El movimiento de Jóvenes con Carolina, identificados con la candidata a la vicepresidencia del Frente Amplio (FA), Carolina Cosse, organizó un conversatorio el jueves en el local del espacio frenteamplista La Amplia sobre el plebiscito de allanamientos nocturnos, en el que participaron representantes de organizaciones de derechos humanos y militantes de las campañas de No a la baja en 2014 y contra la reforma Vivir sin Miedo en 2019.
El eje principal de la charla fue el plebiscito que se someterá a consideración de la ciudadanía en las elecciones de octubre y que propone modificar el artículo 11 de la Constitución, en el que se detalla que nadie puede ingresar al hogar en la noche sin el consentimiento del morador. La modificación, planteada por el senador del Partido Nacional (PN) Carlos Camy, propone que sí pueda haber allanamientos nocturnos por orden del juez competente.
Barreto: “Cada vez que discutimos sobre seguridad jugamos de visitante”
Federico Barreto, militante de No a la baja en 2014, se refirió al elevado porcentaje de la población que, según las encuestas de opinión pública, votará a favor de los allanamientos nocturnos, y comentó que “la derecha vio un nicho de apropiación del tema de seguridad y encontró un punto débil de la izquierda, sabía que si pegaba ahí tenía mucho para ganar”.
Barreto analizó el rol de la izquierda en el ámbito de la seguridad y expresó que “es evidente que cada vez que discutimos sobre seguridad jugamos de visitante”. En la agenda de derechos humanos, políticas sociales e incluso en educación, “la izquierda tiene más dominio en el tema, pero en temas de seguridad tenemos que hacernos una principal autocrítica”, concluyó.
Barreto se refirió a la preocupación por la seguridad como “legítima” y afirmó que la situación es grave. “Uruguay es un país hiperviolento”, aseguró, e hizo referencia a la violencia con el resto y con uno mismo, como por ejemplo, las adicciones, el narcotráfico, la tasa de suicidios, la violencia de género, entre otras cosas. “La gran mayoría tiene que ver con situaciones de desigualdad, se expone a los jóvenes, a los trabajadores y a los más pobres”, sentenció.
Por otro lado, Nicolás Mazzarovich, integrante de la campaña contra la reforma Vivir sin miedo, resaltó que, en relación con las propuestas que se han hecho en los sucesivos plebiscitos, la oposición tiene “poco de querer solucionar el problema de la ciudadanía y mucho de querer figurar políticamente”. Por otro lado, “tener en jaque constante a la izquierda, ya que lo único que hemos hecho es reaccionar”, y, aunque Mazzarovich aseguró haber sido exitosos en detener dichas propuestas, no ha sido posible para el movimiento generar nuevas propuestas, proyectos alternativos ni ideas diferentes para solucionar el problema planteado.
Mazzarovich aseguró que esta propuesta en particular es lo que quedó de las tres realizadas por [Jorge] Larrañaga, exministro del Interior, que consistían en los allanamientos nocturnos, la militarización de la seguridad y aumentar castigos en delitos puntuales. Las últimas dos fueron rechazadas por la ciudadanía, pero con los allanamientos nocturnos el militante declaró que, desde la izquierda, “nunca logramos que suficiente gente quisiera actuar en contra”.
Además, se refirió a la militancia que tuvo en contra de estas tres propuestas y dijo que, como eran en conjunto, la gente iba a tener que votar en bloque, “por más que te guste uno, los otros también valen”, comentó, y afirmó que el plebiscito actual es un “cálculo político”. Agregó que “han aprendido de estos tres plebiscitos que han tenido hasta ahora”, ya que [Pedro] Bordaberry en ese momento anunció con antelación que iba a llegar una propuesta de plebiscito y eso, según Mazzarovich, permitió que el movimiento del No a la baja se forjara con tiempo y llegara a las elecciones con “muchísima más fuerza”.
Mazzarovich aseguró que esta vez la oposición “optó por un camino más rápido, ni siquiera hicieron una consulta popular, juntaron las firmas que necesitaban en el Parlamento”, y afirmó que el plebiscito de la seguridad social “acaparó todo el ámbito y eso genera ventaja”.
“Militar en el Frente Amplio no quiere decir que no seamos punitivistas”
Ignacio Villar, participante del colectivo Ovejas Negras y militante contra la reforma Vivir sin miedo, afirmó que el “problema de la seguridad es real y hace 30 años que sólo empeora” salvo con la Ley de humanización de cárceles del Frente Amplio, no hubo ningún otro avance. Villar habló del crecimiento de la población en cárceles, donde actualmente hay 16.000 personas privadas de libertad, y aseguró que “cuando estaba vigente la campaña de Vivir sin miedo eran 10.000, cuando hicieron la campaña de No a la Baja eran 4.500 y eso sólo fue hace diez años”. Para Villar, los allanamientos nocturnos eran “el talón de Aquiles de Vivir sin miedo, la gente cree que puede ser una herramienta útil”.
El integrante de Ovejas Negras aseguró que los allanamientos nocturnos no son más que una “distracción”, y hay que tomar en consideración “los estragos” del narcotráfico en Uruguay y el aumento de las mujeres privadas de libertad por los cambios en la ley de urgente consideración (LUC). Señaló que, en cuanto a seguridad, las figuras de poder proponen grandes cambios sistémicos, se realizan anuncios, pero luego “improvisan y tienen que solucionar”.
El militante de Vivir sin miedo habló sobre la situación en la que se encuentra el Comcar, donde hay una alta sobrepoblación y han ocurrido dos incendios en lo que va de 2024, en los que murieron personas privadas de libertad. “Que en este marco nos estén planteando que los allanamientos nocturnos son lo que movería la aguja no tiene sentido” afirmó Villar.
“A esta altura lo que tiene Uruguay con respecto a la protección del hogar es bastante conservador, solamente hay cuatro o cinco países que tienen este tipo de resguardo” aseguró Villar, y agregó que es un gran incentivo para decirle a la gente “probemos los allanamientos nocturnos que funcionan en el resto del mundo”. Además, destacó que ya se están haciendo allanamientos incorrectos y “esto va a suceder más seguido”, concluyó el militante.
Villar llamó a pensar alternativas al problema de la seguridad y afirmó que “nos encantaría no tener que usar el aparato represivo del Estado, pero los problemas lo demandan, el asunto es cómo y para qué”.
Andrea Sorondo, integrante de Serpaj, afirmó que para poder pensar de otras formas hay que tener autocrítica y saber que “el punitivismo está en todas partes, militar en el Frente Amplio no quiere decir que no seamos punitivistas”. En ese sentido, aclaró que son formas de gestionar los conflictos sociales por medio del control y el castigo que se encuentran en el día a día. La integrante de Serpaj aseguró que es simple y que la violencia se encuentra en todos lados todo el tiempo, y que es un reflejo de cómo nos vinculamos socialmente.
Afirmó que nuevamente existe un plebiscito vinculado a temas de políticas criminales, porque “obviamente el tema no está saldado, es un tema sensible en el que hay un vacío, y esto es una forma de marcar la cancha”. Consideró que “es necesario volver a pensar y es hora de ver los temas de forma transversal”, con respecto a las diversas temáticas que se tratan de forma aislada.
Por otro lado, la integrante de Serpaj afirmó que “ya de por sí un allanamiento es un hecho violento”, y aseguró que “es poner a disposición que esto va a suceder y, además, ya hay allanamientos por error, en el correr del día, pero ¿quién se hace cargo de eso?”.
“No sirve, es peor y está mal”
Mazzarovich habló sobre la militancia de No a la baja y Vivir sin miedo, y el intento de llevar en el discurso la empatía por las personas, pero, a la vez, que entendieran que lo que se estaba planteando como solución “no sirve, es peor y está mal”. El problema fue que “sólo quedamos en la inmediatez y no generamos un discurso que cambiara la lógica de cómo se entiende la seguridad”.
Villar, por otra parte, remarcó la importancia de comprender que los allanamientos nocturnos desvían la mirada de la cadena del suministro de la droga. En ese sentido, es donde “el aparato represivo del Estado es inexistente y termina siendo aplicado en nuestros barrios con gente pobre, mujeres, familias uniparentales, entre otros”, concluyó.
Aseguró que, para las personas que fueron privadas de libertad o con bajos recursos, “el narcotráfico brinda muchos más incentivos que un trabajo con el salario mínimo”. Por otra parte, habló sobre lo sencillo que es pasar por las fronteras de Uruguay y citó a Yamandú Orsi: “Las fronteras son un colador”. Agregó que el puerto no tiene escáneres y por eso no se sabe qué carga se va a ir. “Esto es lo que sucede antes del que te vende la droga en la plaza”, concluyó.
Sorondo afirmó que “la seguridad es un tema de mercado” y agregó que el No a los allanamientos nocturnos está basado en que actualmente sólo está prohibido en hogares, pero en depósitos, negocios, en el puerto están habilitados. Además, hoy en día la intervención nocturna de la policía existe: en el marco de denuncias o emergencias la policía sí puede ingresar al hogar.
Por otra parte, Sorondo comentó que los allanamientos se realizan para buscar pruebas y que ya existen otro tipo de técnicas de investigación que pueden tener “más eficiencia”; se preguntó por qué no reforzar estas técnicas. Otra población que, según la integrante de Serpaj, se verá afectada por dicha intervención son las infancias y adolescencias, ya que afirmó que “no hay nada detallado de las infancias en el proyecto”. También recordó que el sindicato de policías se plantó en contra de los allanamientos nocturnos, ya que “no está preparado para lidiar con esos conflictos, la violencia es para un lado y para el otro”.
La integrante de Serpaj comentó que “está el eslogan de los allanamientos nocturnos como el combate al narcotráfico y acá no hay ningún combate, esto no es una guerrilla”. Concluyó que es infantil verlo así y afirmó que debemos pensar en “una política integral y de estado” para solucionar el problema de la inseguridad.