En una decisión considerada histórica, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos invalidó este lunes una ley que restringía el acceso al aborto en Louisiana. La normativa, que fue aprobada en 2014, exigía a los profesionales de la salud del estado sureño que realizaran los abortos en clínicas que estuvieran ubicadas a menos de 48 kilómetros de un hospital. Quienes la promovieron argumentaron en su momento que la ley permitiría que las mujeres pudieran ser transferidas a hospitales de mayor complejidad en caso de que hubiera algún tipo de complicación durante el procedimiento.

Sin embargo, médicos y organizaciones de la sociedad civil han advertido desde entonces que el requisito era imposible en la práctica. De hecho, de haber sido validada, la norma hubiera implicado el cierre de dos tercios de las clínicas que realizan abortos en el estado, tal como aseguraron dos profesionales de la salud y un centro de Louisiana en la demanda que presentaron para derogar la ley. Finalmente, la Corte Suprema consideró que la medida iba en contra de la sentencia Roe vs. Wade, que en 1973 estableció que el aborto era un derecho amparado por la Constitución.

La votación fue dividida: terminó con cinco votos a favor de anular la ley y cuatro en contra. El presidente del tribunal, el conservador John Roberts, sorprendió al votar a favor de invalidar la ley e inclinar así la balanza para el lado de los jueces considerados “progresistas”. Para respaldar su decisión, el magistrado hizo referencia a una ley similar del estado de Texas que fue derogada por la Corte Suprema en 2016. “La ley de Louisiana impone una carga sobre el acceso al aborto tan severa como la impuesta por la ley en Texas y por la misma razón. Por este motivo la ley de Louisiana no puede permanecer, según los precedentes”, aseguró Roberts.

La presidenta del Centro para los Derechos Reproductivos, Nancy Northup, celebró la decisión, aunque aseguró que esta no significa el fin de la lucha por el derecho al aborto en las legislaturas y los tribunales. “Estamos aliviados de que la ley de Louisiana haya sido bloqueada hoy, pero estamos preocupados por el mañana”, dijo Northup a medios locales. “Con esta victoria, las clínicas en Louisiana pueden permanecer abiertas para atender al millón de mujeres en edad reproductiva en el estado. Pero la decisión de la Corte podría alentar a los estados a aprobar leyes aún más restrictivas cuando se necesita claridad para proteger los derechos de aborto”, advirtió.

Este es el primer fallo importante sobre el aborto que analiza el máximo tribunal desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, asumió en la Casa Blanca y nombró a dos jueces conservadores. La sentencia supone una derrota para Trump, que durante la campaña presidencial de 2016 había prometido que nombraría a jueces “provida” que revocarían el histórico fallo Roe vs. Wade.

En un comunicado, la Casa Blanca criticó lo que llamó un “fallo desafortunado”. “La Corte Suprema devaluó tanto la salud de las madres como la vida de los niños no nacidos al destripar la política de Louisiana que requería que todos los procedimientos de aborto fueran realizados por personas con privilegios de admisión en un hospital cercano”, leyó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, en una conferencia. “Los jueces no elegidos se han entrometido en las prerrogativas soberanas de los gobiernos estatales al imponer sus propias preferencias políticas a favor del aborto para anular las normas legítimas de seguridad del aborto”, agregó.