Un proyecto de ley de identidad de género que buscaba ampliar derechos para las personas trans fue archivado por la nueva Asamblea Legislativa de El Salvador, que asumió el 1º de mayo con una rotunda mayoría del partido Nuevas Ideas, del presidente Nayib Bukele. La Comisión de la Mujer e Igualdad de Género rechazó la iniciativa junto a otros 30 expedientes pendientes de estudio, “tras considerarlos obsoletos y no acordes a la realidad”, según anunció el órgano legislativo.

El proyecto de ley fue presentado en marzo de 2018 por la Mesa Permanente por una Ley de Identidad de Género en El Salvador, que nuclea a siete organizaciones LGBTI, después de años de trabajo. Desde entonces, esperaba para ser estudiada y discutida.

“Denunciamos cómo el esfuerzo y trabajo que ha realizado esta mesa desde 2012 ha sido desechado sin consultarnos y hacemos un llamado al diálogo para quienes actualmente conforman la Comisión de la Mujer e Igualdad de Género”, cuestionó la plataforma en un comunicado difundido tras la decisión parlamentaria. La ley de identidad de género “no responde a una agenda político partidaria, sino al reconocimiento de nuestros derechos [...] Es a la población trans a la que nos debemos”, agrega el texto.

La activista y directora de la organización Comunicando y Capacitando a Mujeres Trans, Bianka Rodríguez, que integra la mesa permanente, aseguró que, “con estas acciones, el Estado salvadoreño incrementa las brechas de la desigualdad e inequidad entre las personas”. “Con la constitución de un nuevo oficialismo, las poblaciones que estamos en desventaja quedamos más a la expensa de sufrir violencia y discriminación, y sin un Estado que nos proteja”, agregó la referente trans, en una columna publicada en el portal de noticias El Faro.

La semana pasada, en el marco del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, los colectivos de la diversidad convocaron a una marcha hacia la Asamblea Legislativa para rechazar la medida de la comisión parlamentaria y exigir que el proyecto vuelva a estudio. “Obsoleta es tu transfobia”, “Diputadas: salgan de su burbuja de privilegio. Nos están matando” y “Los derechos humanos no se archivan” fueron algunas de las frases leídas en carteles y pancartas.

Entre otras cosas, el proyecto de ley planteaba el reconocimiento del cambio de nombre y sexo registral en los documentos de identidad, para garantizar el derecho de las personas trans al nombre propio, tal como establece el artículo 36 de la Constitución salvadoreña. Hoy en día, ninguna normativa vigente las ampara en ese sentido.

Además de la ley de identidad de género, en la treintena de documentos archivados estaban incluidos otros proyectos que pretendían garantizar derechos para mujeres y disidencias, como la Ley Especial por la Igualdad y la No Discriminación y la Ley Especial para Prevenir y Erradicar la Muerte Violenta de Niñas y Mujeres. También quedó enterrada una propuesta de reforma al Código Penal presentada por colectivos feministas en 2016 que proponía la despenalización del aborto en tres causales: cuando la vida de la persona gestante estuviera en riesgo, en casos de violación o cuando se registraran malformaciones del feto que determinaran la inviabilidad fuera del útero. Por el momento, El Salvador seguirá presente en la lista de los cinco países de Centroamérica que todavía prohíben y penalizan el aborto sin excepciones.