“Educación, educación y más educación”, dijo tiempo atrás el expresidente José Mujica. Años más tarde, el también mandatario del Frente Amplio (FA), Tabaré Vázquez, hablaba de la necesidad del famoso “cambio de ADN” de la educación en el país. Con el cambio de partido en el gobierno en 2020, que terminó con la fase continua de tres quinquenios frenteamplistas, llegó la coalición multicolor con el colorado Robert Silva a la cabeza de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para implantar, contra cualquier viento y cualquier marea, la llamada Transformación Educativa.

Ya no se habla de “cambio de ADN” ni de que lo que se necesita es “más educación” u otra “transformación educativa”. A pocos días de las elecciones nacionales, esta nota realiza una síntesis de las principales propuestas en materia educativa de los partidos políticos que actualmente tienen representación parlamentaria.

Uno de los ejes temáticos más importantes de los partidos de la actual coalición de gobierno es la continuidad y la profundización de la Transformación Educativa impulsada por el oficialismo en la ANEP. Del lado del FA, el tema no se menciona directamente y, en cambio, se hace referencia a la necesidad de construir grandes acuerdos a nivel social y político para determinar el rumbo de la política educativa en general y en particular la curricular.

La educación sexual en cuestión

La educación sexual, la salud mental y la convivencia en los centros educativos han sido uno de los grandes temas que durante este período de gobierno estuvieron en debate y formaron parte de las principales reivindicaciones de los colectivos estudiantiles y docentes.

Ello ocurrió ya sea por denuncias de “retroceso” en materia de educación sexual, por falta de equipos multidisciplinarios que puedan atender la salud mental de los adolescentes, así como por la alerta ante situaciones de violencia que, más afuera o más adentro del aula, repercuten en los centros educativos, que no tienen las herramientas necesarias para accionar.

Considerando los programas de gobierno del FA, del Partido Nacional (PN), del Partido Colorado (PC), de Cabildo Abierto (CA) y del Partido Independiente (PI), se pueden observar propuestas concretas referidas a la educación sexual en tres de ellos.

En la coalición de izquierda se propone “profundizar la implementación del Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos y en la inclusión de la Educación Sexual Integral, considerando lo evaluado oportunamente respecto a la implementación de la Educación Sexual en la ANEP”.

El PC, por otra parte, plantea mejorar los protocolos de abuso sexual y violencia intrafamiliar. Concretamente, aseguran que de ser gobierno revisarán y mejorarán los protocolos mencionados, que actualmente son con los que cuentan los docentes, “para garantizar la protección y bienestar de los estudiantes”. De acuerdo a la fuerza política, “las escuelas y liceos son una línea de detección de estos episodios, y resulta indispensable implementar protocolos claros y efectivos de detección e implementación de los mismos al personal docente y escolar”.

En tanto, en CA hay una postura explícita contra lo que llaman “la ideología de género” y una defensa de “la familia”, en la misma línea de lo expresado por su candidata a la vicepresidencia, Lorena Quintana, sobre su intención de “contrarrestar” la agenda de género. Es en ese marco que, si bien en su programa de gobierno aparece el concepto de educación sexual, también aparece en el mismo punto la propuesta de eliminar en la educación inicial y primaria “todo contenido que implique conceptos sobre la ideología de género”.

Sobre el tema, CA formula su idea de “establecer pautas para la educación sexual que se ajusten a la madurez de los estudiantes, con un enfoque en la prevención de explotación, abuso sexual y embarazos no deseados”. Cabe mencionar que otro punto del programa se titula el “rol de la familia” y manifiesta que esta “tiene un papel fundamental en la educación en valores, que no se enseñan, sino que se modelan”. No obstante, se señala que, “dada la crisis actual de la familia como institución, el sistema educativo debe promover la formación de ciudadanos íntegros, aptos para la vida democrática”.

En el PI no hay propuestas referidas al tema y en el PN tampoco, aunque de ser gobierno plantean “impulsar campañas de concientización y acciones integrales para la erradicación de la trata, abuso y explotación sexual en todos sus niveles, con énfasis en mujeres, niños, niñas y adolescentes”.

Salud mental y convivencia

Durante la pandemia, la salud mental de la población se puso en agenda. En ese contexto, la emergencia permeó en los centros educativos y, si bien la necesidad de que haya más psicólogos y, en lo posible, equipos multidisciplinarios en la educación media ya era un reclamo previo, hubo un quiebre y una mayor reivindicación desde entonces.

Justamente, el FA plantea que ante un eventual gobierno será una “prioridad la incorporación de equipos multidisciplinarios en las dependencias de Enseñanza Media para acompañamiento y apoyo a las adolescencias y juventudes”. Asimismo, propone “consolidar mecanismos de protección de las trayectorias educativas y de integración social dentro de las Instituciones”, no sólo con equipos multidisciplinarios, sino también “fortaleciendo programas sociales ya existentes, que permitan ampliar progresivamente el egreso oportuno –entendido como aquel que ocurre en la edad prevista para ello- respetando el proceso individual de cada estudiante -en cada uno de los niveles educativos- con especial énfasis en Educación Media”.

El PN, por su parte, pretende “promover la educación emocional en los ámbitos comunitarios, escolares y de educación media, orientado a la comprensión emocional, tolerancia al malestar y a las frustraciones y la creación de equipos de trabajo conformados por licenciados en enfermería, en psicología y trabajo social”.

Los colorados, en tanto, aseguran que “los problemas de salud mental son la pandemia del siglo XXI” y, por esa razón, proponen implementar “cursos sobre salud mental, adicciones, bullying y combate a la violencia”, en coordinación con el Programa Nacional de Salud Mental, dirigidos especialmente a los estudiantes de séptimo grado de Educación Básica Integrada y hasta el último año de Educación Media Superior.

En el PI y en CA no hay un eje específico del abordaje de la salud mental en la educación, pero hay planteamientos que pueden involucrar ambas temáticas: el PI plantea “diseñar la relación de las transferencias de dinero y sus condicionalidades con otras políticas, prioritariamente las educativas, las de salud y, dentro de ellas, las de salud mental”, mientras que CA propone la creación de un Plan Nacional de Salud Mental y realizar “campañas intersectoriales permanentes para reducir el estigma asociado” al tema.

Además de lo planteado específicamente para abordar la salud mental, que en algunos de los programas también es vinculado con el abordaje sobre las situaciones de violencia, el FA propone específicamente ante estos casos “generar condiciones para la promoción del bienestar y la convivencia en los centros educativos, ampliando los dispositivos institucionales y los equipos multidisciplinarios que favorezcan la atención y los abordajes interdisciplinarios, así como la articulación interinstitucional”. Al mismo tiempo, plantea la necesidad de generar “espacios de contención y escucha que permitan prevenir, entre otras cosas, las diversas situaciones de violencia en las instituciones educativas”.

CA vincula los contextos de violencia en centros educativos con el consumo problemático de drogas y, en esa línea, propone “fomentar políticas educativas que desalienten el consumo de drogas, tabaco, alcohol y otras bebidas que están produciendo graves perjuicios a nuestros jóvenes”, además de capacitar de manera “adecuada” a “los directores, docentes y personal auxiliar para el manejo de estas situaciones”.

Extensión horaria y egreso

Uno de los puntos en común entre los distintos partidos políticos analizados es la prioridad de extender y profundizar las escuelas de tiempo completo, aunque con distintos énfasis.

Los blancos proponen ampliar la cobertura en los quintiles de ingresos más bajos y de ser nuevamente gobierno, prevén aumentar los cupos para las infancias en el nivel 4 de la educación inicial y también la cantidad de las escuelas de tiempo completo y extendido. Además, para la educación media plantean el fortalecimiento de los centros María Espínola, con el objetivo de que la totalidad de niños y niñas pertenecientes a los quintiles más bajos puedan acceder a esta modalidad educativa, sin perjuicio de que se proponen “explorar otras propuestas de centros mediante rigurosos análisis de viabilidad”.

De manera similar, el PC plantea la universalización progresiva de la modalidad de tiempo completo o extendido a nivel de educación inicial y primaria. Además, también prioriza que esta extensión se dé, fundamentalmente, en las zonas con mayor vulnerabilidad socioeconómica.

“Se debe ir hacia una extensión del tiempo pedagógico, reducción de la cantidad de estudiantes por grupo, e implementación de estrategias focalizadas de aprendizaje” y “el modelo de escuela de tiempo completo es la mejor propuesta pedagógica”, se asegura desde CA. El partido liderado por Guido Manini Ríos propone la ampliación de la cobertura en todos los niveles de educación obligatoria, incluyendo en educación media, a través de los Centros María Espínola y “otros modelos” de tiempo extendido.

La coalición de izquierda, por último, expuso su intención de “aumentar los centros educativos con extensión del tiempo pedagógico fomentando articulaciones con instituciones, públicas y privadas, de forma territorial, de acuerdo a las características socio-regionales”.

Por otro lado, otra de las grandes problemáticas que han estado sobre la mesa durante este período de gobierno es la preocupación por las tasas de egreso en la educación media. En ese marco, principalmente el FA y el PN enfatizan en sus propuestas programáticas la intención de fortalecer los programas de becas ya existentes en los distintos subsistemas, así como la creación de otros, ya que creen que puede contribuir a que los estudiantes permanezcan en su trayecto educativo y egresen.

En ese marco, la propuesta que escapó al programa pero que causó polémica es lo propuesto por el candidato presidencial por el PN, Álvaro Delgado, de brindar incentivos económicos a estudiantes de quinto y sexto año para que finalicen secundaria. El FA, en tanto, propone “un programa de acompañamiento a lo largo del período de estudios”.