Muchas veces se repite que “Uruguay es chico y nos conocemos todos”, y en el interior esta frase está cerca de ser verdad. Sin embargo, pocas veces sucede que la competencia electoral se convierta, si se quiere, en una suerte de disputa familiar. En Treinta y Tres, Matías Silvera, hijo del actual intendente Mario Silvera, y la actual pareja del jefe comunal, Mónica Pereira, aspiran a quedarse con la banca nacionalista. En tanto, en Rocha, el dos veces intendente Irineu Riet Correa por el Partido Nacional (PN) compite por un lugar en la cámara baja con su hijo, Irineu José Riet, que se presenta por la lista 711 del Frente Amplio.

En el caso de Treinta y Tres, Pereira se presenta por la lista oficialista, la 71 de Marito, como dicen los militantes del actual intendente. Pereira es abogada y actualmente ocupa el cargo de directora departamental del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en la capital olimareña. En diálogo con la diaria, destacó que milita en la 71 “hace más de 15 años” y el hecho de aspirar a la diputación es “algo natural que surgió de los propios compañeros” de la agrupación.

Del otro lado, y en representación de la lista 26, está el edil Silvera, hijo del jefe comunal. A diferencia de Pereira, luego de haber apoyado la candidatura a la intendencia de su padre en 2020, ahora ha decidido emprender un camino propio, inscribiéndose en la corriente herrerista. Según dijo a la diaria, desde el comienzo de su carrera como dirigente político, que inició poco antes de esa elección, siempre buscó fortalecer su “propia identidad”, fundando incluso su “propia lista”.

En ese entonces, con tan sólo 22 años, según recordó, obtuvo 1.200 votos y se ubicó como la “tercera lista más votada” del PN en Treinta y Tres, sólo por detrás de la lista del intendente electo, su padre, y la del entonces intendente saliente, Ramón da Silva. “La gente nos iba pidiendo y nosotros vimos que teníamos que dar un paso al frente”, destacó Silvera sobre su candidatura, y reconoció que busca “tener un camino propio”.

“Cuando sos joven, en la política siempre tenés que estar un poco a los codazos. El hecho de ser ‘hijo de’ o ‘nieto de’ no me ha perjudicado, porque todo empieza en la gente. Cuando uno tiene el respaldo popular, es otra cosa”, agregó. En este caso, vale detallar que, más allá de ser hijo del actual intendente, también es nieto de dos exdiputados nacionalistas, Francisco Ortiz y Mabel Quintela.

Irineu Riet Correa (archivo, agosto de 2023).

Irineu Riet Correa (archivo, agosto de 2023).

Foto: Alessandro Maradei

Padre e hijo: “Vamos detrás del mismo objetivo”

Irineu Riet Correa se presentó en 1989 en las elecciones departamentales de Rocha por el Movimiento por la Patria -según recuerda, Wilson Ferreira Aldunate se lo pidió- y derrotó al intendente colorado Adauto Puñales. Luego de su gestión, fue derrotado por Puñales en las elecciones de 1994, para volver a la comuna en el 2000. Caracterizado, según se referenciaba en la época, por ideas “progresistas”, era cercano a otro intendente nacionalista de esa década, Rodolfo Nin Novoa.

Esta línea lo llevó a apoyar para el balotaje de 1999 al Frente Amplio (FA), con Tabaré Vázquez como candidato a la presidencia y Nin Novoa a la vicepresidencia. Terminado su mandato al frente del gobierno de Rocha, su última aspiración política fue en 2009, cuando compitió como precandidato a la presidencia en la interna blanca, junto a Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga.

“En aquel momento salí para no volver más a la política, fue una gestión muy dura, asumí un compromiso familiar de no meterme más en estos temas, porque estar enfrentado al poder es duro”, dijo a la diaria Riet sobre su salida de la intendencia en 2005. Sin embargo, reconoció que ahora su objetivo es que la fuerza política “pueda volver a lo suyo, a ser el partido de la libertad, el partido de la soberanía nacional”, y por eso decidió ser candidato a la diputación por la Lista 58 del PN.

En este caso, su vuelta a la política partidaria está acompañada por la particularidad de que también buscará la diputación, aunque por el FA, su hijo Irineu José Riet. Consultado por esto, el exintendente dijo que lo ve “como algo normal” porque “cada uno tiene su cabeza”. “Lo importante es que uno siente que los dos vamos detrás del mismo objetivo. Él eligió un camino y a mí se me hace muy difícil otro [que no sea el PN]”.

“Estoy dando la pelea, como blanco saravista, para que el partido que bajó banderas y pisoteó principios pueda volver a lo suyo”, resaltó Riet. De todas formas, admitió que entiende la decisión que tomó su hijo de pasar al FA. “Por mi manera de ser fui proscripto dentro del Partido Nacional. El partido no me quiere y le traspasaron ese desprecio a él”, señaló sobre la situación de su hijo.

Por su parte, Riet hijo, quien fue en su momento edil nacionalista y candidato a la diputación, señaló a la diaria que en su momento empezó a “evaluar” dónde podía “tratar de generar un espacio wilsonista para trabajar con la gente”, al igual que lo había hecho en el pasado su padre. Paralelamente, fue invitado a incorporarse por la lista 711 del FA, donde concretó su llegada a principios de 2023.

“Lo hemos hablado, le he planteado que me siento más cómodo con esa visión [wilsonista] dentro del Frente Amplio”, dijo Riet en referencia a la explicación que le dio a su padre sobre el cambio de partido. “Él plantea que esas batallas se dan dentro del partido y tal vez uno por un tema generacional calcula que ya no, que, por el contrario, debe encontrar los huecos para generar un espacio wilsonista dentro del Frente Amplio”, agregó.