El presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, convocó a una rueda de prensa en la sede de la central sindical en la mañana de este martes, donde abordó las formas de financiación que implicaría, de aprobarse, el plebiscito de la seguridad social, luego de que el presidente Luis Lacalle Pou lo calificara de “una historia loca”.

Abdala recordó los cometidos del plebiscito impulsado por la Comisión Nacional Afirmá tus Derechos: “Derecho a jubilarnos a los 60 años, recuperar el salario mínimo que rebajó la actual administración y llevarlo al nivel del salario mínimo nacional, y además establecer una seguridad social sin lucro”, al eliminar las administradoras de fondos de ahorro previsional (AFAP).

El dirigente explicó que la financiación es “de un doble carácter” y enumeró cuatro puntos que harían sostenible la medida. En primer lugar, destacó que el ahorro que supondría “no tener que transferir tanto dinero a las AFAP” asciende a “entre 1.400 y 1.500 millones de dólares por año”. Al ahorro se sumaría una “mayor eficiencia fiscal”, ya que “Uruguay tiene mucho problema para controlar la evasión en algunos sectores”, afirmó Abdala, y mencionó que, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, en el rubro del transporte carretero se evaden aproximadamente 120 millones de dólares anuales.

En segundo lugar, los impulsores de la papeleta blanca consideran que “estudiar con mayor rigurosidad las cuantiosas exoneraciones que se le da a la gran riqueza de este país” supondría otra forma de financiación del plebiscito. “Mientras en América Latina, el continente más desigual del planeta, se exonera a las grandes empresas un promedio del 3% del producto interno bruto, aquí en Uruguay andamos en el 6%. Estamos hablando de más de 2.000 millones de dólares por año”, aseguró Abdala.

Como último punto, el dirigente de la central sindical señaló la necesidad de “pensar en una reforma integral que tenga que ver con la justicia tributaria” y ejemplificó que “no puede ser que un gran empresario de los agronegocios pague un 1,9% de la jubilación, mientras que el trabajador paga un 15%”.

“Si efectivamente la seguridad social es un derecho humano fundamental, como dice nuestra papeleta, habrá que encontrar la forma de sostenerlo de manera eficaz”, manifestó Abdala, y recordó que el plebiscito otorga al Parlamento un período de dos años para su reglamentación.

Consultado sobre los dichos del presidente ayer durante la celebración del Día de la Construcción, Abdala respondió que la “historia –refiriéndose a la calificación de ‘historia loca’ hecha por Lacalle Pou– verdaderamente tétrica es que a la gente le prometieron que iba a disfrutar de una doble jubilación y las prestaciones que brindan las AFAP están en el orden de lo miserable”. “Realmente súper tétrico es que se haya prometido que no se les iba a cambiar las reglas del juego a los trabajadores y, en definitiva, a pesar de lo que el propio presidente de la República dijo en la campaña electoral, elevó al barrer la edad de jubilarse a los 65 años, [cuando] después de los 60 años sólo un 20% de la gente logra mantener el empleo”, planteó.

Para Abdala, la gente comprende los tres postulados básicos de la medida y hay “un clima de absoluto respeto” y “no de terrorismo, no de miedo que algunos desde el poder pretenden desarrollar”. Preguntado sobre las críticas que señalan que la propuesta del PIT-CNT se conformó sin diálogo social, Abdala afirmó que “está rodeada de un profundo diálogo con la población” y surgió de “amplias resoluciones de los congresos del PIT-CNT, donde participan miles de trabajadoras y trabajadores”.

En esa línea, el dirigente también aseguró que “de ninguna manera” sienten que quedaron solos en su campaña ante la libertad de acción definida por el Frente Amplio. Sin embargo, consideró que, de aprobarse el plebiscito, “sería un hecho en el cual la democracia directa expresa directamente los derechos de la gente”.