En una comparecencia ante el Parlamento Europeo este miércoles, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, propuso incorporar el aborto a la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (UE). “Quiero que consolidemos nuestros valores como europeos, que son nuestra unidad, nuestro orgullo y nuestra fuerza. 20 años después de la proclamación de nuestra Carta de Derechos Fundamentales, espero que podamos actualizarla para ser más explícitos sobre la protección del medioambiente o el reconocimiento del derecho al aborto”, sugirió el mandatario, a menos de tres meses de que se celebren las elecciones presidenciales en Francia, previstas para el 10 de abril.

Macron recordó que ese documento, que fue proclamado en el año 2000, es el que –entre otras cosas– consagró la abolición de la pena de muerte en la UE, e instó a abrir este debate “libremente” con los “ciudadanos de gran conciencia europea para dar un nuevo impulso a nuestro Estado de derecho”.

La Carta de Derechos Fundamentales recoge los derechos civiles, políticos, económicos y sociales de las ciudadanas y ciudadanos que integran el bloque europeo. Sin embargo, no incluye una norma general para la interrupción voluntaria del embarazo, por lo que el estatus legal depende de cada país. Para reformar el documento, se requiere la unanimidad de todos los estados miembros.

La propuesta de Macron llega un día después de que el Parlamento Europeo eligiera como nueva presidenta a la maltesa Roberta Metsola, que se ha mostrado abiertamente contraria al aborto y ha votado en contra de resoluciones parlamentarias para ampliar el acceso a ese derecho, lo cual ha generado las críticas del ala más progresista de la Eurocámara. La líder del grupo de izquierda en el Parlamento Europeo, la diputada francesa Manon Aubry, dijo esta semana que su elección “es una señal terrible para los derechos de las mujeres en toda Europa”. Por ejemplo, para las polacas, “que han estado luchando por el derecho a tener control sobre sus propios cuerpos durante casi dos años”, aseguró la política, consultada por la cadena Deutsche Welle.

Hoy en día, Malta es el único país de la UE que prohíbe el aborto sin excepciones, mientras que el gobierno de Polonia impulsó diversas medidas en los últimos años para endurecer su legislación. El último golpe fue en enero de 2021, cuando entró en vigor un fallo del Tribunal Constitucional que prohibió la interrupción voluntaria del embarazo en los casos de malformación del feto o enfermedad irreversible, reduciendo así las causales legales para abortar en el país a violación, incesto y riesgo de vida de la persona gestante. Con este fallo, la prohibición para abortar se convirtió en casi total ya que, en los hechos, más de 95% de los abortos legales en Polonia se realizan por anomalías fetales graves, según los datos del Ministerio de Salud.

En su discurso, Macron llamó a “dar nueva vida” a las promesas europeas de “democracia, progreso y paz”, enfatizó en la importancia de defender el Estado de derecho y lamentó que su generación sea la que “vuelve a descubrir la precariedad de los valores democráticos”. “Los últimos meses han demostrado que la gestión de la pandemia en democracias con debates parlamentarios y prensa libre ha llevado a decisiones mejores que las de los regímenes autoritarios”, señaló. El mandatario advirtió que los retrocesos en el Estado de derecho son los “inicios de la vuelta al autoritarismo”, por lo que pidió “convencer con mucho respeto y diálogo a los que se han desviado”.