Este miércoles la sala Luisa Cuesta, de la Facultad de Ciencias Sociales, será escenario de la presentación del archivo Sociedades en Movimiento, una iniciativa que busca rescatar documentos, fotografías, videos y entrevistas de los diferentes movimientos sociales uruguayos desde los años 80 hasta el presente. El proyecto surgió en el marco de un convenio entre el Ministerio de Desarrollo Social y las áreas Historia política y Política, género y diversidad del Instituto de Ciencia Política (ICP) de la Universidad de la República. Cuenta además con el apoyo del Centro de Estudios Interdisciplinarios Uruguayos de la Facultad de Humanidades y la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio.

La idea es lanzar de manera oficial el sitio web que albergará una parte del acervo documental que ya fue digitalizado “para que las personas puedan acceder y se democratice el acceso a los archivos”, explicó a la diaria el profesor e investigador del ICP Diego Sempol. El especialista dijo además que, “como en cualquier archivo público”, habrá criterios de acceso. En ese sentido, adelantó que los casos en los que aparece “información sensible” serán manejados exclusivamente por investigadores. El resto será de acceso libre y gratuito.

“La mayoría de quienes estamos participando en el proyecto trabajamos en temas sobre pasado reciente en nuestras tesis de maestría y de doctorado, y fuimos detectando que había mucha dificultad para acceder a documentación sobre los objetos de estudio en los archivos públicos o las bibliotecas”, explicó Sempol, “y que había una cantidad de acervos privados en casas de militantes o ex militantes de esos movimientos sociales que estaban en pésimas condiciones”. De allí surgió la idea de generar una plataforma que logre, de algunas forma, preservar las fuentes documentales que los investigadores ya tenían mapeadas dentro del territorio. “Es un archivo que va a estar en constante movimiento, y la idea es ir incrementando cada vez más el acervo documental, además de ir haciendo el archivo oral con entrevistas a dirigentes y a militantes de los diferentes movimientos”, puntualizó el investigador.

En esta primera etapa, el equipo de expertos trabaja en tres movimientos particulares de Uruguay: afrodescendencia, diversidad sexual y feminismos. El archivo dedicado al movimiento afro contará, por ejemplo, con volantes de Mundo Afro de la época de su fundación, documentos preparatorios para diferentes conferencias internacionales o publicaciones de revistas de esa organización que no están en ninguna base documental o biblioteca, adelantó Sempol. En el caso de la diversidad sexual, el archivo traerá volantes que fueron distribuidos en 1984 por la Fundación Escorpio –un grupo de acción y apoyo a la comunidad de gays y lesbianas de la época– que “convoca a los homosexuales a luchar contra las razias policiales que existían en el último año de la dictadura y además informa que la amenaza policial de que se hacen pruebas forenses para determinar si las personas son homosexuales o no son falsas”, explicó el investigador del ICP. Sobre los feminismos, Sempol destacó unas entrevistas a militantes feministas en 1985 en las que cuentan los orígenes del movimiento en Uruguay. “Son todos materiales inaccesibles y que a partir de este proceso de desarrollo, dentro de un archivo, van permitirán el acceso a la gente”, aseguró.

Si bien eligieron estos tres temas para arrancar, el objetivo en el largo plazo es “ir involucrando a todos los movimientos sociales que existan en Uruguay”, dijo el investigador, y mencionó como ejemplos el canábico, el estudiantil, el de derechos humanos o el ambientalista. En paralelo a la compilación del material visual, el plan del equipo responsable también es generar un archivo oral con entrevistas a dirigentes y militantes de los diferentes movimientos.

Las personas que tengan documentación sobre movimientos sociales dentro del período elegido están invitadas a acercarse a las instituciones responsables para colaborar y engrosar este acervo cultural. “Este es el lugar donde pueden hacer el proceso de transferencia de esa documentación, porque muchas veces lo que pasa es que la o el militante se muda y, como no tiene lugar en el nuevo espacio, esos papeles van a la basura, o se muere y la familia no entiende el significado de eso y lo tira”, dijo Sempol. “Todos esos papeles y esos acervos privados tienen un lugar donde van a ser valorados, catalogados y utilizados para la administración pública”.