El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, nominó a la jueza Ketanji Brown Jackson a la Corte Suprema de Justicia, que quedará con una vacante después de que Stephen Breyer, de 83 años, se retire a mediados de año. Si el Senado confirma la designación, Jackson se convertirá en la primera mujer negra en integrar el máximo órgano judicial del país en sus 233 años de historia.

Con esta decisión, Biden cumplió con una promesa que hizo durante la campaña: anunciar un nombramiento histórico e inédito para diversificar un tribunal que en estos dos siglos estuvo compuesto básicamente por varones blancos. “Creo que es hora de que tengamos una corte que refleje todos los talentos y la grandeza de nuestra nación”, afirmó el mandatario el viernes en la Casa Blanca, tras anunciar la nominación.

De ratificarse en el puesto, Jackson no cambiaría la mayoría conservadora que hay hoy en la Corte Suprema, ya que Breyer es de tendencia liberal, como ella. Sin embargo, su visión y experiencia podrían incidir en algunos temas polémicos que hoy están arriba de esa mesa, como el derecho al aborto –que vuelve a ponerse en cuestión en el país 50 años después de que la misma corte lo consagrara–, la aplicación de la “discriminación positiva” para la admisión en las universidades o la tenencia de armas.

“Si tengo la suerte de ser confirmada como la próxima jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, sólo puedo esperar que mi vida y mi carrera, mi amor por este país y la Constitución, y mi compromiso de defender el estado de derecho y los principios sagrados sobre los que se fundó esta gran nación, inspirarán a las futuras generaciones de estadounidenses”, dijo Jackson, de 51 años, después de agradecerle a Biden por la oportunidad.

Actualmente, la elegida por Biden se desempeña como jueza en la Corte de Apelaciones para el Circuito del Distrito de Columbia (el de Washington). Fue confirmada por el Senado para ese cargo en junio de 2021, con 53 votos a favor y 44 en contra. En ese entonces, los senadores republicanos Susan Collins, Lindsey Graham y Lisa Murkowski se unieron a los demócratas para apoyarla. Se espera que la votación sea similar esta vez. En todo caso, sólo es necesario una mayoría simple para que la nominación se confirme.

Desde ese lugar, tomó algunas decisiones importantes que dejaron en evidencia su inclinación progresista, como bloquear los intentos de la administración de Donald Trump de acelerar las deportaciones de inmigrantes indocumentados, rechazar el recorte de las subvenciones para la prevención de embarazos adolescentes y proteger a un exasesor de la Casa Blanca, Don McGahn, de testificar ante el Congreso sobre los esfuerzos de Donald Trump para obstruir una investigación sobre Rusia.

Jackson estudió Derecho en la Universidad de Harvard y fue asistente legal de tres jueces federales, entre ellos de Breyer, al que posiblemente sustituirá. Antes de ser jueza del tribunal de apelaciones, trabajó en la Comisión de Sentencias de Estados Unidos, la agencia que desarrolla la política federal de sentencias, y fue defensora pública de personas con bajos recursos. Todo esto antes de convertirse en jueza federal en 2013.

El presidente del Comité Judicial del Senado, Dick Durbin, dijo en un comunicado que estableció un cronograma tentativo en el que la confirmación estaría prevista para el 8 de abril.

El debate sobre el aborto

La nominación de Jackson llega en un momento en que el país espera que la Corte Suprema decida si la prohibición del aborto antes de la viabilidad fetal puede ser constitucional, a raíz de una ley de Misisipi que en 2018 prohibió la interrupción del embarazo a partir de las 15 semanas de gestación. Si el tribunal avala esta ley, se restringirían las normas actuales, que surgieron a partir del fallo que emitió la misma corte en 1973, en el caso Roe vs. Wade. Desde entonces, el aborto es legal en Estados Unidos durante las primeras 24 semanas de gestación, período a partir del cual se estima que el feto es viable fuera del útero.

Las juezas y jueces de la corte escucharon argumentos a favor y en contra en diciembre y se espera que tomen una decisión antes de junio. Esto significa que es muy posible que Jackson no llegue a tener voto en este debate, ya que, aunque sea confirmada, asumiría el cargo una vez que se retire Breyer. Sin embargo, organizaciones referentes en derechos sexuales y reproductivos en el país aseguraron que la magistrada sí tendrá un rol fundamental en la implementación que se haga de la decisión que se tome.

“Esta nominación llega cuando nuestras libertades y libertades civiles están en crisis”, aseguró en un comunicado Alexis McGill Johnson, presidenta y directora ejecutiva de Planned Parenthood. “La corte podría decidir revocar casi 50 años de precedentes, establecidos por Roe vs. Wade, y diezmar el acceso al aborto en los estados de todo el país”, señaló, en referencia a la decisión sobre la ley de Misisipi.

La activista recordó que el alto tribunal ya avaló una ley de Texas que desde el 1º de setiembre del año pasado prohíbe el aborto después de las seis semanas de gestación, antes de que muchas personas sepan que están embarazadas. “Ahora más que nunca, necesitamos un juez de la Corte Suprema que comprenda el impacto de sus fallos en las personas”, aseguró McGill Johnson, y agregó que Jackson “jugará un papel crucial en la dirección que tome la corte en el futuro”.

En la misma línea, el Center for Reproductive Rights señaló que la nominación tiene lugar “en un momento peligroso para la adhesión de la Corte Suprema a los derechos constitucionales”, incluidos los derechos reproductivos. También advirtió que, si anula Roe vs. Wade, “podría socavar decisiones clave” que garantizan “derechos en los que las personas en Estados Unidos han confiado durante más de 100 años”.

La organización aclaró que “si bien la jueza Jackson no se unirá al tribunal hasta después de que la Corte Suprema falle” en el caso de Misisipi, “desempeñará un papel fundamental tanto en la interpretación y aplicación de esa decisión como en la adjudicación de casos futuros que promuevan las protecciones constitucionales de los derechos reproductivos”. “En este momento es fundamental que tengamos una Justicia que defienda la igualdad y la libertad para todos, incluso en casos de aborto, y que considere el impacto de cada fallo en la vida real de las personas”, señaló. “La confirmación de la jueza Jackson tendrá un impacto real en nuestras vidas para la próxima generación”.