Si las mujeres valemos tan poco como para ser sistemáticamente violentadas, ¿cómo será un día sin nosotras en las calles, en nuestros puestos de trabajo o en los centros educativos? ¿Cómo cambia el panorama si, por un día, dejamos de producir y consumir? Activistas mexicanas buscan demostrarlo con la convocatoria a un paro nacional de 24 horas el lunes 9 de marzo, en el que intentarán hacer carne que “si paramos nosotras, paramos el mundo”. O, al menos, el país.

La jornada de paro se llevará a cabo un día después del Día Internacional de la Mujer porque este año la fecha cae domingo, un día en general de poca productividad. “¡El 9 ninguna se mueve!” es el lema de la convocatoria, que se viralizó después de que organizaciones feministas mexicanas lanzaran la propuesta en las redes sociales con el hashtag #UnDíaSinNosotras. La invitación es a paralizar todas las actividades (laborales, académicas, sociales) y no consumir servicios. Además, las mujeres piden a los jefes que no descuenten el día a las trabajadoras que se unan al paro y a los docentes que no les pongan la falta a las estudiantes.

La convocatoria fue tan masiva que recibió incluso el apoyo de algunas instituciones públicas. Por ejemplo, la titular del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, dijo en Twitter que se sumaba al paro “con convicción feminista y en sororidad” para “transformar a México”.

La iniciativa es una forma de protesta contra la violencia machista en uno de los países con la tasa más alta de femicidios en el mundo: sólo el año pasado hubo 1.006 casos, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de México. Casi tres por día.

De hecho, el llamado a un paro nacional de mujeres llegó en medio de una ola de indignación por dos femicidios en Ciudad de México que, por su brutalidad, horrorizaron al país en febrero. Uno es el caso de Ingrid Escamilla, de 25 años, quien fue apuñalada, desollada y eviscerada. La indignación social explotó todavía más después de que algunos medios difundieron fotos de su cuerpo. Unos días más tarde, una niña de siete años fue secuestrada de una escuela y asesinada. Su cuerpo fue hallado desnudo y envuelto en una bolsa de plástico en una obra en construcción.

La respuesta a la brutalidad hacia las mujeres fue la reacción feminista. Varios colectivos se reunieron en ese contexto para ver cómo podían responder. “Nos volteamos a ver y dijimos: ‘¿Qué más tiene que pasar para que esto cambie?’”, dijo Arussi Unda, vocera de uno de los colectivos, Las Brujas del Mar, a The New York Times. En vez de salir a las calles, que es la forma habitual de manifestarse, decidieron preparar una acción que simbolizara la desaparición de las mujeres de esos espacios públicos “para transmitir un mensaje de enojo y rechazo hacia la violencia que sufren las mujeres”, dijo Unda.

Las organizadoras saben que, por distintas razones, para muchas mujeres es imposible parar. Para aquellas que de todas formas quieran mostrar adhesión a la causa, la invitación es a que usen algún distintivo o prenda violeta.

Más allá del paro del 9 de marzo, los colectivos feministas mexicanos también convocan a movilizarse en las calles el #8M, contra todas las formas de violencia, discriminación y actitudes machistas. En Ciudad de México, la marcha saldrá del Monumento a la Revolución hacia el Zócalo.