La Cámara de Diputados argentina aprobó en la madrugada de este viernes el proyecto de Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán-Lohana Berkins”. La media sanción se obtuvo después de cuatro horas de debate, con 207 votos afirmativos, 11 negativos y siete abstenciones. Ahora pasa al Senado.
La iniciativa, que en su nombre homenajea a las históricas activistas del colectivo travesti trans de Argentina, propone destinar 1% de los cargos del Estado a “personas travestis, transexuales y transgénero”. Esto incluye “los tres poderes que lo integran, los ministerios públicos, los organismos descentralizados o autárquicos, los entes públicos no estatales, y las empresas y sociedades del Estado”, según plantea el documento.
El proyecto de ley determina que podrán acceder a los puestos de trabajo las personas que se identifiquen como travestis y trans, hayan o no realizado el cambio de nombre y sexo registral en sus documentos de identidad. Además, crea un Registro Único de Aspirantes al que pueden inscribirse las personas interesadas, aunque tampoco será un requisito obligatorio.
La propuesta recoge el antecedente del decreto firmado en setiembre del año pasado por el presidente argentino, Alberto Fernández, que estableció que 1% de los cargos de la administración pública debía estar destinado a travestis y trans. El proyecto que discute el Congreso es más amplio: agrega incentivos que promueven la contratación por parte del sector privado y crea líneas de crédito específicas “con tasa preferencial para el financiamiento de emprendimientos productivos, comerciales y/o de servicios, individuales o asociativos, destinados específicamente a personas solicitantes travestis, transexuales y transgénero”.
Además, establece una serie de garantías de no discriminación, como asegurar que el requisito de haber terminado los estudios no sea un obstáculo para acceder al trabajo. Incluso determina que, si las personas que se presentan a los llamados no completaron la escolaridad, “se permitirá su ingreso con la condición de cursar el o los niveles educativos requeridos” y el Estado deberá garantizar los medios para que esto se cumpla. Tampoco serán considerados los antecedentes contravencionales, por lo que no se tendrán en cuenta los antecedentes penales “que resulten irrelevantes para el acceso al puesto laboral”.
La Campaña Nacional por el Cupo y la Inclusión Laboral Travesti Trans, integrada por más de 250 organizaciones de la sociedad civil, celebró en un comunicado la media sanción de Diputados y aseguró que “ahora los esfuerzos se concentrarán en lograr la sanción definitiva en la cámara alta”. La campaña recordó que el colectivo travesti trans “tiene una expectativa de vida de entre 35 y 40 años de edad como consecuencia de la vulneración sistemática de sus derechos fundamentales, comenzando por su exclusión estructural del mercado laboral formal”.
También destacó que el proyecto “es el resultado de un texto de unidad impulsado por el Frente Orgullo y Lucha, la Liga LGBTIQ+ de las Provincias y la Convocatoria Federal Trans y Travesti Argentina, en un trabajo mancomunado con las diputadas nacionales Mónica Macha, Gabriela Estévez, Vanesa Siley y Cristina Álvarez Rodríguez”.
La diputada Macha, que fue la encargada de iniciar el debate, dijo en su exposición que “no hay otros motivos del desempleo travesti trans más que su identidad de género”. “Las voces machistas reclaman la capacitación y el mérito para excluir a quienes ya están excluidas. Creen que las personas travestis y trans no tienen capacidad ni formación”, afirmó la legisladora; “a la meritocracia le respondemos con justicia social”.