La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, criticó este miércoles la ley aprobada por el Parlamento de Hungría que prohíbe la promoción de contenidos sobre “identidad de género, cambio de sexo y homosexualidad” para niñas, niños y adolescentes. En una conferencia de prensa en Bruselas, Von der Leyen dijo que la norma –impulsada por el gobierno liderado por el ultraderechista Viktor Orbán– es “una vergüenza” y que “discrimina claramente a la gente con base en su orientación sexual”, al tiempo que “va en contra de todos los valores fundamentales de la Unión Europea [UE]”.

Consultada sobre si evalúa llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la UE, la jerarca anunció que dio instrucciones a los comisarios responsables para que escriban una carta a las autoridades húngaras expresando las “dudas legales” de la Comisión Europea “antes de que la norma entre en vigor”. Von der Leyen aseguró que el bloque “no cederá en estos principios” y se comprometió a “usar todos los poderes de la comisión” para asegurar que “los derechos de todos los europeos estarán garantizados, sean quienes sean y vivan donde vivan”.

La aprobación de esta ley la semana pasada generó una ola de críticas que fue desde la comunidad LGBTI húngara hasta las autoridades de países miembros de la UE. De hecho, el martes, 13 países del bloque difundieron una carta en la que expresaron “profunda inquietud por la adopción, por parte del Parlamento húngaro, de medidas discriminatorias contra personas LGBTI y que violan el derecho a la libertad de expresión bajo pretexto de proteger a los niños”.

Los países que firmaron el documento aseguraron que esto “representa una forma flagrante de discriminación basada en la orientación de género, la identidad y la expresión de género y, por lo tanto, merece una condena”. A la vez, recordaron que “la estigmatización de las personas LGBTI constituye una clara violación de su derecho fundamental a la dignidad, tal como establece la Carta de la Unión Europea y el derecho internacional”. Por eso, exigieron a la Comisión Europea que, “como guardiana de los tratados”, utilice “todas las herramientas a su alcance para garantizar el pleno respeto de la legislación europea”. La carta fue firmada por Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Estonia, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo y Suecia.

Este miércoles, unas horas después de las declaraciones de Von der Leyen, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo en un discurso ante la Cámara de Diputados que la ley húngara “está equivocada”, constituye un obstáculo para la “libertad de educación” y es “incompatible” con su “idea de la política”. Merkel dijo que, en todo caso, cualquier procedimiento que se adopte contra la iniciativa “tiene que ser decidido por la Comisión Europea”.