Desde el lunes las estudiantes de escuelas y liceos públicos de Inglaterra pueden acceder de forma gratuita a una variedad de productos de gestión menstrual. La iniciativa forma parte de un plan del Departamento de Educación que apunta a erradicar lo que en inglés se denomina period poverty, la situación a la que se enfrentan muchas mujeres que no pueden pagar estos artículos por el alto costo que tienen. También busca romper los estigmas en torno a la menstruación, que muchas veces somete a niñas y adolescentes a situaciones de discriminación, burla y acoso.

“La menstruación es una parte normal de la vida cotidiana y no queremos que las jóvenes se pierdan las clases cuando están en ese período”, dijo la ministra de Niños y Familias británica, Michelle Donelan. “Sabemos que no es fácil para todas acceder a productos de higiene menstrual donde y cuando los necesitan. Este plan abordará esos problemas para que las jóvenes puedan llevar a cabo su vida diaria sin verse afectadas si les vino inesperadamente, se han olvidado de traer productos con ellas o no pueden pagar los productos que necesitan”, agregó.

Los productos disponibles pertenecen a la empresa PHS –contratada por el Estado el año pasado después de una licitación– e incluyen toallitas desechables y reutilizables, tampones con o sin aplicadores, y copas menstruales. El gobierno otorgará un presupuesto fijo para cada centro educativo, que tiene la posibilidad de seleccionar qué comprará de acuerdo con sus necesidades. Los pedidos pueden hacerse en el sitio web de la compañía, escribiendo a un correo electrónico o por teléfono. En total, el Departamento de Educación destinará cerca de 22 millones de dólares para las estudiantes de 20.000 centros que, según los cálculos, usarán los productos.

Una encuesta realizada por la organización Plan International UK en 2018 reveló que, en Reino Unido, 42% de las jóvenes de entre 14 y 21 años se vieron obligadas a usar protección “improvisada” durante la menstruación frente a la imposibilidad de comprar toallitas. El mismo sondeo mostró que 7% de las jóvenes tuvieron que utilizar medias, retazos de tela o papel de diario como “sustitutos de emergencia”. Ese año, más de 137.000 niñas faltaron a la escuela por su menstruación, según aseguró Rosamund McNeil, subsecretaria general de la Unión Nacional de Educación.

“Pedimos que las escuelas mantengan conversaciones abiertas con las estudiantes sobre lo que necesitan y comiencen a inscribirse en el plan [impulsado por el gobierno]”, dijo por su parte la activista Amika George, fundadora de la organización FreePeriods, que desde 2017 hace campaña para que los productos de higiene menstrual sean distribuidos gratuitamente en Reino Unido. “Ninguna niña debe faltar a clase. Los productos gratuitos en las escuelas asegurarán que cada niña pueda aprender y ser lo mejor posible, sin períodos que las detengan”, agregó.

En marzo de 2019 el gobierno inglés anunció que financiaría productos de gestión menstrual para estudiantes de secundaria, pero la cobertura del plan se extendió después de que organizaciones y activistas señalaran que la menstruación, para muchas niñas, comienza cuando todavía están en la escuela.

El plan de Inglaterra se inspiró en proyectos similares que fueron implementados en los últimos dos años en Escocia y Gales. El gobierno escocés fue el primero en aprobar, en agosto de 2018, una iniciativa para que estudiantes accedan a productos menstruales gratuitos en escuelas, liceos y universidades. Le siguió el año pasado el gobierno galés, al ofrecer estos artículos gratis en las escuelas y liceos públicos.

Para la directora ejecutiva de Plan International UK, Rose Caldwell, el acceso a los productos de gestión menstrual “marcará una diferencia real en la vida de muchas niñas”, pero advirtió que es necesario que el tema deje de ser tabú puertas adentro del recinto educativo. Puso como ejemplo un sondeo de su organización que reveló que sólo un tercio de las niñas (31%) se sienten cómodas pidiendo a los maestros toallitas o tampones.