La diputada argentina Mónica Macha, del Frente de Todos, presentó este martes dos proyectos de ley que buscan introducir reformas en el Código Penal y en la ley de violencia de género para atender, sancionar y prevenir la violencia de género en los entornos digitales. Se trata de la “Ley Belén” y la “Ley Olimpia”, que deben sus nombres a los casos reales en los que se inspiran.

El primer proyecto busca la incorporación al Código Penal argentino de los delitos de obtención y difusión no consentida de material íntimo y/o de desnudez, de la “pornografía deepfake” (el montaje digital en videos de pornografía) y de la “sextorsión” (la amenaza a una persona con divulgar imágenes de su intimidad sexual). La iniciativa –inspirada en el caso de Belén San Román, una joven que se suicidó en 2020 luego de ser extorsionada con la difusión no consentida de material íntimo– establece penas que van de tres meses a seis años de prisión. Además, propone agravantes en caso de que la agresión sea por razones de género, orientación sexual e identidad de género, y si se ejerce contra una niña, niño o adolescente.

La segunda iniciativa, en tanto, plantea incorporar la violencia digital como otra forma de violencia contra las mujeres en el marco de la ley de violencia de género argentina. Al mismo tiempo, impulsa la creación de medidas de protección para las sobrevivientes, políticas públicas de educación digital y estrategias de prevención de este tipo de agresiones. El nombre de la propuesta es un reconocimiento a la activista mexicana Olimpia Coral Melo, quien, basada en su propia experiencia, impulsó en su país la creación de una ley contra el acoso digital que fue pionera en la región.

Lo virtual existe

Durante la presentación de los proyectos, la diputada Macha estuvo acompañada de la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, la propia Coral Melo, que viajó a Argentina específicamente para estar presente, y Marcelo San Román, el papá de Belén.

“Hay una concepción machista de creer que se puede hacer con la imagen lo que se puede hacer con el cuerpo. Y situar este tipo de violencia en su virtualidad no la hace menos grave, porque termina generando un daño real, algo que puede significar distintas instancias de padecimiento en quienes atraviesan estas situaciones”, señaló Macha. La legisladora se manifestó “muy optimista” respecto de los consensos en el Congreso para sancionar los dos proyectos.

Por su parte, Gómez Alcorta aseguró que la violencia de género en espacios virtuales “es uno de los grandes temas de esta época en la agenda”. “Para ciertas franjas etarias, la vida en el entorno digital se desarrolla de un modo muy potente, por eso es imprescindible pensar la afectación de la violencia. Llegamos tarde porque el Estado, además de todo, es adultocéntrico, entonces cuesta escuchar. Si en las bancas y en los ministerios estuviese sentada gente de entre 20 y 30 años, este tema no sería una vacancia”, puntualizó la ministra.

Cámara de Diputados. Foto:Twitter Mónica Macha

Cámara de Diputados. Foto:Twitter Mónica Macha

“Lo virtual es real, existe y daña”, afirmó por otro lado Coral Melo. “A mí me daba miedo todo. Hasta llamarme Olimpia, porque lo primero que aparecía en los buscadores era el video sexual del que fui víctima y que llegó a tener más de 15.000 reproducciones, incluso de otros países. Intenté suicidarme tres veces. Por eso digo que soy una sobreviviente de la violencia digital”, relató la activista mexicana. También dedicó un mensaje a los varones: “Si querés ser aliado feminista, cortá la cadena. No compartas el video”.

En un sentido similar se expresó el papá de Belén. “Es muy difícil hablar desde el dolor y es todavía más fuerte que una ley lleve el nombre de mi hija”, dijo San Román. “Lo que pido siempre es tener empatía. No pueden naturalizarse ciertas cosas. La viralización causa mucho daño. [...] Belén no lo pudo soportar”, agregó.

Durante la presentación, participaron representantes de Amnistía Internacional Argentina, que citaron un estudio de la organización que arrojó que una de cada tres mujeres afirma haber sufrido violencia online.