La cámara muestra la escena de un vestuario en color sepia. Niños con caras tristes, la música de fondo es dramática y lenta. Los niños van uno a uno asumiendo un mea culpa por errores ocurridos a lo largo del partido: “fue culpa mía por haber pateado mal”, “fue culpa mía por no atajar el penal”, “fue culpa mía por no pasártela a tiempo”. De pronto, un niño cobra vigor, tiene una súbita epifanía, cambia su actitud corporal, se endereza y comparte su reflexión en voz alta: “No es importante ni el fin del mundo... Arriba, chicos, ¡somos segundos!”. La paleta cromática pasa velozmente del sepia a vívidos colores, los niños se paran y festejan, la música acompaña la transición con un brutal cambio de ritmo que nos marca el inicio de la alegría.

Cebollitas subcampeón dejó una marca indeleble en la memoria de quienes fuimos niños en los 90. A diferencia de otras canciones (como, por ejemplo, “En el vestuario del club”, en la que los varones hacían un agujero para espiar a las niñas en el vestuario, y las niñas hacían lo mismo subiendo una escalera, con versos memorables como “mirá la flaca, ¡no tiene nada!” o “mirá ese gordo, ¡es un lechón!”), la canción sobrevive a los cambios culturales de los últimos 30 años y da cuenta de la importancia de competir y el valor de salir segundo.

Como en el fútbol, en política hay primeros y hay segundos. Pero además, hay diferentes maneras de salir segundo. En la historia de las elecciones internas uruguayas es muy relevante la distancia final; tanto, que existe un número mágico que determina si el segundo terminará formando parte o no de la fórmula como vicepresidente, como veremos a continuación.

La ley del 15%

En el capítulo que Daniel Buquet escribió para el libro del Instituto de Ciencia Política sobre las elecciones de 20191 se menciona una regularidad que me pareció fantástica y quería compartir en este artículo. En el trabajo se analizan diferentes aspectos de las elecciones internas y se destaca un fenómeno particular: “Los partidos con internas competitivas entre dos candidatos principales tienden a armar su fórmula presidencial con el ganador como presidente y el segundo como vicepresidente”. ¿Cuál es la definición de “interna competitiva”? Aquella en la que la diferencia entre el primero y el segundo es menor a 15%.

A mí este apunte me pareció fascinante, no tanto por lo conceptual, que es esperable, sino por la claridad sistemática del límite. En economía suele utilizarse la expresión “hecho estilizado” para denominar un fenómeno repetitivo, que permite dar cuenta de una regularidad, pero sin elevarla a la categoría de ley. Buquet en su artículo lo detecta y destaca, pero no le pone un nombre específico. Sin embargo, en un artículo de prensa podemos tomarnos otras libertades. Así que, llevado por el entusiasmo y aportando una cuota de grandilocuencia y pomposidad, llamaré a esta regularidad, con bombos y platillos, “la ley del 15%”.

En el gráfico que acompaña el artículo se resume la historia de las elecciones internas de los tres partidos principales del país. De las 15 elecciones internas relevadas (cinco elecciones por tres partidos), sólo en cuatro la diferencia entre el primero y el segundo fue menor a 15%. En esas cuatro la fórmula presidencial se conformó entre el primero y el segundo: Batlle-Hierro en 1999, Lacalle Herrera-Larrañaga en 2009, Mujica-Astori en 2009 y Lacalle Pou-Larrañaga en 2014.

Foto del artículo 'La ley del 15% para la fórmula presidencial'

Por otro lado, siempre que la distancia fue mayor a 15%, el segundo no formó parte de la fórmula y se eligió a otra persona del partido como candidato a vicepresidente.

Las fórmulas para la noche del 30 de junio

Si aplicamos la ley del 15% sobre los últimos relevamientos de opinión pública hacia las internas, podemos decir algunas cosas de las fórmulas presidenciales hacia octubre.

En cuanto al Frente Amplio, las encuestas dan una distancia entre Yamandú Orsi y Carolina Cosse menor a 15% (con excepción de la última encuesta de Factum, que dio 16%) y todas dan a Orsi primero y a Cosse segunda, en algunas achicando distancia y en otras estable. Todo parece indicar que la definición será ajustada y la ley del 15% nos indica que ambos conformarían la fórmula presidencial.

Estas consideraciones están en sintonía con los acuerdos que se han ido generado en el Frente Amplio, explicitados por su presidente, Fernando Pereira: que todos los precandidatos han aceptado formar parte de la fórmula como vicepresidente, que la fórmula sería anunciada la misma noche de la elección interna, que sería paritaria y definida por un amplio acuerdo de dos tercios de la mesa política.

En cuanto al Partido Nacional, todas las encuestas dan una distancia entre Álvaro Delgado y Laura Raffo mayor a 15%, y en todas dan a Delgado primero. Si la ley del 15% se cumple, la fórmula presidencial será conformada por Álvaro Delgado y otra persona que no sería Laura Raffo.

En este marco, versiones de prensa manejan que la fórmula sería paritaria y anunciada la noche de la elección. Como posibilidad a la vicepresidencia se manejan nombres como Azucena Arbeleche, actual ministra de Economía y Finanzas, o Beatriz Argimón, actual vicepresidenta.

En cuanto al Partido Colorado... la situación es más difusa. La cantidad de candidatos y el tamaño de su elección interna hacen un combo que dificulta pronosticar el panorama para junio. Veremos si en estas semanas los relevamientos consolidan a dos candidatos en primer y segundo lugar (¿Robert Silva? ¿Andrés Ojeda? ¿Gabriel Gurméndez?), y la distancia entre ellos.

Dentro de un mes y medio comprobaremos finalmente si la ley del 15% sobrevive a su sexta elección interna, con la certeza de que en los discursos de las fórmulas resonarán, como un eco lejano, aquellos versos finales que inmortalizaron los Cebollitas: “Ganamos y perdemos, lo bueno es competir, pero seguimos siempre unidos hasta el fin”.


  1. Buquet (2021), “Elecciones primarias obligatorias, simultáneas y muy abiertas”, en ICP (2021), De la estabilidad al equilibrio inestable: elecciones y comportamiento electoral en Uruguay 2019