No hace falta escarbar mucho para ver que la representación de las mujeres y las disidencias en la industria musical es escasa: alcanza con mirar las grillas de los grandes festivales, buscar productoras reconocidas, fijarse en quiénes componen las canciones más populares o leer la planilla de docentes de una escuela de música.

Hay múltiples estudios que confirman estas desigualdades. Según un informe de la organización estadounidense Women in Music, por ejemplo, la representación femenina en estos ámbitos alcanza apenas 30%. La misma investigación reveló que sólo 6% de quienes se dedican a producir música son mujeres y que, en las sociedades de gestión colectiva, representan 20% de los compositores registrados.

Pero existen mujeres y disidencias que tocan, producen, componen y enseñan música: el problema es que tienen menos oportunidades laborales que los varones y, por lo tanto, menos visibilidad. Cuando Natalia San Juan cayó en la cuenta de esa realidad, decidió que “tenía que hacer algo”. Empezó a gestar así el proyecto Femnøise, que dio los primeros pasos en 2017 como un colectivo para luchar contra las brechas de género y la discriminación en la industria musical, mutó a agencia de representación y hoy es una startup tecnológica que busca conectar y potenciar a mujeres y disidencias vinculadas a la música.

San Juan nació hace 40 años en Uruguay y vivió durante gran parte de su vida en Chile, donde se formó como periodista especializada en ciencia. Su interés por la música la llevó un día a trabajar en la producción de conciertos de indie rock e incluso fue representante de una banda. Así empezó su carrera en la industria. En 2011, por una “búsqueda de crecimiento personal”, decidió mudarse a Barcelona, donde vive desde entonces. Allí volvió a recorrer el camino de la música cuando fue contratada para hacer de “conectóloga” ‒como le gusta llamarse‒, un trabajo que consistía justamente en conectar la oferta de artistas de Chile con la demanda de artistas latinoamericanos para festivales de música electrónica en Europa.

Fue en esa época que vivió un episodio que la marcó y que sería fundamental para la creación de Femnøise. “A finales de 2016 me contrató un productor chileno para hacer la producción de un festival en Andorra. Cuando me mostró el line-up vi que no había mujeres y le pregunté por qué”, recordó San Juan en diálogo con la diaria. El productor le respondió que no había “ninguna mujer que fuera tan potente” como para estar ahí. “Me quedé con eso rondando en la cabeza y le dije que acababa de conocer a una chica que era muy buena, que había estado en salas súper grandes, y le pregunté por qué no le dábamos la oportunidad. Lo hice más que nada por mi colega, no porque yo pensase en ese momento que era necesario tener un cartel paritario”, reconoció. La respuesta del productor la impactó: “Me dijo que la iban a poner, que iba a estar abriendo el festival y que no le iban a pagar igual que al resto, sino bastante menos, porque en definitiva era una chica y a ellos no les parecía muy conocida”. Al final, la DJ fue una de las revelaciones de la noche, pero no obtuvo el reconocimiento que merecía. Eso despertó en San Juan una inquietud que la llevó a investigar sobre la situación de las mujeres en la industria musical.

Aplicación

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“Para mí era muy frustrante ver que no coincidía la cantidad de mujeres que sabía que se dedicaban a la música con lo que realmente se reflejaba en los escenarios y en las escuelas de formación”, puntualizó San Juan. Después de investigar, llegó a tres conclusiones: “que, efectivamente, existe una brecha de género importante que se da porque los grandes bookers y promotores de los festivales son hombres y no hay una visión de género o una preocupación por buscar más allá”; “que en las escuelas no hay profesoras mujeres que te enseñen y que te acerquen a la tecnología de una manera más empática”; y que en este ámbito la sobrecarga de las tareas de cuidados sobre las mujeres también es un obstáculo, porque “no pueden irse de gira, ya que tienen que cuidar a los hijos”. Se preguntó entonces qué podía hacer para contribuir a revertir la situación. Encontró la respuesta en Femnøise.

Más que activismo

Después de ese “clic”, la emprendedora uruguaya se dedicó un año entero a hacer trabajo de campo para registrar dónde estaban tocando las mujeres DJ, quiénes eran y qué tipo de música hacían. Fue a salas chicas y a festivales grandes. Las conoció y las escuchó. Para cuando terminó la búsqueda en el terreno, había logrado juntar a un grupo de 19 mujeres para formar un colectivo. “Nos constituimos como colectivo e hicimos mucho ruido en medios”, recordó San Juan. “Hacer ruido”, de hecho, está en la esencia de Femnøise, un nombre elegido por un juego de palabras entre el catalán y el inglés, que significa literalmente “hacemos (fem) ruido (noise)”.

“Fue bueno, porque las salas de Barcelona nos empezaron a tener en cuenta y durante 2018 las chicas empezaron a pinchar en salitas pequeñas y otras más grandes, como de manera cooperativista. Era un trabajo colectivo de mostrar que nosotras también podíamos”, aseguró San Juan. Sin embargo, no les parecía suficiente.

Aplicación

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“El activismo es muy importante pero siempre y cuando pueda tener una consecuencia efectiva en ese grupo al que estás tratando de apoyar”, comentó la fundadora y actual directora ejecutiva de Femnøise. En 2019, entonces, decidieron redoblar la apuesta y pasar de ser un colectivo que promovía el trabajo de DJ a una agencia de representación “con un fuerte componente de activismo”.

No sería una agencia como cualquier otra. “Las agencias tienden a elegir grandes nombres porque piensan que si eligen a una súper artista les va a ir bien, porque ganan un porcentaje de ese cachet. Yo dije al revés: quiero que estas chicas que están pinchando entre colegas, en barcitos, sientan que sí es posible llegar a otro sitio, porque creía que ahí estaba la brecha”, contó San Juan. La agencia empezó a ganar visibilidad y era requerida por artistas de otros países que necesitaban representación, y ya no sólo vinculadas a la música electrónica. El abanico se amplió y San Juan decidió que, al no poder abarcar todas las solicitudes, tenía que dar un paso más: era momento de conjugar música, género y tecnología. Y abrirse al mundo.

Estar en el mapa

El objetivo de la nueva fase era crear una startup tecnológica que sirviera de plataforma para conectar a mujeres y disidencias vinculadas a la industria musical alrededor del mundo, con perspectiva de género e interseccional. En diciembre de 2019, gracias al apoyo de Barcelona Activa –la agencia de desarrollo local– y junto a un equipo de desarrolladoras, Femnøise empezó a hacer realidad el proyecto. Siete meses después y pandemia de coronavirus mediante, la aplicación Femnøise [https://www.femnoise.com/es/] fue lanzada al público a mediados de julio.

DJ´s Femnøise. Foto: s/d de autor

DJ´s Femnøise. Foto: s/d de autor

La aplicación tiene tres módulos principales. El primero consiste en un mapa que permite “buscar talento” a lo largo y ancho del planeta. Así, cada punto en el mapa lleva al perfil de una música, compositora, productora, gestora cultural, diseñadora gráfica o sonidista, entre otros oficios vinculados a la industria. “Lo quisimos hacer muy visual porque para poder cerrar muchas bocas teníamos que saber primero cuántas somos, dónde estamos y qué tipo de actividad desarrollamos”, dijo San Juan. Es el primer paso para hacer la conexión. “Entonces, por ejemplo, si yo tengo mi banda en Europa, quiero hacer una gira por Uruguay y necesito contratar a una tour manager, puedo contratarla buscando en la aplicación. Pongo ‘Uruguay, tour manager’ y listo”, explicó.

El segundo módulo es la red social, porque, al crearse el perfil, las mujeres y disidencias tejen una red mediante la cual pueden conectarse con otras de manera privada. Esta parte de la aplicación incluye foros y grupos para dinamizar, por ejemplo, colaboraciones. “Necesitas hacer un remix para tu último EP, buscas quién puede hacerlo y te contactas”, ejemplificó la fundadora de Femnøise.

El tercer módulo es una plataforma de nano learning para que puedan compartir conocimientos y monetizarlos. “Esto es súper importante, porque creemos que es a través del conocimiento que vamos a crear más referentes”, aseguró San Juan. “Hicimos una plataforma de nano learning, porque no queremos grandes cursos, sino más bien pequeñitos, donde cualquier mujer y disidencia, en cualquier parte del mundo, pueda compartir conocimientos o habilidades. La idea es que esa mujer que subió ese curso pueda venderlo y tener recursos extra para poder subsistir también en tiempos de crisis”. Cualquier persona puede tomar los cursos colaborativos, pero sólo mujeres y disidencias pueden dictarlos, una decisión que tiene que ver con “impulsar a las mujeres y disidencias a que se involucren en la educación en la música”. La solicitud para ser instructora se realiza directamente por medio de la plataforma.

El sistema para convertirse en uno de los puntos en el mapa es prácticamente el mismo: acceder a la página web y generar un perfil. En las dos primeras semanas de funcionamiento, 654 mujeres y disidencias de todos los continentes eligieron ser usuarias de Femnøise. La emprendedora uruguaya aseguró que se avanzó “a un ritmo de 200 por semana”. Su meta es llegar a las 1.000 cuando se cumpla el primer mes. “Se puede entrar desde cualquier parte del mundo y están súper invitadas a participar: no sólo artistas, también las periodistas, las fotógrafas, las que hacen marketing digital o diseño gráfico para las carátulas de sellos. Es todo un ecosistema”, dijo la fundadora. La invitación está hecha.

DJ´s Femnøise. Foto: Isabelle Bringert

DJ´s Femnøise. Foto: Isabelle Bringert

Las partners de Uruguay

Otra de las líneas de trabajo de Femnøise es generar asociaciones con organizaciones o colectivos locales que promuevan la igualdad de género en la industria musical. Por eso, el equipo está muy atento a lo que sucede en las redes sociales. Fue así que San Juan llegó a Más Músicas Uruguay. “Vi que tenían una red de mujeres y disidencias donde también trataban de visibilizar a perfiles y pensé: ‘Es el momento de colaborar y de unir’”, contó la emprendedora. “¿Cómo podemos hacer desde Femnøise para que tengan éxito también a nivel internacional y no se queden solamente en las barreras uruguayas?”, se preguntó. “Porque, al final, está buenísimo visibilizarnos dentro de nuestro territorio, pero si no salimos afuera no tenemos mayores oportunidades”.

Les escribió por Instagram y la respuesta fue instantánea. Unos días después, mantuvieron la primera reunión virtual para conocerse, intercambiar experiencias y crear una base sobre la cual armar diferentes proyectos colaborativos. “Me preguntaron cosas muy puntuales, por ejemplo, cómo se hace para hacer una gira en Europa, si había que pedir factura, si era necesario mostrar una visa, si te pagan en negro. Y pensé: esto es lo que yo quiero que suceda en la plataforma. Quiero que ayude a que se puedan conectar estas necesidades”.

San Juan invitó a Más Músicas Uy para que sea una “organización partner” de Femnøise en Uruguay, es decir, una especie de embajadora de su mensaje en el país, para que las conexiones desde los dos lados del océano sean más dinámicas. Ya hay una asociación partner en Barcelona, otra en Noruega y dos en Chile. La startup global apuesta a que el trabajo “más político” –por ejemplo, impulsar proyectos para que haya cupos en los festivales o reclamar subvenciones– se realice por medio de estas organizaciones locales, de acuerdo a la situación de cada país.

DJ´s Femnøise. Foto: s/d de autor

DJ´s Femnøise. Foto: s/d de autor

Más Músicas Uy es un proyecto que empezó a gestarse en 2017 y salió a la cancha en 2019, cuando gracias al fondo Fortalecidas de la Intendencia de Montevideo (IM) logró organizar el Primer Encuentro de Mujeres y Disidencias de la Música Uruguaya. En paralelo, las artistas crearon la plataforma web [https://www.masmusicas.uy/] para centralizar información sobre artistas y agrupaciones de mujeres y disidencias que hay en el país.

En abril de este año, el colectivo convocó a mujeres y disidencias trabajadoras de la música a participar en una encuesta para conocer su situación en el contexto de la emergencia sanitaria, ya que el sector cultural fue uno de los más golpeados por la crisis económica. Uno de los datos que reveló el sondeo fue que 63% de las 75 personas encuestadas se vieron afectadas “totalmente”, “casi totalmente”, “bastante” o “mucho” por la falta de ingresos provenientes de la música. En tanto, 53,3% respondió que necesitaba algún tipo de ayuda para subsistir. De ese grupo, 30% aseguró tener la necesidad de una canasta de alimentos. En respuesta, Más Músicas coordinó con las Asesorías para la Igualdad de Género de las intendencias de Montevideo, Canelones y Maldonado la entrega de 15 canastas para quienes expresaron la necesidad de ese tipo de ayuda.

Para acceder a la aplicación de Femnøise hay que ingresar en la página www.femnoise.com/es. La participación es abierta para mujeres y disidencias que tengan algún vínculo con la industria musical, desde artistas a sonidistas, iluminadoras, diseñadoras gráficas o fotógrafas, entre otras.