El exfiscal Jorge Díaz, asesor en seguridad del Frente Amplio (FA), fue entrevistado en el programa radial En perspectiva. Allí criticó la gestión de seguridad del actual gobierno por tener una “mirada hemipléjica de la realidad” al centralizar el problema en el Ministerio del Interior y en la Policía exclusivamente.

Díaz opinó que Uruguay está “enfermo de represión” y agregó que, en ese sentido, “la política que impulsa el FA está vinculada a llevar en forma coordinada las acciones de prevención y represión del delito.

El abogado afirmó que la seguridad no debe mirarse desde el despacho del Ministerio del Interior, sino desde la Torre Ejecutiva. Para Díaz, “hay mucho debate sobre qué debe hacer la Policía”, pero esta no es exclusivamente responsable del tema de la seguridad. Si no se tiene un enfoque global que involucre, por un lado, a un conjunto muy importante de actores en la parte preventiva —como la Administración de los Servicios de Salud del Estado, la Administración Nacional de Educación Pública, factores económicos, sociales e incluso urbanísticos— y, por otro lado, una perspectiva desde Presidencia en la parte represiva, el problema no podrá abordarse adecuadamente.

“Este gobierno ha obviado la parte preventiva y de la parte represiva también ha tenido una mirada hemipléjica, porque sólo se habla de la Policía”, afirmó.

Consultado sobre qué obvió esta administración, mencionó en primer lugar a la Fiscalía General de la Nación, “un actor fundamental en la represión”. Para el exfiscal, este gobierno “le dio palo a la Fiscalía”, pero no nombró fiscal general durante tres años. Adjudicó la responsabilidad de este último punto exclusivamente al presidente.

El presidente “le trasladó la responsabilidad al Parlamento”, mientras que el Poder Ejecutivo “no mandó ningún nombre [para fiscal general] al Senado” y el presidente “no bajó al llano para hablar con los líderes de la oposición y ponerse de acuerdo en un nombre”, “no negoció nada”, aseveró.

También se refirió a “organismos muy importantes en materia de represión” que no se tocaron, por ejemplo, la Junta Nacional de Drogas (JND). Díaz explicó que “históricamente” la JND fue dirigida por el prosecretario de Presidencia, pero este gobierno le retiró esta responsabilidad. “O sea, le daba tan poca importancia que parece ser que el prosecretario no se puede encargar de eso”, ironizó Díaz.

Otro ejemplo, al que se refirió como “la frutilla de la torta”, es la gestión de la Secretaría de Inteligencia Estratégica de Estado (SIEE). Díaz preguntó: “¿Qué ha hecho [la SIEE] durante estos cuatro años, además de denunciar a senadores por filtración de un documento y ahora echar a un funcionario porque manifestó su adhesión a una candidatura? ¿Qué más sabemos del señor Álvaro Garcé [director de la SIEE]?”.

Díaz refirió a lo expuesto por el fiscal especializado en Delitos Complejos de tercer turno, Alejandro Machado, en el archivo de la causa Sebastián Marset. Machado “critica al gobierno por no utilizar mecanismos como la SIEE y los puntos de enlace que había en el Ministerio del Interior y en la cancillería”. Además, “critica la forma poco profesional que tenía el entonces subsecretario del Interior [Guillermo Maciel] de transmitir información a través de Whatsapp”.

“Yo he trabajado con casi todas las agencias de inteligencia del mundo, nunca vi la comunicación por Whatsapp entre los servicios de inteligencia; eso demuestra poco profesionalismo”, afirmó Díaz.

Por último, el exfiscal mencionó el caso de la incautación en Bélgica de más de dos toneladas de cocaína, camufladas en alfajores y budines de la marca Portezuelo, provenientes de Montevideo. “Exportamos budines de chocolate a Bélgica y no se desató ninguna alarma, no despertó ninguna alarma una exportación de budines de chocolate a Bélgica. Me pregunto: ¿qué están haciendo los servicios?”.