El martes Costa Rica se convirtió en el primer país de Centroamérica y el vigésimo noveno del mundo en reconocer el matrimonio igualitario. Las medidas sanitarias decretadas por la pandemia de covid-19 no permitieron los festejos de la comunidad LGBTI en las calles, pero miles de personas celebraron la noticia junto a Dunia Araya y Alexandra Quiros, que se casaron unos minutos después de que entrara en vigencia la legalización, en una ceremonia que fue transmitida en vivo por la televisión pública y las redes sociales.

“Nuestro deber es combatir todo tipo de discriminación, sea por discapacidad, etnia, cultura, credo religioso, sexo, identidad y expresión de género, orientación sexual o cualquier otra”, dijo el presidente del país, Carlos Alvarado, en un mensaje compartido en Twitter el lunes de noche para celebrar la aprobación inminente del matrimonio igualitario. “Desde ese enfoque, que procura la defensa de todos los derechos humanos, es el lugar donde hay que entender este hito”, aseguró.

En un video difundido en la misma red social, la vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, también aplaudió lo que calificó de un “paso al frente en la historia para construir un nuevo pacto social basado en la igualdad y no discriminación”. “Esta lucha que alcanzamos hoy les pertenece a todas las personas que nunca han dejado de ondear la bandera la igualdad”, aseguró Campbell, quien es la primera mujer negra en ejercer la vicepresidencia de un país latinoamericano. “Atrevámonos a ser la generación que va a abolir todas las formas de discriminación”, interpeló al final del mensaje.

El matrimonio igualitario es legal en Costa Rica gracias a un fallo de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de 2018, que declaró inconstitucional una disposición del Código de Familia que prohibía los matrimonios entre personas del mismo sexo. En ese entonces, la Sala Constitucional dio un plazo de 18 meses al Parlamento para legislar al respecto y dispuso que, en caso de no hacerlo, la disposición sería anulada el 26 de mayo. Legisladoras y legisladores evangélicos intentaron en varias oportunidades frenar el cambio legal, pero no reunieron el apoyo suficiente para solicitar una postergación de la medida, por lo que la prohibición quedó anulada el martes.

El fallo de la Sala Constitucional acató lo dispuesto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en una opinión consultiva solicitada por Costa Rica en 2016. En enero de 2018, la corte finalmente resolvió que los estados deben garantizar los derechos de la población LGBTI, incluidos el reconocimiento de la identidad de género y el matrimonio igualitario.

Pese a ese y otros pronunciamientos de organismos internacionales en el mismo sentido, el matrimonio igualitario sigue estando prohibido en una decena de países de América Latina ‒Bolivia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana‒, mientras que otros, como Chile y Ecuador, reconocen la unión civil pero no con la figura del matrimonio.