Comenzó la tercera edición de la Semana de Arte Trans (SAT), que incluye propuestas nacionales e internacionales. La edición 2019 de este festival de arte pretende seguir trabajando para “entender el cuerpo y la identidad como sujetos políticos”. “Entendemos que este es un espacio de resistencia no sólo al fundamentalismo nacional, sino también como respuesta al contexto geopolítico latinoamericano, que amenaza con retroceder en derechos”, explican los coordinadores artísticos en la convocatoria.

Con artistas de Argentina, Brasil, Canadá, Cuba, Francia y Uruguay, esta edición tiene la particularidad de enfocarse en la interseccionalidad que atraviesa a los cuerpos e identidades trans y travestis. Para conocer el proceso artístico de preparación de esta semana, los desafíos de promover un festival de arte trans en medio de las acciones contrarias a la Ley Integral para Personas Trans y el lugar que el arte ocupa en la resistencia, la diaria entrevistó a sus coordinadores, Delfina Martínez, activista y gestora cultural, y Leho de Sosa, activista y artista visual.

¿Cómo fue la preparación de esta tercera edición de la Semana de Arte Trans?

DM: Este año empezamos mucho antes; de hecho, nunca dejamos de trabajar: lo hicimos de forma honoraria el resto del año, porque creíamos que era algo que no se podía discontinuar, que tenía que trascender lo que es la semana en sí. Es la tercera edición y es el segundo año que estamos con Leho en la coordinación artística y en la curaduría. La Intendencia [de Montevideo, IM] hizo un llamado público para este rol y nos presentamos el año pasado. Quedamos entonces, y este año –al contar con la experiencia del año pasado– volvimos a quedar. Este trabajo es muy intenso porque somos sólo dos personas, más allá de que contamos con el equipo de la Secretaría de la Diversidad de la IM que también trabaja muchísimo en esto. Además, esto tiene una veta activista porque entendemos que hay una realidad y que el arte también es utilizado como una herramienta súper poderosa para poder expresarse y para hacer intercambios.

LDS: Como equipo nos fuimos consolidando. En la primera experiencia fue todo probar, porque nunca habíamos trabajado juntes. La experiencia fue muy positiva tanto en lo afectivo como en lo profesional. Este año fue mucho más potente porque, además, nos invitaron a festivales y empezamos a viajar, a salir y a tener experiencias en otros lados. Conocimos a las compañeras trans y travestis de San Pablo, y a compañeros gays y de la movida queer. Es una movida artística con un discurso y una resistencia propios, porque viven una realidad distinta. Brasil es el país que más mata personas LGBT y, en particular, trans y travestis. Hay un concepto de la resistencia desde lo político: poner el cuerpo para generar un cambio. Quisimos traer eso a Montevideo pero de forma hermanada y en diálogo con lo que hacemos acá. Tenemos una cosa en esta dupla travesti-marica que me gusta mucho; aprendí sobre el lugar que debemos ocupar en esta lucha las personas que no somos trans o travestis. Tenemos que aprender a usar nuestros privilegios para vehiculizar cambios, y a corrernos cuando no tenemos que estar.

¿Esto es lo que sienten que están haciendo ahora desde su rol?

DM: Sí, también hay que entender que en este momento hay una coyuntura política que acompaña. Está el uso de los espacios, la mayoría públicos, que se supone que son de todas y todos pero en la realidad no lo son. También hay muchos espacios que son para artistas consagrados y están enmarcados en ese lugar, sin que se dé posibilidades a lo emergente, a lo under.

LDS: Es algo en lo que venimos trabajando, porque venimos de la periferia, de otra realidad, y eso nos une un montón a la hora de pensar en los conceptos artísticos y los lugares que damos y cómo los ocupamos. Pensar en desbancar la cuestión del arte como un lugar solemne es fundamental, sin dejar de lado que las muestras y las obras estén bien producidas.

DM: Ahora está muy en boga la movida queer, pero no todas las personas trans somos queer. Muchas ni siquiera saben lo que significa eso, porque nuestra historia viene de otro lugar, no viene de lo académico. También está bueno romper esos moldes desde ese lugar.

LDS: En la SAT tratamos de que no sea un espacio “hetero friendly”, porque siempre esos espacios que son “gay friendly” o “LGBT friendly” al final son para que las personas cis y hetero no se sientan incómodas. El punto acá es otro. El concepto de arte trans que planteamos en la primera SAT que organizó la IM fue una iniciativa súper potente. Desde ese momento hasta ahora hemos atravesado un montón de lugares; uno de esos es por qué todo el tiempo se piensa que las personas trans necesitan que les aportemos información desde afuera. Tenemos artistas increíbles, que piensan, que tienen teorías y conceptos que nosotros no tenemos. Ni siquiera los feminismos tienen esas lógicas a la hora de pensar filosóficamente. Esta SAT no intenta ser más que una semana de reflexión para sentarnos entre todes y escuchar. Es algo que dice Susy [Shock]: “El mundo está así porque lo gobernaron ustedes”. Capaz que si nos dejan organizarlo a nosotras, lo hacemos distinto y nos va mejor.

DM: Eso tiene que ver con lo que dijo Erica Malunguinho [diputada trans de San Pablo] en su campaña: “Por una justa y necesaria alternancia en el poder”. El discurso tiene que ver con eso; hasta ahora el mundo ha sido dominado y pensado por la blanquitud heterosexual, cis y falocentrista. Por eso es importante el espacio de diálogo. Esto no es el Montevideo rock, que vas y ves espectáculos y después te vas a tu casa y decís: “Qué lindo que sonó”.

LDS: Claro, esto no es un espectáculo, sino un festival de arte. Fue un proceso: teníamos los contactos para que viniera gente del exterior, y un montón de aliades, y vimos que esto se podía transformar en otra cosa. El año pasado funcionó en esa lógica: que se instale el tema y se discuta.

¿Qué diferencia a esta edición de las anteriores?

DM: En esta edición el eje principal es tomar el concepto de identidad no solamente desde la identidad de género, sino también desde la interseccionalidad. Estamos atravesadas y atravesados por un montón de variables que construyen nuestra identidad y lo que somos; esto tiene que ver con la identidad étnico-racial, la identidad territorial, la identidad histórica del momento en el que estamos y la identidad artística. Tenemos que ver cómo todo eso construye realmente un sujeto político en esta sociedad, por eso sentíamos que era súper potente que hubiera artistas trans y afro de Brasil. Que allá esté pasando lo que está pasando con Jair Bolsonaro, que se haya retrocedido mucho en derechos y que los primeros cuerpos que pagan las consecuencias sean los nuestros, los que están atravesados por mayores desigualdades… Sentíamos que este era un buen espacio para dar una voz regional, sabiendo lo que está pasando ahora con la campaña para derogar la Ley Integral para Personas Trans y que Uruguay aún es una islita en el medio de todos estos fundamentalismos que están creciendo y ejercen el poder en los demás países. Acá todavía no pasa, pero estamos en un año en el que eso podría empezar a cambiar.

LDS: Hay que entender que a nosotres nos puede pasar lo mismo. Todos aquellos que tenemos identidades disidentes, en decostrucción, y las mujeres sólo por el hecho de ser mujeres somos las primeras contra las que van a ir cuando apriete el zapato. Es fundamental juntarnos, vernos, hablar e intercambiar sobre lo que está pasando, y generar estrategias. Es un momento clave para eso.

¿Cambió algo en la organización de la SAT cuando se enteraron de que habían llegado a las firmas necesarias para ir a consulta popular por un referéndum para derogar la Ley Integral para Personas Trans?

LDS: Nosotres participamos en la campaña activamente y éramos bastante conscientes de que se venía esto. La SAT es una acción de verdad de activismo; estamos convencides. No pensábamos que iban a llegar ahora con las firmas, pero está pasando, y la SAT es el lugar donde hay que dar la discusión. Va a haber un montón de personas trans que son escritoras, músicas, artistas plásticas, políticas, académicas; realmente es un semillero de intelectualidad, y eso muestra la lucha desde ese lugar. Esto calza justo porque vamos a estar una semana ocupando lugares súper potentes de la cultura montevideana.

Es una experiencia única a nivel internacional. En un país que es considerado “en vías de desarrollo” están cambiando la forma de ver a las y los artistas trans. ¿La idea es borrar el concepto de que son víctimas a las que hay que ayudar?

LDS: Eso es lo que pretendemos en esta semana, ese es el foco del trabajo que hicimos. Vamos a salir de ese lugar.

DM: Queremos salir de la acción afirmativa.

LDS: Esto ya no es una acción afirmativa. Es una movida cultural que tiene voz propia, y hay un montón de gente que tiene que ocupar esos lugares. Las artistas ya están haciendo cosas. Cuesta entender que esto no es un semillero de gente que no sabía que estaba haciendo arte. No pintan y componen para esta semana, lo hacen más allá de esto. La SAT está buenísima porque hay un montón de gente que puede estar acá porque ya existe: no inventamos artistas trans.

¿Cómo se imaginan a la SAT dentro de diez años?

DM: A mí me gustaría que no existiera una semana específica de arte trans, que se pudiera, siendo trans o no trans, contar con los espacios y no tener que estar explicando lo que soy. Por ahora es necesario que exista, porque hay mucha gente que comenta en las redes: “Ay, ¿pero no quieren igualdad? ¿Para qué hacen una semana sólo de arte trans si quieren ser iguales? ¿Para cuándo la semana de arte heterosexual?”. Y bueno, los artistas que están hoy en las galerías y en la mayoría de los espacios son heterosexuales: no es necesario hacer una semana de arte heterosexual porque es el arte que está en todos lados. Hasta que eso no se derribe va a ser necesario hacer la SAT.

Lo que no te podés perder de la SAT según Delfina Martínez y Leho de Sosa

  1. Presentación de trabajos de las cápsulas creativas (3 de abril a las 19.00 en el Centro Cultural de España, CCE).
  2. Exposición Internacional de Artes Visuales (2 de abril a las 19.00 en el CCE).
  3. Cierre musical (4 de abril a las 19.00 en Plaza Mateo).
  4. 2° Simposio de Arte Trans (5 de abril a las 18.00 en la Facultad de Información y Comunicación).
  5. Manifiesto Transpofágico de Renata Carvalho (1º de abril a las 21.00 en el Teatro Solís).

Programa completo: ladiaria.com.uy/UVD.