Sonaba a todo volumen el jingle de la “ola esperanza” y Daniel Martínez cantaba y arengaba a la militancia desde arriba del escenario, acompañado por los aplausos de Rafael Michelini, Constanza Moreira, Christian di Candia y Mónica Xavier, entre otros dirigentes frenteamplistas. En la noche del 24 de noviembre de 2019, el candidato del Frente Amplio (FA) no reconoció la derrota electoral en la segunda vuelta, llamó a esperar el conteo de los votos observados y lanzó aquella frase: “Intentaron enterrarnos, lo que no sabían es que somos semillas”.

Ese día, el FA recuperó cerca de 200.000 votos en comparación a las elecciones nacionales de octubre y acortó de manera significativa -y sorpresiva- la distancia que lo separaba en la previa de los cinco partidos de la coalición de gobierno. Pero no le alcanzó: por apenas 37.042 votos de diferencia (1,52%), el candidato del Partido Nacional (PN), Luis Lacalle Pou, se impuso en lo que resultó ser el balotaje más parejo en la historia de Uruguay.

Este lunes, en una rueda de prensa, Lacalle Pou recordó el momento de la definición: “Me llamó el presidente [Tabaré] Vázquez, pero no me felicitó, y yo le dije, 'Pero, presidente, el Uruguay no se puede ir a dormir sin un presidente electo, si todos sabemos que esto ya está'”. Por eso, Lacalle Pou pidió que el próximo domingo, si existe “un claro ganador, que se reconozca”, “aunque falten los votos observados”.

Previo a la segunda vuelta de 2019, los últimos sondeos de las principales encuestadoras marcaban para el FA una intención de voto que oscilaba entre 42% (Equipos) y 45% (Cifra). No obstante, la fórmula integrada por Martínez y Graciela Villar obtuvo 47%. En tanto, la intención de voto de la fórmula nacionalista, compuesta por Lacalle Pou y Beatriz Argimón, iba desde un mínimo de 48% (Equipos) a un máximo de 52% (Cifra). El PN obtuvo finalmente 49%.

Ahora, el escenario es distinto. Todas las encuestas marcan un favoritismo para el candidato del FA, Yamandú Orsi, cuya intención de voto varía de 45% (Equipos) y 49% (Opción). Según los sondeos, en segundo lugar se ubicaría el candidato del PN, Álvaro Delgado, que obtendría entre 41% (Equipos) y 46% (Cifra) de los votos.

Según un estudio del proyecto académico “Lo que queda”, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, que analizó los datos de 40 encuestas sobre la intención de voto de Orsi y Delgado, actualmente el “estado de la competencia” entre ambos muestra a Orsi tres puntos porcentuales por encima de Delgado, 47% a 44%, y 9% de indecisos y votos en blanco o anulados.

Está previsto que la Usina de Percepción Ciudadana, Factum, Cifra, Equipos y Opción presenten sus últimas encuestas en las próximas horas, antes del viernes, cuando comenzará la veda electoral.

Foto del artículo 'Lo que decían las últimas encuestas en noviembre de 2019, a una semana de la segunda vuelta entre Martínez y Lacalle Pou'

Las diferencias en relación a 2019

El lunes 28 de octubre de 2019, un día antes de que Orsi asumiera como nuevo jefe de campaña de Martínez, el panorama del FA no era muy alentador. La fuerza política quedó casi 366.000 votos por debajo del PN, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido de la Gente, los cinco partidos que se preparaban para firmar un documento programático en clave de coalición. La distancia entre ambos bloques fue de 15 puntos porcentuales.

El pasado 27 de octubre, en cambio, con cinco años de experiencia gubernamental y con la sustitución del Partido Constitucional Ambientalista por el Partido de la Gente, la suma de los partidos de la coalición obtuvo unos 90.000 votos más que el FA. En este caso, sólo cuatro puntos porcentuales separaron a la coalición y al FA.

En cuanto a los candidatos que pasaron a la segunda vuelta, en octubre de 2019 Martínez terminó 253.000 votos por arriba de Lacalle Pou, con una ventaja de diez puntos porcentuales. En octubre de este año Orsi consiguió 416.000 votos más que Delgado, quien tendrá que remontar 17 puntos porcentuales para ganar el balotaje.

Asimismo, el resultado electoral de 2019 le otorgó a la coalición la mayoría parlamentaria en ambas cámaras. En total, blancos, colorados y cabildantes obtuvieron 17 senadores y -junto con el Partido Independiente y el Partido de la Gente- 56 diputados. Esto quedó expresamente subrayado en el “Compromiso por el país” de 2019, en el cual los partidos de la flamante coalición ofrecían “lo que nadie más está en condiciones de ofrecer”, esto es, “una mayoría parlamentaria que permita gobernar con fluidez”.

Desde ese punto de vista también hubo un cambio el pasado 27 de octubre. En la próxima legislatura, el Senado será controlado por el FA, que obtuvo 16 senadores, mientras que en la Cámara de Diputados ninguno de los dos bloques tendrá mayoría. El FA obtuvo 48 representantes, y la coalición, 49.

Por último, en la comparación entre octubre de 2019 y octubre de 2024 se observa un crecimiento territorial del FA. En octubre de 2019, Martínez fue el candidato más votado en Salto, Paysandú, Río Negro, Soriano, Colonia, San José, Canelones, Montevideo y Rocha. En octubre de 2024, Orsi mantuvo el predominio del FA en esos nueve departamentos y sumó a Florida, Durazno y Tacuarembó, tres departamentos en los que, cinco años atrás, había ganado Lacalle Pou.