consecutivas en declive. Del 37,7% de habilitados para votar que participaron en junio de 2014, este año la participación subió a cerca de 40%. El aumento, de todas formas, no alcanza a la participación de 44,2% de 2009. Cinco años antes, en 2004, la votación había sido aun mayor, 45,9%. Y en 1999, año en que se estrenó el formato actual de elecciones internas, 53,7% de los habilitados para votar lo hicieron, una marca que nunca fue superada.