Cuando tenía 18 años, Paula Martínez denunció que la drogaron y violaron varios hombres en una fiesta en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, Argentina. Los cinco años que siguieron al hecho no le dieron tregua; no sólo tuvo que luchar contra los múltiples impactos emocionales y psicológicos que implica atravesar un abuso sexual, sino que desde que presentó la denuncia penal fue víctima de agresiones constantes por parte de los familiares de los cinco hombres procesados por el caso. El domingo pasado, a unos meses de que se iniciara el juicio contra los implicados, fue hallada muerta en su casa. Tenía 23 años.
A Paula la violaron ocho varones. Logró reconocer a cinco que en el momento de la violación tenían entre 29 y 40 años; cuatro están presos y uno prófugo. Cuando se dirigió a presentar la denuncia, los abusadores estaban presentes en la comisaría. No lo sabía en ese momento, pero uno de ellos pertenecía a la Guardia Municipal de Florencio Varela, informó Cosecha Roja.
Desde ese momento, Paula no tuvo oportunidad de rehacer su vida. De acuerdo con el portal argentino El Radar del Sur, la joven presentó más de 30 denuncias por situaciones de hostigamiento y amenazas de muerte dirigidas hacia ella misma, pero también a sus dos hijos y familiares.
Incluso fue agredida en más de una oportunidad en entrevistas en vivo en las que reclamaba justicia. Una de esas situaciones fue en marzo de 2020, en diálogo con Telefé. “Esto es lo que sufro siempre, constantemente. Es inhumano vivir así, y yo no entiendo cómo la Justicia sigue sin hacer nada. Está bien, [los acusados] están presos, pero esto también es una injusticia”, expresó en ese momento.
En estos cinco años, Paula tuvo varios intentos de suicidio. Las causas de su muerte aún se investigan y la familia está a la espera del resultado de la autopsia, pero la principal hipótesis es que Paula decidió suicidarse.
“Estoy destrozada, me abandonaron todos. Ella se quedó sola y así terminó; pedí ayuda a todo el mundo porque ya no podía ayudarla, más que estar ahí con ella. La mataron en vida, son asesinos, como todos los violadores, y ahora la terminaron de matar. Ellos la llevaron a esto”, dijo su madre en una entrevista con el programa Chiche 2021, de Crónica HD.
En varios países, los casos en que las mujeres se matan como consecuencia de situaciones de violencia de género se consideran “suicidio femicida”. En América Latina es una realidad latente; no obstante, sólo está tipificado en El Salvador y Chile, donde el movimiento feminista logró instalarlo en la agenda.