“Hoy no es un acto cualquiera, no es un acto como los 200 que tuvimos en todo el país”, empezó diciendo el precandidato del Partido Nacional (PN) Álvaro Delgado este miércoles de noche en su acto de cierre de campaña previo a la elección interna, que tuvo lugar en la calle Paulino Pimienta, que se extiende por una solitaria cuadra, y Avenida Brasil, en pleno Pocitos. Junto a todo su equipo, que lo acompañó detrás, Delgado fue el único orador del evento y habló cerca de 40 minutos, en lo que fue una mezcla de sus discursos anteriores de la campaña y una apelación a la épica, por ser el último acto antes de la interna.

Delgado dijo que hicieron una campaña “10 puntos”, ya que fue “limpia, libre de humo, sin agredir, sin descalificar, sin enchastrar”, porque “cuando uno tiene propuestas, gestión para mostrar y resultados, no necesita andarse escondiendo atrás de un enchastre o un insulto”. El precandidato dijo que estas elecciones internas son “especiales, quizás de las más importantes de los últimos tiempos”.

“Nos jugamos mucho más que la elección de un candidato, nos jugamos el futuro de un rumbo. Si el 30 de junio el PN es el partido más votado, esa noche empezamos a ganar la elección nacional, no tengan ninguna duda”, aseguró, y se ganó una de las tantas olas de aplausos de la fría noche. Delgado subrayó que si gana la interna el próximo domingo y le dan “el tremendo honor” de ser el candidato único del PN, se compromete a que esa misma noche “va a estar la fórmula del PN, para empezar a transitar rumbo a la victoria de octubre y de noviembre”.

Delgado hizo énfasis en que a la gente que no los votó en 2019 le va a pedir “que compare gestiones”: los cuatro años y medio de este gobierno contra los 15 del Frente Amplio (FA). Dijo que hoy hay “menos de la mitad de la inflación” que en 2019, el último año que gobernó el FA, y hay “récord de personas trabajando, menos desempleo, y el salario real más alto de los últimos 49 años”. Además, aseguró que en este gobierno hubo “tres veces más inversión que en 2019”.

El precandidato dijo, en referencia al FA, que “después de 15 años de bonanza económica, los reyes de la sensibilidad social nos dejaron 218.000 uruguayos viviendo en más de 650 asentamientos”, algo que calificó de “una vergüenza”. “Con este gobierno, con el Plan Avanzar, vamos a darles vivienda a 70.000 uruguayos, que terminan con una vivienda digna al final del período”, subrayó.

“Somos diferentes en la forma de gobernar”

“Hoy en el FA aparecen unos y otros, los sectores, peleándose por la línea económica. Y sale el exministro [Daniel] Olesker a reconocer que hay líneas diferentes en materia económica en el FA. En el período pasado, cuando el FA era gobierno, había un equipo económico de [José] Mujica y otro de [Danilo] Astori, y se daban las pulseadas todo el tiempo, que lo único que daba era incertidumbre”, sostuvo. Entonces, Delgado dijo que los nacionalistas son diferentes al FA, entre otras cosas, porque tienen “un solo rumbo económico, un solo equipo, una sola línea”, y que eso da “certezas, tranquilidad y seguridad”.

“Somos diferentes en la forma de gobernar: nosotros cuidamos la plata de la gente y no nos metemos en aventuras empresariales como la regasificadora, Ancap, Antel Arena, Pluna, el horno [de pórtland] de Paysandú, el [Fondo de Desarrollo] Fondes, que nos llevaron 2.000 millones de dólares, la plata de todos ustedes, de impuestos, en aventuras empresariales fracasadas”, sostuvo.

Delgado también apuntó contra el FA por su intención de dar marcha atrás a varios de los cambios que impulsó la ley de urgente consideración (LUC) de este gobierno, que dio “seguridad jurídica a la Policía, un régimen especial de adopciones, más rápido, con garantías”, y “un sistema de alquileres sin garantías, sobre todo para los gurises que no tienen un familiar que les firme”.

Al final del acto, Delgado tomó una bandera de Uruguay e invitó a los militantes para que estén el 1º de marzo de 2025 en la plaza Independencia cuando el presidente Luis Lacalle Pou le dé la banda presidencial. “Ahí los quiero ver, ahí los quiero sentir, ahí quiero que me acompañen”, señaló.

Por último, dijo que además de un presidente quiere ser “un buen presidente”. “Quiero ser un buen presidente porque merecemos seguir con este rumbo de desarrollo, de inversión, de empleo, de sensibilidad social, de libertad, de descentralización, de tolerancia, de respeto y, sobre todo, de seguridad y garantías”, finalizó.