Para el excanciller Ernesto Talvi, el triunfo de Yamandú Orsi “pone de manifiesto una tendencia regional y global: el creciente voto castigo a los oficialismos, incluso en contextos de buenos indicadores macroeconómicos y alta aprobación presidencial”.

Talvi analizó el desenlace electoral en su último artículo publicado en la web del Real Instituto Elcano de España, donde es uno de los principales investigadores, tal como lo había hecho en noviembre tras la primera vuelta de las elecciones.

El excanciller expresó que, “a pesar de que lo predecían las encuestas”, la victoria del Frente Amplio (FA) “fue recibida con sorpresa” porque “dos factores clave hacían pensar en un posible triunfo del oficialismo”. Estos son “la elevada aprobación de la gestión del presidente Luis Lacalle Pou” y “una economía en franca recuperación desde el fin de la pandemia, un crecimiento vigoroso del empleo y niveles de desempleo históricamente bajos”, analizó el excanciller.

Por esto, para el colorado, el triunfo de la oposición se explica por “un panorama de rechazo mayoritario a los oficialismos”, evidenciado en que “en dos tercios de las elecciones que tuvieron lugar entre 2002 y 2024 en los países desarrollados que supervisa ParlGov los partidos en el gobierno fueron derrotados o redujeron su caudal electoral”, mientras que en América Latina en dos tercios de las elecciones que tuvieron lugar entre 2022 y 2024 también ganó la oposición.

En esta línea, Talvi ejemplificó con resultados electorales recientes donde se rechazó al oficialismo en un contexto “de buenos datos macroeconómicos: recuperación pospandemia del PIB, inflación en caída, y, más importante aún, tasas históricamente bajas de desempleo”. Mencionó la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, la derrota del Partido Conservador británico y la buena elección del partido de extrema derecha de Marine Le Pen en Francia, que hoy es una fuerza decisiva en el Parlamento. Así, “en Uruguay, la Coalición Republicana pierde el poder también a pesar de los buenos datos macroeconómicos”, aseguró Talvi.

En base a las explicaciones sugeridas por analistas, el excanciller apuntó que “este rechazo a los oficialismos tiene su común denominador en la inflación, que se disparó en todas partes después de la pandemia”. En Estados Unidos, Francia, Reino Unido y también en Uruguay aumentó significativamente el coste de vida y “el poder adquisitivo de los salarios se mantuvo estancado”. “Lo que costaba 100 al comienzo de la pandemia hoy cuesta 115 en Francia, más de 120 en EEUU y Reino Unido, y más de 130 en Uruguay”, ejemplifica Talvi. “Según esta lógica, este aumento en el coste de vida castigó el bolsillo de los votantes, y estos a los partidos en el gobierno”, opinó Talvi.

En contraste, en México, el oficialismo se mantuvo en el poder en un contexto de crecimiento salarial superior a la inflación, lo que significó una mejora significativa en el poder adquisitivo.

“Sin desconocer la importancia de otros factores en la decisión de los votantes, el peso de la economía de bolsillo sigue siendo un factor decisivo en los resultados electorales”, cierra Talvi.