La página de noticias La Mañana publicó este viernes un artículo titulado “El debate sobre la agenda de género está lejos de cerrarse en Europa”, firmado por el militante de Cabildo Abierto y analista internacional Tomás Saranovich.

En la publicación se plantea que en la Unión Europea “conviven regulaciones muy diferentes respecto a los temas de la llamada agenda de género” y que “se multiplican los conflictos por estos asuntos”. Sin embargo, menciona como ejemplo un único país, Hungría, que, gobernada por partidos conservadores, ha impulsado varias medidas cuestionadas por la Unión Europea.

En un tramo del artículo se cita una de las leyes que representan el retroceso, en la cual el gobierno conservador establece que una familia está basada “en el matrimonio y la relación entre padres e hijos. La madre es una mujer, el padre un hombre”.

El senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, citó esa parte en su cuenta de Twitter:

La polémica ley aprobada en Hungría

Hungría aprobó el 15 de diciembre una reforma constitucional que, en los hechos, prohíbe la adopción para parejas del mismo sexo. La norma establece que solo podrán adoptar las parejas casadas o los solteros que reciban un permiso especial del gobierno.

También indica que los hijos deben ser criados con un espíritu conservador, informó la agencia de noticias AFP.

El matrimonio homosexual nunca estuvo permitido en Hungría, pero podían adoptar las personas solteras, un mecanismo que era utilizado por las parejas del mismo sexo para tener hijos. Con esta ley, las personas solteras deberán presentar una solicitud ante el gobierno.

El artículo de La Mañana señala que la medida despertó el rechazo de organizaciones civiles, “activistas de minorías sexuales” y defensores de los derechos humanos, como Amistía Internacional.

La ministra de Justicia, Judit Varga, una de las impulsoras de la reforma, dijo que esta busca “no poner “en peligro el derecho de los niños a un desarrollo sano”.

Previamente este año Hungría había aprobado una ley que impide reconocer oficialmente la identidad de género de las personas trans.