“Esto recién empieza”, dijo a la diaria una fuente del Partido Nacional (PN) sobre la designación de la exdirigente de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales Valeria Ripoll como candidata a vicepresidenta de Álvaro Delgado, el precandidato que ganó la interna blanca con casi 75% de los votos. Lo que recién empieza es el ruido que generó la designación de Ripoll en varios sectores blancos, empezando por la forma en la que se dio.

Una fuente nacionalista aseguró a la diaria que “nadie” en la plana mayor de Delgado sabía que en el menú de posibles candidatos a la vicepresidencia estaba Ripoll, ni siquiera “los ministros”, y que podían esperar que se eligiera a “muchas personas, pero no a ella”. Agregó que la mayoría recién se enteró en el directorio del PN en la noche del domingo, aunque oficialmente Delgado tampoco lo anunció ahí, sino que fue un “boca a boca” que se materializó cuando Ripoll subió al escenario, minutos antes del anuncio público, tomada del brazo de la actual vicepresidenta, Beatriz Argimón.

Para que la fórmula se haga oficial se debe dar un paso formal: la Convención Nacional del PN, que se acaba de conformar con nuevos integrantes de acuerdo a los resultados de estas elecciones internas, debe aprobarla. La ley de elecciones (17.063), de 1998, en su artículo cuarto establece que “el órgano deliberativo nacional con funciones electorales, surgido en la elección interna, realizará la nominación del candidato a la vicepresidencia en votación nominal y pública por mayoría absoluta de sus integrantes”. Es decir, se precisa un mínimo de 251 votos de los 500 convencionales.

Según supo la diaria, en varios grupos de Whatsapp de dirigentes nacionalistas se instaló la duda en cuanto a que en la convención que se realizará en agosto se vaya a aprobar la candidatura a la vicepresidencia de Ripoll. De hecho, no fueron pocos los dirigentes blancos que empezaron a preguntar cuántos votos se precisan para aprobar la fórmula, o para rechazarla: “Es una olla de grillos”, dijo una fuente nacionalista sobre alguno de los grupos blancos, y ratificó que, en el momento de mayor ebullición, se habló de no llegar a votar la fórmula, incluso en filas delgadistas, ya que “hay malestar en todos los sectores”, subrayó.

Francisco Faig, coordinador general de los equipos técnicos de la precandidata Laura Raffo –que quedó segunda lejos, con 19%, y fue descartada por Delgado para competir por la vicepresidencia–, este lunes escribió en su cuenta de X: “Asombrado, como, percibo, muchísimos lo están. Los blancos tienen una convención. Nunca hay que subestimar la soberanía popular que ella expresa”.

Consultado por la diaria, Faig profundizó en que para “aquellos que están quejosos, la fórmula institucional que tiene el PN para definir estos temas y que está previsto por ley es la convención”. “Es decir, si hay gente que no está de acuerdo, seguramente votará en contra”, agregó. De todas maneras, puntualizó que cree que Delgado “ya tiene la mayoría [para aprobar la fórmula], porque una jugada así no se hace sin mayoría”. “A mí me pudo haber sorprendido, pero es recordar cómo funciona institucionalmente el asunto: no es la persona que es electa la que dice quién va, sino que la convención es la que después lo ratifica”, insistió.

Faig aclaró que él no es convencional, pero que, “por supuesto”, no hubiera elegido a Ripoll de candidata a vicepresidenta, ya que “incluso hizo un saludo comunista” en el acto de este domingo –en referencia al puño levantado–, pero “es lo que eligió quien acababa de ser electo por el 70 y pico por ciento de la legitimación del soberano blanco”. “Si el hombre no puede poner a la persona que le parece, es una cosa medio extraña”, acotó.

Para Faig, “notoriamente” Ripoll “no es una persona de trayectoria blanca”, y aseguró que él no veía venir esa fórmula. “La fórmula ideal hubiera sido el primero y el segundo, como corresponde en un ambiente de unidad partidaria, reconociendo el trabajo de una interna y una competencia, nada más y nada menos”, finalizó.

A todo esto, Delgado y Ripoll empezaron un raid de entrevistas televisivas en conjunto este mismo lunes. Por ejemplo, estuvieron en Telemundo, de Canal 12, donde Delgado dijo que comunicó su decisión al presidente Luis Lacalle Pou y el mandatario le dio su apoyo.

Entre los blancos reina el hermetismo sobre el asunto, a tal punto que son varios los nacionalistas que no se animan a hablar, ni siquiera sin ser nombrados, pero algunos, aun cuando se niegan, dicen bastante. Por ejemplo, un dirigente nacionalista, en diálogo con la diaria, se excusó de hablar con una elaborada metáfora culinaria: “No se habla con la boca llena, y yo no termino de masticar este bolo alimenticio que no puedo tragar”.

Lereté comparó la designación de Ripoll con las de Nin Novoa y Batalla

No obstante, en la interna blanca no todo es malestar o sorpresa, y algunos ya militan con todo la fórmula, como el diputado blanco por Canelones Alfonso Lereté (de Aire Fresco, el sector de Delgado), quien en diálogo con la diaria aseguró que, si bien al principio varios se sorprendieron, la fórmula “ya está calando en la dirigencia”, y subrayó que cuando Delgado en la noche de la elección dijo que le va a pedir a la convención del PN que acepte la fórmula con Ripoll, “más que una solicitud fue un mandato”, por lo tanto, a su juicio, “esto ya está resuelto”.

Además, Lereté destacó que Ripoll sea candidata a vicepresidenta, porque el Frente Amplio (FA) “no tiene una gremialista” en la fórmula, y esto hace que el PN sea “cada vez más abierto”. “Nos refresca una pata gremial que el partido siempre tuvo un poco débil. Una vez más, el PN rompe con los moldes, como lo hizo Luis [Lacalle Pou] cuando ganó dos internas seguidas, y ahora la fórmula deja de ser exclusivamente entre blancos”, sostuvo.

A su vez, el diputado puso ejemplos anteriores que él considera similares. Dijo que cuando el FA “fue a buscar” a Rodolfo Nin Novoa, que era blanco, “no generó ningún trauma”, y luego fue el vicepresidente de Tabaré Vázquez en su primer mandato (2005-2010). Lo mismo cuando el colorado Julio María Sanguinetti, previo a su segunda presidencia, “fue a buscar a la izquierda” y designó a Hugo Batalla como su candidato a vicepresidente.

“¿Por qué tiene que ser algo fuera de contexto llevar a Valeria Ripoll, una de las figuras más fulgurantes del sindicalismo de los últimos años? Rompió ciertos esquemas dentro del sindicalismo a nivel municipal y tiene un perfil social. A su vez, tomó la decisión de venir a militar en el PN porque su partido político la defenestró, el Partido Comunista la quiso aplastar, pero en los blancos encontró el respaldo moral y ético para alcanzar sus causas sociales”, finalizó Lereté.