La Suprema Corte de Justicia (SCJ) decidió separar de sus cargos temporalmente a las dos juezas de Artigas que intervinieron en el caso de Rosana Batista, una policía de 29 años que fue asesinada por su ex pareja.

Batista había denunciado a su ex pareja por violencia doméstica en enero y la jueza Natalia López, que sustituía a la titular del juzgado, Paula March, dispuso que el hombre no pudiera acercarse ni comunicarse con ella durante 180 días. Además, pidió una pericia psicológica al acusado y un “informe social del hogar” que la pareja compartía con su hija, de 10 años.

Según la investigación que se lanzó después de que Batista fuera asesinada, el miércoles pasado, el hombre incumplió las restricciones e incluso amenazó a su ex con asesinarla si la veía con otra persona. Cuando la víctima denunció estos incumplimientos, March, que ya había regresado tras la feria judicial, se limitó a reiterarle al hombre, por teléfono, que tenía que cumplir con las disposiciones judiciales.

Un mes y medio después, la joven policía fue asesinada por su ex pareja. Esto llevó a que se revisara la actuación de la Justicia durante el caso y, entre otras cosas, se reveló que March no siguió la ley de violencia doméstica de 2002, que establece que ante un incumplimiento de las medidas judiciales el agresor debe ser arrestado por un máximo de 48 horas.

Ahora ambas juezas serán investigadas de forma interna y estarán suspendidas hasta que culmine el proceso. Mientras tanto, la SCJ les retendrá 50% de sus haberes como juezas.