Este jueves en La Huella de Seregni, sede del Frente Amplio (FA), el Espacio Socialdemócrata Amplio (ESA), que tiene como expresión electoral la lista 99.000, presentó sus énfasis programáticos de cara a las elecciones del 27 de octubre. El foco central de las iniciativas estuvo puesto en combatir la pobreza y la desigualdad existentes en los barrios más carenciados.
En el acto hablaron el exsubsecretario del Ministerio de Economía y Finanzas, actual coordinador de la Comisión de Inversiones de la Intendencia de Montevideo, y el secretario general del ESA, Pablo Ferreri, el exsenador Rafael Michelini, la presidenta del ESA, Elizabeth Villalba, la presidenta del Centro de Ideas Rosa Luxemburgo (CIR), Mariana Chiquiar, y la economista María Noel Sanguinetti.
Chiquiar aseguró que van a pelear por un Uruguay inclusivo sin la necesidad de divulgar datos falsos. Para lograrlo, proponen una agenda potente de políticas públicas que será transitada con “seriedad, compromiso y rigurosidad técnica.”
Ferreri dijo que en el espacio hay un “enorme entusiasmo”, porque para la política se requiere de técnica y de pasión. Ese entusiasmo está sobre todo en las nuevas generaciones, que tienen que estar más implicadas, pero que han proporcionado un punto de vista con el que no se contaba a la hora de elaborar propuestas, lo que ha servido para “aprender más”.
El contador enfatizó que “Uruguay tiene que ser más desarrollado, moderno, habitable, diverso, y con una economía fuerte, y que no debe dejar a nadie por el camino”. Agregó que las mejoras en la calidad de vida deben de ser igualitarias, ya que en este quinquenio la economía creció, pero al costo de aumentar la pobreza infantil y de que el 95% de los hogares viesen perjudicados sus ingresos.
Enseguida, Ferreri presentó una “batería de propuestas” dividida en siete ejes productivos y sociales ordenadas de mayor a menor prioridad.
Comenzó con el tema derechos humanos, en el que el asunto prioritario es la pobreza infantil, que con un 20% es diez veces más grande que la que afecta a los adultos mayores. Para el ESA, se necesita un rediseño y universalización de las transferencias monetarias, ya que sólo el 75% de las familias necesitadas lo reciben. Además, se acumula negativamente que hay muchas jefas de familia desempleadas que no pueden acceder a un programa de formación porque no tienen dónde dejar a sus hijos durante las horas de cursos, y ahí es cuando el sistema nacional de cuidados tiene que ser clave.
En materia de vivienda, se señaló que hoy en día hay aproximadamente 600 asentamientos en los que viven cerca de 200.000 uruguayos como consecuencia de que las prestaciones del Banco de Previsión Social son insuficientes.
Para el ESA, se debe aumentar la cartera de tierras disponibles para la promoción de cooperativas de vivienda, pero también se tiene que derogar el IVA de los materiales para esas cooperativas. También se mencionó un esquema de subsidios de alquileres para parejas jóvenes de clase media y un acceso más sencillo al crédito hipotecario. Ferreri subrayó el hecho de que el actual gobierno prometió hacer 50.000 viviendas en los primeros dos años de mandato, pero, a la hora de repartirlas, fueron a parar “a sus amigos”.
Sobre convivencia y cohesión social, Ferreri mencionó que se debe hablar de una emergencia nacional en el tema de la salud mental y explicó que el 24% de los adolescentes sufre de este problema. Esta emergencia tiene que ser atendida con la mejora de recursos materiales mediante el aumento del presupuesto destinado, pero sobre todo con más recursos humanos. Para el ESA, también se deben implementar los aspectos pendientes establecidos por la Ley de Salud Mental.
El contador hizo hincapié en la mejora de la calidad de vida con la universalización de la educación, el fortalecimiento del sistema de becas, la aplicación efectiva de las leyes correspondientes a colectivos –como la ley trans– y el matrimonio para extranjeros no residentes, ya que, según Ferreri, “Uruguay merece ser un país donde todos nos sintamos cómodos e incluidos.”
Con respecto al empleo de calidad, Ferreri dijo que tiene que crecer la generación de empleo, pero debe implicar un aumento en la calidad del trabajo y de las inversiones. Se tiene que mejorar la negociación colectiva y los consejos de salarios, dado que actualmente hay medio millón de personas que cobran menos de 25.000 pesos. También agregó que las empresas tienen que estar dispuestas a mostrar sus números para poder ver cómo evoluciona la productividad.
También se hicieron planteos sobre movilidad eléctrica, proponiendo triplicar los 200 ómnibus eléctricos proyectados en la capital para el año 2025, y para eso, se tienen que generar los cambios necesarios en el fideicomiso de transporte público. Además, se buscará un convenio con UTE con el objetivo de que la cantidad de vehículos eléctricos propios crezca con el correr del tiempo.
Además, en materia de seguridad se propone la instalación de cámaras y dispositivos de vigilancia en todo Montevideo, e incrementar los dispositivos móviles gratuitos para la protección de las víctimas de violencia basada en género.
Ferreri cerró afirmando que todas estas propuestas –económicas y sociales– buscan poner a Uruguay en sintonía con el plan de construir un país desarrollado, pero confesó que para lograrlo se debe convencer a “las grandes mayorías nacionales”. “La única forma de realizar esta construcción es haciendo política”, concluyó.