(Hoy es 27 de agosto. Faltan 61 días para las elecciones nacionales)

Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.

Se puede discutir si la postulación de Beatriz Argimón a la vicepresidencia por el Partido Nacional (PN) fue el mejor complemento posible para Luis Lacalle Pou, pero no cabe duda de que se trata de una persona con considerable experiencia política, ni de que ha demostrado su compromiso con causas que no caben en el estereotipo de los nacionalistas como una colectividad caracterizada por sus posiciones conservadoras.

En la entrevista que concedió a la diaria, Argimón hizo lo que le conviene a su partido que haga: mostrarse como una persona capaz de articular, desde la presidencia de la Asamblea General y del Senado, una compleja coalición de gobierno formada por actuales opositores; no crear inoportunos problemas con ninguna de las fuerzas políticas que podrían integrar esa coalición; tampoco quemar los puentes con el actual oficialismo; y manejar con delicadeza aquellos temas en los que su posición personal no es la de otros nacionalistas.

Por otra parte, y mientras los candidatos de los mayores partidos mantienen una convivencia bastante apacible (un poco por el clima que instaló la enfermedad del presidente Tabaré Vázquez, y otro poco debido a que la disputa por los aún indecisos desaconseja las posiciones estridentes), siempre hay quienes no tienen nada electoral que perder, y pueden formular cuestionamientos más duros. Así, el sindicato de trabajadores de la seguridad social criticó en forma tajante las propuestas para la reforma del sistema jubilatorio manejadas por el candidato colorado Ernesto Talvi.

La última medición de Radar sobre intenciones de voto para un balotaje indica que tanto Talvi como Lacalle Pou seguirían derrotando al frenteamplista Daniel Martínez, pero la empresa registró en ambos casos diferencias menores que las de su medición anterior, publicada el mes pasado. El nacionalista tenía entonces una ventaja de seis puntos porcentuales, que ahora son sólo tres; y el colorado una de diez puntos, que ahora son seis. Sería interesante saber si esto se debe a la moderación de Martínez, a la agresividad de otros frenteamplistas, o a una combinación de ambas cosas.

Sea como fuere, en los tiempos que corren cualquier pensamiento -moderado o radical, refinado o primitivo- tiene sus portavoces. Esto, que suele ocurrir en los grandes números de las redes sociales, es menos frecuente entre la reducida cantidad de personas postuladas a la vicepresidencia de la República, pero el compañero de fórmula de Guido Manini Ríos, Guillermo Domenech, sostuvo que las leyes en las que se establecen derechos tienen un efecto prescriptivo. Así como hay quienes opinan que la legalización estimula o impone los abortos, el consumo de marihuana o el matrimonio entre personas del mismo sexo, Domenech considera probable que se quiera aprobar o se apruebe una norma que haga obligatoria la homosexualidad. Menos mal que no se refirió a las intenciones con las que considera que se impulsaría esa improbable ley, de la que no se conocen precedentes.

Hasta mañana.