Consolidar y ampliar los estudios feministas para el desarrollo del conocimiento teórico, empírico y aplicado sobre la temática desde un enfoque interdisciplinario es el objetivo principal del Centro de Estudios Interdisciplinarios Feministas (Ceifem) de la Universidad de la República (Udelar), que, si bien fue presentado oficialmente el lunes, empezó a trabajar hace meses. El proyecto, que obtuvo financiamiento para el período 2021-2025 en un llamado del Programa de Apoyo a Centros Interdisciplinarios del Espacio Interdisciplinario de la Udelar, apunta a profundizar los estudios feministas y de género en esta casa de estudios por medio de actividades de investigación, enseñanza y extensión.

El Ceifem está integrado por 16 docentes e investigadoras de las facultades de Ciencias Sociales, Humanidades y Ciencias de la Educación, Derecho, e Información y Comunicación, además de contar con una representante de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (ver recuadro). Abarca ocho disciplinas: Antropología, Ciencias de la Comunicación, Ciencias Jurídicas, Ciencia Política, Filosofía, Historia, Sociología y Trabajo Social.

Las ganas de construir un centro de este tipo no eran nuevas para las académicas, que abordan las temáticas de género desde hace años o incluso décadas. Sin embargo, las circunstancias no habían sido tan auspiciosas como parecen serlo ahora. “Se fueron consolidando las investigaciones en los distintos servicios, surgió el llamado del espacio interdisciplinario para presentarse a los proyectos para formar centros interdisciplinarios, así que ahí nos pusimos en contacto y dijimos ‘es el momento’”, explicó la antropóloga Susana Rostagnol, una de las coordinadoras del Ceifem, a la diaria. La investigadora señaló que el contexto histórico también incidió en la decisión: por un lado, envalentonadas por una efervescencia feminista encabezada por las jóvenes; por el otro, frente a la necesidad de enfrentar los “embates antiderechos, que cada vez son más”.

Líneas de trabajo y ejes temáticos

El propósito del Ceifem, en definitiva, es “bañar de feminismo la universidad”, resumió Rostagnol. Por esa razón es que los proyectos del centro abarcarán las tres funciones universitarias. En materia de investigación, la idea en principio es amplificar las líneas de trabajo que las investigadoras ya venían tratando desde sus respectivas áreas, pero en clave interdisciplinaria, para “desentrañar la perpetuación de las desigualdades de género y de dominación patriarcal en el nuevo contexto social y político a nivel nacional y regional”, dice un documento difundido por el centro.

La investigación girará en torno a tres líneas de trabajo: cuerpo y sexualidades; poder, patriarcado y política; y memoria feminista y feminismos del sur. También se buscará consolidar un campo emergente de investigación sobre violencia de género, un tema al que le darán “gran centralidad”, dijo Rostagnol, porque “la violencia contra las mujeres es un problema social muy fuerte”. En este punto, buscarán articular con la sociedad civil, que tiene “un acumulado mucho mayor, a partir de la casuística”, señaló la antropóloga.

Además, las docentes tienen la intención de investigar determinados temas que, de alguna manera, conectan varios de los ejes principales. Un ejemplo es el proyecto sobre “movimientos y propuestas antiderechos”, explicó la académica, que enlaza el eje de “poder, patriarcado y política” con el de “cuerpo y sexualidades”.

Sumado a esto, el Ceifem buscará desarrollar ejes transversales que “revisen los sesgos patriarcales, eurocéntricos y blancocentrados en la producción académica, desde la epistemología feminista y el enfoque interseccional”, asegura el comunicado. Para eso, las docentes ya tejieron alianzas con grupos afrofeministas. De hecho, entre las organizaciones sociales que apoyaron la creación del centro se encuentra el colectivo Mizangas Mujeres Afrodescendientes y el Bloque Antirracista, además de la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual, Mujer Ahora y Cotidiano Mujer.

Las mujeres afrofeministas “están bastante por fuera de lo que sería el mainstreaming académico de los estudios feministas y en Uruguay hay varias organizaciones, entonces junto a ellas tenemos interés en hincarle un poco el diente a eso, en quitarle la blanquitud al feminismo y entrar a ver los matices que existen”, destacó Rostagnol. La especialista aclaró que no se trata sólo de estudiar sobre el afrofeminismo en Uruguay, sino también –y sobre todo– de introducir la mirada afrofeminista de forma transversal en los estudios.

En términos de enseñanza, el Ceifem ofrecerá cursos interdisciplinarios de formación de grado para el Área Social y también para los Centros Universitarios Regionales, en consonancia con el compromiso de descentralización asumido por la Udelar. “Nosotras no podemos cambiar ningún plan de estudios, pero sí consolidar la oferta de las materias optativas y electivas desde una perspectiva feminista”, afirmó la co-coordinadora del centro. A su entender, es “fundamental” profundizar en esta materia, porque puede contribuir a visibilizar, prevenir y erradicar situaciones de acoso y de violencia a nivel institucional. “En la medida en que a nivel de la formación más básica de grado se puedan introducir materias que problematicen las relaciones de género, va a ser más sencillo que las personas puedan visibilizar las inequidades y, de esa manera, esperamos que haya cambios comportamentales”, aseguró.

A nivel de posgrado, el centro también impulsará la creación de una maestría en Estudios Feministas y de Género que permita ampliar la masa crítica de investigadoras, investigadores y profesionales formados en estudios feministas y de género.

En cuanto a extensión, se establecerán líneas de investigación para “construir de forma colaborativa nuevos conocimientos a partir de la incorporación de otros marcos cognitivos, y reconociendo los saberes sociales a menudo excluidos de la academia”, señala el comunicado.

Otro de los objetivos específicos a los que aspira el centro tiene que ver con la creación de un Observatorio para la Igualdad de Género, que permita analizar desde una perspectiva feminista la información generada por la Udelar respecto de las desigualdades en el ámbito académico, identificar las brechas de género que existen y proponer alternativas. También se encargará de recopilar información sobre investigaciones, cursos y demás actividades que se hagan en relación a la temática.

El observatorio, que ya fue aprobado por el Consejo Directivo Central de la universidad, estará coordinado por el Ceifem aunque lo integrarán varias dependencias centrales, aseguró Rostagnol. “No pretendemos ser un centro con un observatorio, sino que la universidad se lo apropie y se lo adueñe”, explicó la antropóloga.

Entre los planes del centro también está la instalación de una biblioteca para recuperar y sistematizar la memoria feminista.

Un “reconocimiento” de las desigualdades

Como muchas otras cosas, el Ceifem nació también de una necesidad. Para Rostagnol, la situación actual de los estudios de género en la Udelar “está en pañales”. Según la académica, se han hecho cosas, pero son “acciones puntuales, de un grupo o de una persona, no ha habido algo concertado o coordinado”. Recordó que la Red Temática de Género de la Udelar, que existe desde hace más de 20 años, “ha logrado impulsar algunas acciones”, pero muchas veces se ha visto limitada por la falta de fondos, entre otras razones.

Tampoco había un proyecto interdisciplinario que apuntara en esta dirección, un elemento importante porque el feminismo “es interdisciplinario necesariamente”, señaló la antropóloga: “Más allá de que pueda haber una sociología feminista, una antropología feminista, una literatura feminista, etcétera, [el feminismo] tiene una raíz interdisciplinaria, y esa es la que queremos rescatar y colocar en primer plano”.

Rostagnol aseguró que la creación del Ceifem es importante “porque el feminismo es una corriente teórica, un movimiento social, una manera de pensar que propone una equidad y una sociedad más justa” y los estudios feministas contribuyen en esa dirección. Significa, además, “que la universidad reconoce esa inequidad originaria, esas relaciones de opresión, de subordinación, y que está dispuesta a hacer algo para modificarlas. Esa es una de las razones por las cuales es más importante: es el reconocimiento de un estado de situación, del que obviamente no es responsable la universidad sino la sociedad”, apuntó. Puertas adentro de la Udelar, para quienes integran el centro, implica “reconocer que más allá de las diferencias generacionales y de propuestas feministas –porque hay muchos feminismos–, existe la posibilidad de dialogar y caminar juntas”.

Ese “caminar juntas” también incluye a las estudiantes, que constituyen “uno de los motores de los estudios feministas y de género en la Udelar, tanto en el área de enseñanza como en investigación”, aseguró la politóloga Niki Johnson, co-coordinadora del centro junto con Rostagnol, durante el lanzamiento del proyecto en la Facultad de Información y Comunicación. En ese sentido, explicó que hay cada vez más jóvenes –mujeres, sobre todo, pero también varones– que tienen interés en desarrollar este tipo de estudios en sus monografías de grado o que piden que se multiplique la oferta de cursos vinculados a la temática.

En nombre de esas y otras estudiantes habló Mariana Denis, integrante de la Comisión de Género de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, quien celebró que “institucionalmente se reconozca la importancia de incorporar los estudios y la formación de los feminismos dentro de la Universidad de la República” y consideró que “da una señal clara y contundente de ser una institución que se revisa y se proyecta vinculada con su entorno, con las demandas y con las necesidades de la sociedad actual”.

La representante estudiantil destacó en concreto la creación del observatorio, que definió como un dispositivo que permitirá “leer, entender y problematizar nuestras realidades, la idiosincrasia de los espacios que habitamos y, a su vez, generar material que nos sirva de insumo para continuar transformándonos y avanzando”. En este punto, recordó que “ya sea como estudiantes, egresadas, docentes, funcionarias”, en la universidad las mujeres todavía están “expuestas a violencias ocultas que representan un flagelo, algo inentendible con lo que nos negamos a convivir y contra lo que seguiremos luchando hasta poder eliminarlo”.

Denis también resaltó la biblioteca como otro “enorme valor” que propone el Ceifem, ya que brindará la oportunidad de “acceder a conocimientos”, “seguir cultivando nuestro entendimiento sobre las problemáticas que nos atañen” y “mantener viva la memoria”, con la mirada puesta en la construcción de “un futuro más justo e igualitario”.

“Nos han traído hasta aquí miles de historias de entrega, compromiso y tragedia de cientos de compañeras. Es momento de hacer nuestra parte, ocupar este espacio y hacerlo florecer”, resumió Denis; “cuentan con nosotras”.

“Imprescindible” frente a los antiderechos

Durante la presentación del centro también intervino el rector de la Udelar, Rodrigo Arim, quien aseguró que la casa de estudios tiene la “obligación institucional” de estar “a la vanguardia” de los procesos “de cambio social en búsqueda de la equidad y de la justicia”. El jerarca reconoció que la institución no siempre estuvo a la altura de las circunstancias en materia de género, porque eran cuestiones que “parecían ser temas entre actores privados”. Sin embargo, a su entender, la visión que hoy predomina es la de que “son temas que nos atañen como institución” y “obligan a construir agendas internas y externas”.

El rector de la Udelar dijo que el observatorio que propone el Ceifem servirá para “deconstruir algunos discursos que presuponen aceptar como procesos normales o hasta administrativos ciertos comportamientos que no son aceptables” y que muchas veces operan en el “ámbito del vínculo interpersonal”, por lo que pueden ser difíciles de visualizar. El desafío, aseguró, es que eventualmente esta herramienta se transforme en “una plataforma para que estos temas terminen de consolidarse en la sociedad y sean, en algún momento, irreversibles”.

Arim dijo que un espacio interdisciplinario como el Ceifem, “donde convergen una acumulación académica y comprometida con las temáticas que pone sobre la mesa el movimiento feminista en general”, es “pertinente, necesario e imprescindible”, sobre todo “en la coyuntura en la que vivimos hoy en la región y en el mundo”. En esa línea, mencionó algunas iniciativas antiderechos en Hungría, Estados Unidos y en Brasil, y llamó a tener “cuidado” porque estos discursos también empiezan a aparecer en Uruguay. “Podemos decir que son voces minoritarias”, advirtió; lo eran también en Estados Unidos y en Brasil hace relativamente poco”.

Hay equipo

Las integrantes del Ceifem son: Niki Johnson (co-coordinadora), Ana Laura de Giorgi, Mariana González Guyer, Natalia Magnone, Constanza Moreira, Gimena Albarenga (Facultad de Ciencias Sociales); Susana Rostagnol (co-coordinadora), Andrea Carriquiry, Graciela Sapriza, Mariana Viera (Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación); Gianella Bardazano, Lucía Giudice (Facultad de Derecho); Mercedes Altuna, Jimena Núñez, Patricia Pujol (Facultad de Información y Comunicación), y María Goñi (Comisión Sectorial de Investigación Científica).