Al igual que en las elecciones internas, el pasado domingo la lista 609 del Movimiento de Participación Popular (MPP) arrasó entre las miles de hojas de votación que registró el Frente Amplio (FA) para las elecciones nacionales. En la próxima legislatura, independientemente del desenlace de la segunda vuelta, el sector de José Mujica y el propio Yamandú Orsi controlará la mayor parte de la bancada del FA, tanto en Diputados como en el Senado.
En la cámara alta, la lista encabezada por Alejandro Sánchez y Blanca Rodríguez obtuvo 41% de las adhesiones frenteamplistas, lo cual, por el sistema de reparto con base en sublemas y cocientes decrecientes, le permitió alcanzar nueve de las 16 bancas que obtuvo el FA, una de las cuales será ocupada por Cristina Lustemberg, referente de El Abrazo. Actualmente el MPP tiene cinco bancas.
En la cámara baja, el MPP y sus grupos aliados consiguieron 36 de las 48 bancas que obtuvo el FA, por lo que en la próxima legislatura tres de cada cuatro diputados frenteamplistas serán del MPP. La 609 fue la lista más votada dentro del FA en 17 departamentos; sólo perdió con el Partido Comunista (PCU) en Durazno y con la alianza de La Patriada y Asamblea Uruguay en Treinta y Tres, por apenas 31 votos, según el escrutinio departamental de la Corte Electoral. Actualmente el MPP tiene 25 bancas.
Por otro lado, a contramano del crecimiento general del FA, Seregnistas –que nuclea a Fuerza Renovadora, Asamblea Uruguay y el Partido Demócrata Cristiano– votó peor que en 2019. La lista encabezada por Mario Bergara y Liliam Kechichian obtuvo el domingo pasado 89.000 votos, alrededor de 8% de los votos del FA. En octubre de 2019, las listas lideradas por Bergara y Danilo Astori marcaron 163.000 votos, cerca de 17% de las adhesiones frenteamplistas. Así, Seregnistas pasó de tener tres senadores a uno solo, que será Bergara, y de seis a cuatro diputados.
La lista 1001 del PCU, en tanto, mantuvo sus dos bancas en el Senado; una de ellas será ocupada nuevamente por Óscar Andrade y la otra por Constanza Moreira, referente de Casa Grande. Con 12% de los votos del FA, la lista liderada por Andrade fue la segunda más votada en la fuerza política. En Diputados, no obstante, el PCU y sus grupos aliados perdieron representación: pasaron de tener siete a cinco bancas. De este modo, el Partido por la Victoria del Pueblo, que en 2019 había conseguido una banca a través de la lista 1001, quedó fuera del Parlamento.
El Partido Socialista (PS) también logró mantener su banca en el Senado, que ahora será ocupada por el secretario general del partido, Gonzalo Civila, pero perdió toda representación en la cámara baja. El PS tiene actualmente tres diputados: Civila y Gabriela Barreiro por Montevideo y Enzo Malán por Soriano.
En Montevideo, la histórica lista 90 marcó 14.000 votos y fue desplazada al sexto lugar, por detrás del MPP, el PCU, Seregnistas, La Amplia y El Abrazo. Cinco años atrás, el PS había marcado casi 32.000 votos y fue la tercera lista más votada del FA en la capital. El pasado domingo la lista al Senado encabezada por Civila obtuvo 5% de los votos del FA.
El politólogo Daniel Buquet, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, dijo a la diaria que el resultado electoral supuso un cambio en la interna del FA, que hasta ahora tenía “un tercio de izquierda, un tercio en el centro con el MPP, capaz que más grande, y un tercio moderado, con Astori y después Bergara”.
Buquet apuntó que al primer bloque “no es que le haya ido fenomenal, pero conserva su lugar”; en cambio, el tercer bloque “votó mal dentro del sublema del MPP”. A su entender, en esto puede haber influido el perfil que tiene el candidato del FA, Orsi, quien “es medio moderado y dialoguista”, así como la designación de Gabriel Oddone como eventual ministro de Economía y Finanzas, quien “está a la derecha de Mario Bergara”.
La lista del MPP “salía como pan caliente”
A Lucía Topolansky los 435.000 votos que obtuvo el MPP en todo el país no le sorprendieron. En diálogo con la diaria, la exvicepresidenta de la República dijo que “fue un fenómeno similar al de las [elecciones] internas”, que “está directamente relacionado con la enorme cantidad de mateadas y movilizaciones que hicimos”. En la campaña electoral, la lista 609, sostuvo, “salía como pan caliente”.
“Había fines de semana que teníamos a todos los compañeros desparramados por el territorio haciendo mateadas, grandes, chicas, medianas, regulares, en Montevideo y en el interior. Hubo un fin de semana que teníamos 100 actividades, y a veces llegábamos a un lugar y no había nadie más del Frente, incluso [no había nadie] de los otros partidos, entonces nos dábamos cuenta de que en algunos lugares estábamos casi solos en la movilización”, manifestó Topolansky.
La referente del MPP aseguró que la militancia en el territorio “no es una cuestión de plata”, porque “las mateadas son un parlante chino y punto”. “Nosotros echamos el resto, pero más no podíamos; ahora, no todo el mundo, da la impresión, dejó el cuero en la estaca, o algo pasó, no sé, eso se irá viendo en el correr de los días, porque nos pasó que íbamos a lugares y no encontrábamos a nadie más”, subrayó.
Topolansky sostuvo que, si bien en el MPP había confianza en tener una buena votación, al mismo tiempo eran “absolutamente conscientes de que si los demás sectores del Frente no se movilizaban de la misma manera, a morir, no íbamos a llegar al objetivo de la mayoría parlamentaria en las dos cámaras, que fue lo que pasó”.
“No vamos a aplastar a nadie” en la interna del FA
Por su parte, Daniel Caggiani, uno de los nueve senadores electos por el MPP, dijo a la diaria que el sector trabajó desde que el FA perdió el gobierno, en noviembre de 2019, “para tener una expresión territorial cotidiana, no solamente en momentos electorales”. Señaló que durante los fines de semana los dirigentes del MPP estaban “en ocho o diez departamentos al mismo tiempo”, lo cual, sostuvo, “hizo una diferencia importante” porque les permitió “tener una presencia permanente en el territorio”.
Caggiani apuntó que la lista 609 obtuvo “más legisladores que el propio partido de gobierno”, en referencia al Partido Nacional, y agregó que esto se dio en el marco de “una elección muy especial”, con Mujica y Topolansky “mirando desde el balcón, [porque] no pudieron participar”. Consultado sobre el peso que tendrá el MPP en un eventual gabinete ministerial de Orsi, Caggiani dijo que se trata de “una decisión política del presidente”.
De todos modos, Caggiani opinó que “la foto del hoy no necesariamente tiene que reflejar la foto del futuro [Poder] Ejecutivo”, dado que en el nombramiento de ministros “pesan otro tipo de elementos y ponderaciones”. “Yamandú ha dicho que él siempre va a tener en consideración las capacidades políticas y técnicas de las personas que vaya a nombrar en su momento”, añadió.
En cuanto a la mayoría que tendrá el MPP en la bancada frenteamplista, Topolansky afirmó: “Nosotros no vamos a aplastar a nadie; el que crea eso está completamente equivocado”. Dijo que a pesar de ser la lista del FA más votada desde 2004, “nunca hicimos gala” y “siempre hemos dialogado”.
“Por supuesto que los votos cuentan, porque es pueblo, y cuando hablamos de pueblo, que es un abstracto, nosotros somos conscientes de que tenemos una responsabilidad colosal”, expresó Topolansky; en ese sentido, señaló que “si vos tenés diez de pueblo atrás y vos tenés mil de pueblo atrás, tenés valores relativos diferentes y vos te debés a esa gente”.