Cerca de 100 mujeres y disidencias recrearon ayer frente al Palacio Legislativo El cuento de la criada (1985), la novela distópica de la escritora canadiense Margaret Atwood en la que plantea la creación de un país donde las mujeres son obligadas a someterse, renunciar a toda autonomía y parir para las clases poderosas. La intervención artística, que estuvo coordinada por Mujer y Salud en Uruguay (MYSU) y el colectivo Gozarte, se realizó en el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres
Con capas rojas y gorros blancos, las “criadas” recorrieron los alrededores del edificio en duplas, con la cabeza gacha y en silencio, antes de formarse en una sola fila. Todas tenían tapabocas rojos, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias por la pandemia de covid-19. Así formadas, rodearon la fachada principal de la sede legislativa que estaba vallada específicamente por esta actividad, según supo la diaria, pese a que la convocatoria era pacífica.
La idea de las organizadoras era recrear ese escenario ficticio, en el que las protagonistas son privadas de todos sus derechos y transformadas en objetos de explotación y control reproductivo, para rechazar cualquier intento del gobierno de “retroceder” en materia de derechos sexuales y reproductivos. “Es en reacción a la definición de un gobierno nacional que se ha planteado ‘provida’ y en defensa de los derechos de los ‘no nacidos’, algo que automáticamente pone a las mujeres y a los cuerpos gestantes en riesgo”, explicó a la diaria la directora de MYSU, Lilián Abracinskas, en alusión a los dichos del presidente Luis Lacalle Pou en la conferencia del 4 de mayo. “El objetivo de la performance es decir frente al Parlamento que esperamos que cumpla con la función que tiene en un país democrático de garantizar lo que por ahora parece que el Poder Ejecutivo no va a garantizar”, agregó.
El mensaje llegó –literalmente– a las manos de las autoridades legislativas. Antes de finalizar la intervención, tres representantes de MYSU fueron recibidas por la presidenta del Senado, Beatriz Argimón, y el presidente de la Cámara de Representantes, Martín Lema, a quienes entregaron un documento titulado “Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. Uruguay no será la república de El cuento de la criada”. Afuera del edificio, a metros de la puerta, las “criadas” esperaban en silencio, formadas en dos filas paralelas.
En el texto, al que tuvo acceso la diaria, la organización feminista explica por qué hicieron la intervención, una escena que en los últimos dos años se convirtió en símbolo de manifestaciones feministas desde Argentina hasta Irlanda. Además de mencionar el “peligro” que significa para las mujeres y disidencias que un gobierno se defina “provida”, MYSU cuestiona las medidas adoptadas para gestionar el impacto de la emergencia sanitaria en estas poblaciones. Entre otras cosas, asegura que “no tienen perspectiva de género ni buscan reducir las brechas de desigualdad”, especialmente en el terreno económico y en materia de cuidados. El gobierno tampoco tuvo en cuenta, dice el documento, “los niveles de violencia de género que impactan sobre niños, niñas, mujeres y disidencias” durante los confinamientos.
Por otra parte, MYSU asegura que es “evidente la vulneración constante a la que estamos expuestas” cuando “es de dominio público que en la explotación sexual de adolescentes y jóvenes están involucrados hombres vinculados al poder político, económico y jurídico”, en referencia a la causa de explotación sexual “Operación Océano”. “¿Qué tan lejana queda entonces la distopía de Margaret Atwood viviendo en estas condiciones?”.
La escena final de la intervención artística se realizó en los márgenes de la Plaza 1º de Mayo, a unos metros del Palacio Legislativo. Allí, las participantes desplegaron tres pancartas rojas con la consigna de la jornada escrita en blanco: “Cuerpos libres, estados laicos, democracias plenas”. Lo repitieron en voz alta al unísono ante los autos que esperaban para cruzar la cebra. Después se sacaron los gorros blancos, que oscurecían y cubrían sus rostros, y los tiraron al aire. El gesto parecía decir: “Criadas nunca más”.
Las demandas de este 28M
El documento entregado a Argimón y Lema también incluye las reivindicaciones del colectivo en este Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. La demanda más general: el respeto “irrestricto” a las mujeres como “sujetos de derechos y ciudadanas plenas con capacidad ética y moral de tomar sus propias decisiones”. En ese sentido, las integrantes insisten en “la necesidad urgente de que el aborto, la anticoncepción y todo servicio relativo a la vida sexual y reproductiva de las personas sean declarados como esenciales y garantizados desde el Sistema Nacional Integrado de Salud, sin postergación ni restricciones”.
MYSU reconoce que Uruguay es uno de los países más avanzados de la región en materia de derechos sexuales y reproductivos, y pide al Estado que cumpla con los compromisos asumidos ante el sistema internacional de la Organización de las Naciones Unidas que lo colocan en ese lugar. Uno de ellos es erradicar toda forma de violencia y discriminación, incluida la basada en género.
Los puntos
Estos son las nueve demandas específicas que, según la organización, el Parlamento debería cumplir en esta legislatura:
- Garantizar el acceso sin restricciones a los servicios que ampara la ley.
- Se asignarán los recursos humanos y presupuestales necesarios para el acceso universal e insumos para todas las prestaciones requeridas en el campo de los derechos sexuales y reproductivos.
- Se promoverá la difusión de los servicios para que toda la población conozca sus derechos y los ejerza, sin discriminaciones.
- Se asegurará la convivencia pacífica de la diversidad de creencias y no se impondrá ninguna desde las acciones de gobierno.
- Se fortalecerán los sistemas de denuncias cuando los derechos son vulnerados y se generarán mecanismos de reparación a las víctimas.
- Se superarán las barreras detectadas en el funcionamiento de los servicios legales de aborto, como los altos niveles de objeción de conciencia por parte de los profesionales de la ginecología.
- Se incorporará a la población migrante a todas las prestaciones requeridas para el ejercicio de la salud, incluyendo la interrupción voluntaria del embarazo.
- Se atenderán integralmente las situaciones de violencia de género procurando erradicar las causas que las generan.
- Se perseguirá toda forma de explotación, incluida la explotación sexual, particularmente la que involucra a niñas, niños y adolescentes.