En lo que era la sede del comando de campaña del Partido Nacional (PN), en Bulevar Artigas y Chaná, todavía se puede ver el gigante cartel con la cara de Álvaro Delgado, el excandidato blanco, y el lema “El próximo presidente”. Pero antes de descolgar el cartel, los blancos ya empezaron a esbozar la autocrítica de los motivos por los que perdieron el balotaje hace más de una semana, contra Yamandú Orsi, el candidato del Frente Amplio (FA). La autocrítica, por ahora, la están haciendo de manera informal, ya que el directorio blanco no sesiona desde octubre, y recién por estas horas los sectores están empezando a realizar reuniones en conjunto.
El diputado blanco Álvaro Dastugue, de Alianza País, dijo a la diaria que luego de más de una semana del balotaje ya cada dirigente hizo su análisis. En su caso, señaló que hay “varios elementos” que explican la derrota, y “uno de los más importantes es la elección de Valeria Ripoll como compañera de fórmula de Delgado”. Dijo que, cuando la eligieron, desde el comando de Delgado les informaron de un análisis según el cual la exsindicalista “abría la puerta para que votantes de la centroizquierda llegaran al PN”, pero, para Dastugue, “no sólo no llegaron, sino que también cerró la puerta para que llegaran”.
Además, dijo que hubo un “enojo de un porcentaje importante” de militantes del PN por la conformación de la fórmula, así como de “algunos de centro izquierda, más batllistas”, del Partido Colorado, que terminaron votando a Orsi en el balotaje. A su vez, dijo que Delgado, si bien era “el mejor candidato” que tenían, no fue el que pensaron que iba a ser, “en su llegada, en su profundidad con el votante”.
Por otro lado, dijo que el gobierno del presidente, Luis Lacalle Pou, “fue muy responsable, muy eficaz y muy bueno”, pero no pensó “en las cuestiones electorales”, porque “está clarísimo hoy, con el diario del lunes, que la reforma de la seguridad social afectó muchísimo en esta elección”. Sostuvo que el trabajo del PIT-CNT y del FA, en contra de la reforma, “fue lo que también agudizó algo que muy responsablemente el gobierno hizo, pero que al sector más importante del electorado, que son las personas a punto de jubilarse, no le gustó”.
Por último, Dastugue señaló que pudieron “gobernar dos años y medio, tres años”, por la pandemia de coronavirus, y “todo lo bueno que hizo el gobierno no logró permear en los ciudadanos más humildes”, y si bien hubo números macroeconómicos “históricos”, eso no llegó a los “más humildes porque no dio el tiempo”.
Da Silva: “Nunca tuvo tanta polémica una candidatura a la vicepresidencia”
Por su parte, el senador electo Sebastián da Silva, también de Alianza País, y uno de los que más autocrítica vienen haciendo a viva voz, señaló a la diaria que siempre que pensaron en la reforma de la seguridad social asumieron “que el costo político se iba a dar”, pero “el deber ser es más importante”. “Cualquier reforma tiene costo político, y nosotros llegamos al gobierno para hacer reformas. La de la seguridad social fue una reforma que duró dos años en la discusión y nunca estuvo fuera de la mesa que había que hacerla”, insistió.
Para Da Silva, más que ese tema, un error fue “no hablarles a los jubilados directamente”, porque “la reforma los beneficia, les asegura que les van a seguir pagando, y algunos pueden volver a trabajar”. “Lo que pasa es que nosotros muchas veces nos embarcamos en las defensas de las cosas bien hechas, pero el termómetro de si eso está impactando mal o bien no lo vemos”, agregó.
Da Silva dijo que deben hacer autocrítica “con bastante más razón” que el FA luego de la derrota de 2019, porque en aquella oportunidad la izquierda “tuvo que hacer una autocrítica sobre un gobierno desgastado”, mientras que el PN la debe hacer “con un gobierno que tiene excelentes índices”. “Nuestra autocrítica es bastante más traumática, porque la del FA, si te procesan a un vicepresidente [Raúl Sendic], podés decir 'ahí capaz que no actuamos tan bien', es un tema que rompe los ojos”, sostuvo.
Da Silva dijo que hubo errores que se dieron en “todo el período” de gobierno, como “no tener un directorio que se le enfrente a Fernando Pereira”, presidente del FA. De todos modos, subrayó que no sabe si los apuntes de la autocrítica “tienen un efecto sobre la campaña que viene”, porque no sabe si hoy existe el “yamandusismo”, en cambio, “el luisismo sí”, en referencia a Lacalle Pou. “La gente está contenta porque volvió el FA, no necesariamente porque Orsi sea el presidente”, aseguró.
En cuanto a la elección de Ripoll para completar la fórmula, el senador electo sostuvo que eso fue “un error objetivo, no atribuible a ella”, y destacó que “nunca tuvo tanta polémica en la historia política de Uruguay una candidatura a la vicepresidencia, no es normal, ni siquiera la de [Hugo] Batalla”, que acompañó al colorado Julio María Sanguinetti en su segundo período de gobierno (1995-2000), luego de haber formado parte del FA (fue uno de sus fundadores, pero antes era colorado). “Fue un ruido objetivo, espontáneo, lo sufrimos. ¿Ella tiene culpa? Por supuesto que no, ella hizo todo lo que tenía a su alcance”, finalizó.
En tanto, Valentina Arlegui, directora general de Secretaría del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y presidenta de la lista 71 (del herrerismo en Montevideo), dijo a la diaria que, en primer lugar, “para que la autocrítica sirva tiene que ser sin dolor”, y eso sucede “sólo con el tiempo”, por lo tanto, “a una semana todavía es un poco pronto”. De todos modos, dijo que perdieron por varias cosas, por ejemplo, porque el FA hizo “una campaña más inteligente” y el oficialismo no logró “tocarle la fibra emocional a la gente”.
“Les contamos de logros y no les hablamos de esperanza. Estamos tan orgullosos de nuestro primer piso de transformaciones, que nos quedamos en eso y no profundizamos sobre el segundo piso o lo que quedaba por hacer. Y no le hablamos a la gente sobre lo que sentía en el día a día. En cambio, el FA tuvo un gran acierto que fue 'El FA te escucha', e hizo una campaña capilar, mucho más cercana y mucho más segmentada: a cada grupo o colectivo le hizo llegar un mensaje diferente”, sostuvo. Además, dijo que los blancos no lograron “destruir los relatos que se crearon”.
También señaló que la fórmula blanca “finalmente no enamoró”, no logró “entusiasmar”, y la del FA, “de cierta manera, tuvo mayor éxito en eso, porque por algo la gente la eligió”. Agregó que “muchos cargos que hoy están en el gobierno tal vez no hicieron lo suficiente” en la campaña. Porque, sin dejar las responsabilidades de gestión que todos tienen, debían “jugársela”, y puso como ejemplo su caso: “Nosotros dejamos de lado familia, laburo particular, etcétera, el tiempito que teníamos por fuera de las responsabilidades, y lo dedicamos a esto. Yo no vi a todos los miembros del gobierno en la misma sintonía. Hubo gente que se pensó que aportaba a la campaña realizando la gestión y le faltó ese plus de militar o trabajar para reelegir el gobierno”, sostuvo.
Botana: “Atraso cambiario” y “costos altos de los combustibles”
A su vez, el senador Sergio Botana (Alianza País) sostuvo a la diaria que para él la causa de la derrota no estuvo en la reforma de la seguridad social, ya que “ninguna de las causas estuvo en las buenas cosas que se hicieron para el país”. También le bajó el perfil a la elección de la compañera de fórmula de Delgado como un eventual error, y subrayó que, en todo caso, “eso fue una causa del final de la campaña”, pero “hay cosas más profundas”.
A su juicio, una de las causas de la derrota fue “no haber atendido lo que ahora se denomina el metro cuadrado de cada ciudadano”, es decir, “la sumatoria de los intereses particulares”. Por ejemplo, “todos los departamentos de frontera, especialmente los [limítrofes] de Argentina, vivieron una situación complicada”, así como hubo “atraso cambiario durante casi todo el período”. También los “costos altos de los combustibles”, y “no se hicieron las reformas que había que haber hecho para bajar algunos de los sobrecostos que incluye”. Agregó que “se mantuvo el privilegio de algunos importadores y eso hizo que el costo de vida siguiera siendo alto”.
Botana subrayó que la elección se definió en el interior, y “el interior tuvo poca participación política en el gobierno, y poca atención”. “Se hizo mucha obra pública en el interior, un impacto brutal, pero los que trabajaron en la obra pública no fueron las personas de cada lugar”, finalizó.
Al igual que Botana, Arlegui se refirió a la situación del litoral y dijo que tal vez no fueron “lo suficientemente creativos al momento de elaborar política pública” para atender esa zona “en el peor momento de la Argentina de [Sergio] Massa”, el ministro de Economía del gobierno del expresidente del vecino país Alberto Fernández.
Argimón: más que “facturas”, tenemos que entender dónde estuvo “nuestro déficit”
Por último, la vicepresidenta, Beatriz Argimón, dijo a la diaria que, después de diciembre, deben hacer, más que una autocrítica, “una reflexión”, porque “recién pasados los hechos públicamente no es bueno hacer reflexiones, porque hay mucho para meditar, también en lo personal”.
“Porque, en verdad, cuando hay una derrota, los dirigentes somos responsables, en distinto nivel, pero es importante que primero hagamos la reflexión nosotros y después reflexionemos entre todos. Más que andarse pasando facturas, que yo no comparto, el tema es en qué estuvo nuestro déficit, qué fue lo que no entendimos que la gente nos estaba pidiendo, qué faltó. Y, por último, si transmitimos verdaderamente lo que fueron menos de cinco años de gestión, lo que hicimos. Es todo un combo”, sostuvo.
Argimón dijo que para ella la reflexión la debe hacer el PN “como partido” antes de las elecciones departamentales, que serán en mayo de 2025.